Kinshasa, REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO (Agencia Fides, 06/10/2015) - A finales de agosto, se publicó el informe
“Gigante minero Kibali; eliminar las impurezas para que el oro sea puro
(Géant Minier Kibali: ôter les impuretés pour que l’or soit pur),
elaborado por la Comisión Episcopal para los recursos minerales (CERN),
de la República Democrática del Congo, junto con el observatorio para
los Recursos Naturales de la diócesis de Isiro-Niangara y Pax (órgano
conjunto de Pax Christi Holanda y del Consejo para la Paz de Iglesias
holandesas), sobre la explotación de la concesión minera de Kibali Gold,
en la provincia oriental de la RDC, que ya ha generado algunas
consecuencias.
Según la CERN después de la publicación del informe, la Kibali Gold ha
comenzado a dar más información sobre sus actividades a la población
local, a través de programas de radio semanales.
La falta de información sobre las actividades del gerente de la
concesión minera es uno de los puntos que se remarcan en el informe.
De hecho, la mina ha tenido un gran impacto en la vida de la población
local desde septiembre de 2013, cuando la empresa inició sus
actividades, provocando la re-ubicación de 14 aldeas, formadas por 4.216
viviendas y 16,277 personas.
Según el informe, la población ha sacado algunas ventajas de la
explotación empresarial de la concesión minera (nuevas casas con
electricidad, mejores carreteras, acceso a servicios sanitarios, mejora
económica, etc...), pero ha habido varios incidentes con mineros
artesanales (incluso con violaciones de los derechos humanos) que han
entrado en competencia con la nueva compañía.
Ante las expectativas de la población (algunas de ellas excesivas, según
el informe) por la creación de nuevos puestos de trabajo, se pide un
diálogo entre las autoridades, los directivos de la mina y la sociedad
civil, a fin de encontrar soluciones satisfactorias para todos.