Según los informes del padre Gedeón Obasogie, Director de Comunicaciones de la Diócesis de Maiduguri, la delegación encabezada por Mons. Doeme ha visitado varias comunidades en los estados de Adamawa y Borno. La Diócesis de Maiduguri, de hecho, incluye los estados de Borno (del que Maiduguri es la capital), Yobe y algunas zonas del Adamawa.
Las personas desplazadas y los refugiados que han regresado de Camerún se enfrentan a enormes dificultades. Varias familias siguen estando separadas y muchas personas están desaparecidas. Los ancianos que no pudieron huir prefirieron ser asesinados antes que renunciar a la fe cristiana. Las casas han sido completamente saqueadas, las iglesias y otras estructuras completamente destruidas.
Pero el obispo y los sacerdotes que lo acompañaban durante la misa de reconciliación han instado a los fieles a no ceder a la tentación de la venganza y a permanecer firmes en la fe, recordando que el Rosario es el arma más poderosa para un cristiano.