Alepo, SIRIA (Agencia Fides, 12/10/2016) – “Sabemos que el corazón del Papa está con
nosotros. Lo hemos visto, cuando ha decidido introducir al arzobispo
Mario Zenari, Nuncio Apostólico en Damasco, en la lista de los futuros
cardenales. Pero precisamente mientras él pide el cese del fuego, las
bombas siguen cayendo sobre nosotros, tanto al este de Alepo como al
oeste. En las últimas horas, dos lanzamientos de artillería han caído en
nuestro barrio.
Esperamos que sus palabras lleguen a quienes en los
varios frentes, siguen alimentando esta sucia guerra” . Con estas
palabras el Arzobispo Boutros Marayati, guía de la arquieparquía
armenio-católica de Alepo, comenta en caliente el llamamiento que acaba
de lanzar el Papa Francisco al final de la audiencia general de hoy, con
la que el Santo Padre ha pedido la suspensión de los bombardeos que
tienen lugar en Siria para permitir la evacuación de los civiles de las
zonas de conflicto. En las palabras del arzobispo los acentos de
esperanza se alternan con expresiones de dolor por el enésimo
enfurecimiento de la situación sobre el terreno: “En los últimos días”
refiere Marayati a la Agencia Fides, “el enviado de la ONU, Staffan de
Mistura dijo que estaba listo para venir a Alepo para acompañar
físicamente a los grupos rebeldes armados fuera de la ciudad,
garantizando su seguridad, para permitir que los civiles sean liberados
de la pesadilla de las bombas. Pero su propuesta ha sido rechazada por
los grupos rebeldes. Ahora estamos de nuevo sin agua y sin luz, y la
situación se vuelve cada vez más grave, especialmente para los niños”.
“Consciente de la urgencia”, ha dicho el Papa Francisco al final de la
audiencia general, “renuevo mi llamamiento, implorando con todas mis
fuerzas, a los responsables, para que se provea a un inmediato cese del
fuego, que se imponga y respete por lo menos durante el tiempo necesario
para consentir la evacuación de los civiles, sobre todo de los niños,
que aún están atrapados bajos los cruentos bombardeos”.