Mosul, IRAQ (Agencia Fides, 11/10/2016) – Mientras se multiplican las advertencias de un
ataque inminente para liberar la ciudad de Mosul del dominio de los
yihadistas del Estado Islámico (Daesh), el patriarca caldeo Louis
Raphael I Sako hace un llamamiento a todos los iraquíes a resistir a las
fuerzas centrífugas, que dañan la unidad nacional, y que podrían
desencadenarse entre las fuerzas que componen el variopinto frente
anti-yihadista después de la posible derrota del Califato islámico. En
las “circunstancias excepcionales y difíciles en las que vivimos”,
mientras “se refuerzan las voces de la intransigencia, de la división y
de la dispersión”, se lee en el comunicado dado a conocer por el
Patriarca y recibido en la Agencia Fides, no hay que olvidar que “somos
una familia a pesar de las diferencias de pertenencia”.
La situación de emergencia llama a los habitantes de Mosul y de toda la
región, y en primer lugar a los líderes de las fuerzas políticas, a
asumir “su responsabilidad histórica, moral y nacional”, con el fin de
construir una relación adecuada con la patria común y con toda la
comunidad internacional, dejando de lado las disputas, renunciando “a
las ventajas de parte y al espíritu de partido” para proteger “el
interés nacional iraquí por encima de todo”, para poder abrir “vías
concretas para la reconciliación” en las comunidades desgarradas por el
odio y la violencia.
La finalidad, añade el primado de la Iglesia caldea, es “promover que la
pluralidad democrática pueda echar raíces”, así como promover también
la protección de los derechos civiles y la preservación de la paz, en
beneficio de los pueblos de la región y en el interés de toda la
comunidad internacional. El llamamiento del Patriarca Sako concluye con
una invocación a Dios Omnipotente, para que se ponga fin a los
sufrimientos del pueblo iraquí y se conserve “la unidad de nuestro
país”.
En las consideraciones expresadas por el patriarca caldeo en su
llamamiento se percibe la preocupación por el aumento de las disputas
políticas, geo-políticas y sectarias entre los diferentes actores
militares, nacionales y étnico-religiosos, sobre la futura estructura
política de la región de Mosul y de la provincia de Nínive, tras la
eventual derrota del Califato.