El IOR publica su informe anual: transparencia, atención al cliente, adecuación a las normas internacionales
CIUDAD DEL VATICANO, 12 de mayo de 2016 (VIS).- El Instituto para las Obras de Religión (IOR) publica hoy su Informe
Anual de 2015. “Partiendo de la importancia de la misión del IOR
reafirmada por el Santo Padre FRANCISCO -se lee en una nota de prensa de ese organismo- el
Instituto ha seguido actuando con prudencia y prestando servicios
financieros especializados a la Iglesia Católica en todo el mundo y al
Estado de la Ciudad del Vaticano.
Por lo tanto, en 2015 el IOR ha
continuado asistiendo al Santo Padre en su misión como Pastor universal.
Visitando el IOR el 24 de noviembre de 2015 el Pontífice reiteró la
necesidad de respetar los "principios éticos que no son negociables para
la Iglesia, la Santa Sede y el Papa." Su Santidad afirmó además que "el
IOR debe basar sus actividades en principios conformes con las normas
de moralidad, eficiencia y prácticas que respeten la especificidad de su
naturaleza y el ejemplo transmitido por sus actividades", para
"combinar armoniosamente la eficacia operativa y la naturaleza pastoral
esencial de todas sus acciones”.
En el apartado relativo a los principales cambios en el marco
operativo del Instituto, la nota recuerda que en los últimos años el
Estado de la Ciudad del Vaticano ha tomado medidas considerables para
exigir a todas las instituciones financieras el cumplimiento del nuevo
marco regulatorio y legal (Ley XVIII). En 2015, la Autoridad de
Infomación Finaciera, AIF, emanó el reglamento prudencial, Reglamento Nº
1 y el Instituto ha trabajado con diligencia para respetar las nuevas
normas.
Entre junio de 2013 y diciembre de 2015, se cerraron 4935 cuentas
para completar el proceso de saneamiento en profundidad de las cuentas
pasadas. Los procedimientos actuales se aplican con esmero a todos los
nuevos clientes y a las relativas actividades.
Por cuanto respecta al blanqueo de dinero y al conocimiento del cliente (respectivamente AML , Anti Money Laundering y KYC: Know your costumer),
la Santa Sede firmó ese mismo año acuerdos fiscales internacionales que
han reforzado la transparencia. Además, en 2015 el IOR tomó medidas
importantes para fortalecer la gobernabilidad. Entre ellas la creación
de un Comité de Auditoría y Riesgos y de un Comité de Recursos Humanos y
Remuneración que prestan asistencia al Consejo de Superintendencia. Y
conforme a los estatutos en vigor, se nombró un nuevo director general,
Gian Franco Mammì, y un director adjunto con facultades delegadas,
Giulio Mattietti, junto con dos nuevos miembros de la Junta de
Auditores, Giovanni Barbara y Luca del Pico.
“Los clientes ante todo”, dice la nota y para demostrarlo subraya que en 2015
el IOR ha trabajado para fortalecer sus valores, restablecer la
confianza y dar estabilidad a su base de clientes. La administración ha
emprendido una revisión completa de la función de servicio al cliente y
se han tomado diversas medidas para responder a sus peticiones y
consultas. Asimismo, se ha fortalecido el proceso de inversión del IOR
en sus productos de gestión de activos. Han aumentado y mejorado la
información y las comunicaciones a los clientes: más de 1.500 clientes
han participado en uno de los seminarios del Instituto para las Obras de
Religión, organizados trimestralmente en su sede. También se ha puesto
en marcha un proceso para mejorar considerablemente el sistema de
gestión de la cartera que debería terminar en 2016. El rendimiento
global de las inversiones a fin de año refleja el difícil entorno que ha
caracterizado el 2015 y el enfoque de bajo riesgo elegido por los
clientes del IOR.
En materia de resultados financieros, el resultado operativo del IOR
ascendió en 2015 a 42,8 millones de euros; dato que supone un reflejo
positivo de la estrategia de inversión comenzada a finales de 2014 cuyo
objetivo era la racionalización y la eliminación del riesgo de la
cartera de propiedades del IOR en un contexto de bajos tipos de interés.
Un resultado conseguido no obstante la volatilidad de los mercados
financieros agravada por la incertidumbre geopolítica y económica. Esta
coyuntura ha caracterizado la mayor parte del año, pero ha sido
particularmente intensa en la segunda mitad y, después de todo, ha
influido en los resultados netos del ejercicio, dando lugar a una
disminución de los ingresos netos por intereses.
En 2015 se produjo una reducción positiva en los gastos operativos
respecto al año anterior (mediante la reducción de los costos de los
consultores externos) y de las pérdidas por deterioro. El resultado neto
de 2015 para el Instituto incluye una reserva para el plan de
consolidación fiscal y el cierre de una cuestión relacionada con las
inversiones del pasado.
El IOR pagará un dividendo de 16,1 millones de euros para 2015, una
cifra igual a su beneficio neto. Los activos permanecieron invariables
cumpliendo con el Estatuto. Al 31 de diciembre de 2015, el patrimonio
neto, después de la distrubición de dividendos, era de 654 millones de
euros e incluía la nueva voz "capital" por 300 millones de euros como
establece el Reglamento Nº 1, aprobado por la Comisión de Cardenales.
El valor total de los activos confiados por los clientes al IOR
disminuyó marginalmente a 5,8 bn de euros en 2015 ( Eran 6 bn en 2014).
Estos activos consisten en 1,9 bn de euros ( eran 2,1 bn en 2014) en los
depósitos de clientes, 3,2 bn (sin cambios a partir de 2014) en
carteras administradas y 0,7 bn de euros (sin cambios desde 2014) a
cargo de clientes con acuerdos de custodia. A 31 de diciembre de 2015,
el IOR había servido a 14.801 clientes.
Los estados financieros del año 2015 fueron auditados por Deloitte & Touche S.p.A.
La nota recuerda también que el Instituto para las Obras de
Religión, fundación caritativa, según el derecho canónico, es una
institución de la Santa Sede, establecida el 27 de junio de 1942 con un
quirógrafo del Papa Pío XII. Sus orígenes se remontan a la "Comisión de
Pias causas" instituida por el Papa León XIII en 1887.
El objeto del IOR, establecido en los Estatutos, adjuntos al
Quirógrafo del 1 de marzo de 1990 de san Juan Pablo II, es "proveer a la
custodia y administración de los bienes muebles e inmuebles
transferidos o cedidos al Instituto por personas físicas o jurídicas y
destinados a obras de religión y de caridad. El Instituto podrá aceptar
depósitos de entidades o personas de la Santa Sede y del Estado de la
Ciudad del Vaticano ". Esto significa que las actividades centrales del
Instituto son prestar servicios de pago y soluciones de gestión (cuentas
fructíferas y productos de gestión de activos) a sus clientes.
El IOR tiene su sede en el territorio soberano de la Ciudad del
Vaticano. Está sujeto a las normas y leyes aplicables en el Estado de la
Ciudad del Vaticano, bajo la supervisión de la "Autoridad de
Información Financiera" (AIF), el ente de vigilancia del Estado de la
Ciudad del Vaticano y de la Santa Sede.
Los 14.801 clientes de la IOR están representados por la Santa Sede y
sus entes relativos, órdenes religiosas y otras instituciones
católicas, miembros del clero, empleados de la Santa Sede y personal
acreditado del cuerpo diplomático. Hoy en día, alrededor del 75% de los
clientes del IOR tiene su sede en Italia y el Vaticano, el 15% en
Europa, excepto Italia y el Vaticano, y el 10% en el resto del mundo.