Nairobi, KENIA (Agencia Fides, 07/10/2016) - “Una vez más los trabajadores provenientes de
otras partes de Kenia, se han visto afectados en un atentado terrorista
que recuerda a otros ataques cometidos por los Shabaab en la zona, cuyas
víctimas siempre son trabajadores forasteros. Los objetivos siempre son
personas del interior de Kenia, no población local”, dice a la Agencia
Fides Su Exc. Mons. Joseph Alessandro, Obispo de Garissa, en el noreste
de Kenia, en la frontera de Somalia, cuya diócesis incluye la ciudad de
Mandera, donde en un complejo de viviendas para trabajadores han muerto
seis personas. La matanza ha sido perpetrada en la noche del 6 de
octubre, y reivindicada por los Shabaab que han declarado que pretendían
matar a los cristianos.
Durante los últimos dos años, los Shabaab han perpetrado en la zona,
varias masacres contra personas que no son ni somalíes ni musulmanes. La
más grave fue en la Universidad de Garissa, donde 148 personas fueron
asesinadas en base a su afiliación religiosa.
“Los Shabaab han perdido el consenso de gran parte de la población
somalí, que es de religión islámica, por las masacres cometidas contra
otros musulmanes. Por eso ahora los Shabaab en Kenia, cuando atentan
contra un lugar lleno de gente, discriminan entre musulmanes y
cristianos, perdonando a los primeros y matando a los segundos”,
explicaba en ese momento a la Agencia Fides Mons. Alessandro, agregando que “la reivindicación de los Shabaab
afirma que estos ataques terroristas son una represalia por la presencia
del ejercito de Kenia en Somalia, cuyas tropas juegan un papel
importante en el expulsa a los Shabaab de las áreas más importantes de
la costa, interrumpiendo los tráficos lucrativos con los que se
financiaba el movimiento fundamentalista”.
En el caso de la matanza del 6 de octubre, el Obispo precisa: “Hemos
contactado con algunas de nuestras fuentes locales. Nos han dicho que
por lo menos en un principio no se sabía si los autores de la matanza
eran los Shabaab o algún otro grupo por motivos criminales. Algunos de
los trabajadores alojados en una vivienda donde tuvo lugar la matanza
estaban trabajando en una cantera de piedra cuyos propietarios habían
sido denunciados porque no pagaban los sueldos a los trabajadores. En un
primer momento se pensó en una represalia por la denuncia de los
trabajadores. Pero esta interpretación ha sido cancelada tras la
reivindicación de los Shabaab”.