Bujumbura, BURUNDI (Agencia Fides, 13/10/2015) - “Se corre el peligro de que se desencadene
una guerra que golpearía la región de los Grandes Lagos” comentan
fuentes locales de Fides desde Burundi, donde las tensiones con la
vecina Ruanda siguen creciendo tras la expulsión de un diplomático
ruandés, Desiré Ryaruhirira, el saqueo de la agencia viajes “Vulcano”,
una propiedad ruandesa por cuenta de unos desconocidos y la expulsión de
48 ruandeses que viven desde hace tiempo en el norte de Burundi.
“En Burundi crecen de día en día las voces sobre la llegada al país de
hombres de las FDLR (Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda),
el grupo guerrillero que se opone al gobierno de Kigali, que están
refugiados en la República Democrática del Congo, para dar una mano a
las milicias locales leales al presidente Pierre Nkurunziza, aunque se
trata de noticias que no han sido verificadas” dicen nuestras fuentes.
“Si se confirma esta noticia, existe el riesgo de que Ruanda pueda
atacar Burundi con consecuencias inimaginables” continúan con
preocupación con nuestras fuentes.
“Esto sucede porque el Presidente no confía en el ejército, que está
dividido internamente y que mantiene una parte de su fuerza dedicada a
las misiones de paz en el extranjero (en Somalia y África Central), por
lo que Nkurunziza debe confiar en las milicias que le son leales, y que
quizás están reforzadas por hombres de las FDLR”.
“La situación en la capital de Burundi sigue siendo muy difícil. Todas
las noches se oyen disparos y en la mañana se encuentran muertos en las
calles. Desde esta mañana Bujumbura está bajo el control estricto de los
militares con motivo de la fiesta de los mártires de la independencia
que se celebra hoy 13 de octubre” refieren nuestras fuentes.
La crisis política que estalló en Burundi tras el tercer mandato de
Nkurunziza, violando la Constitución, podría tomar una dimensión
regional. “Estamos a la espera de el establecimiento de una Comisión
para el diálogo que sea social, y no política, ya que no incluye a los
grupos de la oposición que han buscado refugio en el extranjero,
particularmente en Ruanda. Necesitamos un verdadero diálogo político
para poner fin a la crisis” concluyen nuestras fuentes.