Ciudad del Guatemala, GUATEMALA (Agencia Fides, 13/10/2015) – La catástrofe que ha azotado el
pueblo de Santa Catarina Pinula ha hecho que se movilicen muchas
iniciativas conjuntas y de ayuda a la población que ha sido víctima,
especialmente los niños. Según la
prensa local, muchos de los voluntarios que se encuentran en la zona
devastada, se han organizado para llevar un poco de alegría a los niños.
Con colores, puzles, pintura para la cara, hojas y materiales para
hacer manualidades, han llegado a Santa Catarina, donde la escuela se ha
transformado en centro de recepción, y han jugado con los más pequeños.
En este entorno, donde la mayoría de las caras son tristes y desoladas,
los niños se enfrentan a esta tragedia con sencillez ayudados por otros
niños, que han llegado junto con los voluntarios.
Mientras tanto, en el pueblo largas cadenas humanas se pasan de mano en
mano las bolsas llenas de donaciones. Además del centro de acogida, hay
una gran emergencia en el centro de salud, donde se han colocado
alfombras por el suelo, algunas sillas de plástico bajo toldos, tiendas
de campaña con unas pocas mesas, un ordenador con todos los datos
recogidos. Además de los recursos materiales hace falta apoyo moral,
emocional y espiritual. Más que ser solidarios, hace falta ser
misericordiosos con las personas que buscan a sus seres queridos para
darles un entierro digno. Una palabra de aliento, consuelo, o un simple
abrazo de fraternidad es lo que estas personas necesitan, concluye la
nota enviada a la Agencia Fides.