sábado, 29 de septiembre de 2018

Tema de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2019

CIUDAD DEL VATICANO (http://press.vatican.va - 29 de septiembre de 2018).
Este es el tema elegido por el Papa FRANCISCO para la 53a Jornada Mundial de las  Comunicaciones  Sociales, que se  celebra en 2019:


“Somos miembros los unos de los otros” (Ef 4,25). De las “communities” a las comunidades.


El tema subraya la importancia de restituir a la comunicación una perspectiva amplia, fundada sobre la persona; y pone el acento en el valor de la interacción, entendida siempre como diálogo y oportunidad de encuentro con los demás.


Se solicita así una reflexión sobre el estado actual y sobre la naturaleza de las relaciones en Internet, para recomenzar desde la idea de comunidad como red entre las personas en su totalidad.


Algunas de las tendencias predominantes en el llamado social web nos sitúan de hecho ante una pregunta fundamental: ¿hasta qué punto se puede hablar de verdadera comunidad frente a las lógicas que caracterizan algunas communities en las redes sociales?


La metáfora de la red como comunidad solidaria implica la construcción de un “nosotros” basado en la escucha del otro, en el diálogo y, por consiguiente, en el uso responsable del lenguaje.


Ya en su primer Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, en 2014, el Santo Padre hizo un llamamiento para que Internet fuese “un lugar rico en humanidad: no una red de cables, sino de personas humanas”.


La elección del tema del Mensaje de 2019 confirma la atención del Papa FRANCISCO hacia los nuevos ambientes comunicativos y, en especial, hacia las redes sociales, en las que el Pontífice está presente en primera persona a través de la cuenta @Pontifex en Twitter y el perfil @Franciscus en Instagram.

Audiencia a la Asociación Nacional de Policía del Estado

CIUDAD DEL VATICANO (http://press.vatican.va - 29 de septiembre de 2018).
A las 12:00 horas, en el Aula Pablo VI, el Santo Padre FRANCISCO ha recibido en Audiencia a la Asociación Nacional de Policía del Estado y les ha dirigido el siguiente discurso:


DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A LOS MIEMBROS DE LA ASOCIACIÓN NACIONAL DE POLICÍA 
DE ESTADO

Aula Pablo VI
Sábado, 29 de septiembre de 2018


Queridos hermanos y hermanas:¡buenos días!


Me complace encontrarme hoy con vosotros y  compartir, junto con toda vuestra Asociación Nacional, vuestros deseos y propósitos. Agradezco a vuestro Presidente, el Jefe de la Policía del Estado, sus palabras y saludo a todos los que forman parte de la Asociación que une a los miembros de la Policía todavía en activo y a aquellos que, incluso habiendo terminado su servicio, aún se sienten parte de ella y llevan adelante sus ideales.  En efecto, la Asociación se propone "transmitir las tradiciones de la Policía del Estado" (Estatuto, artículo 2.1) favoreciendo la unión de todos sus miembros, en excedencia o en servicio. De este modo, se valoriza la experiencia de los miembros ancianos y su patrimonio histórico-cultural, que no debe dispersarse, sino transmitirse e incrementarse, y se contribuye a fortalecer el vínculo entre las generaciones, a veces desgraciadamente debilitado en el marco de las relaciones sociales.


Es muy significativo que de vuestra Asociación puedan formar parte los ciudadanos comunes que, aunque no sean miembros de la Policía, asumen sus valores y su compromiso. Formáis así una gran familia: una familia abierta a todos aquellos que quieran esforzarse por el bien común partiendo de vuestros principios; una familia que quisiera incluir y acoger a cada ciudadano, para difundir una cultura de legalidad, respeto y seguridad.


Sin estos fundamentos, ningún contexto social puede alcanzar el bien común, ya que tarde o temprano se convertirá en una maraña de intereses personales, no relacionados entre sí, incluso opuestos. El bien de una sociedad, de hecho, no se cifra en el bienestar de la mayoría o del respeto de los derechos de "casi todos". Se cifra, en cambio, en el bien de la colectividad como conjunto de personas, de modo que, si uno sufre, "todos los miembros sufren con él" (cf. 1 Co 12:26).


Cuando faltan la legalidad y la seguridad, los más débiles son los primeros perjudicados, porque tienen menos medios para defenderse y mantenerse por sí mismos. En efecto,  toda injusticia afecta sobre todo a los más pobres, y a todos aquellos que de diversas maneras pueden llamarse "los últimos". Los últimos en nuestro mundo son aquellos que abandonan sus tierras debido a la guerra y la miseria y deben comenzar desde cero en un contexto completamente nuevo; los últimos son aquellos que han perdido sus hogares y trabajos, y no pueden mantener a sus familias; los últimos son los que viven marginados y enfermos, o son víctimas de injusticias y abusos.  A todos ellos os acercáis cuando intentáis prevenir los delitos y trabajáis para combatir el bullying y el fraude; cuando dedicáis vuestro tiempo y energías a la formación de los jóvenes y a la vigilancia de las escuelas, a la protección del territorio y del patrimonio artístico, a la organización de congresos y a la formación de una ciudadanía más activa y consciente.


Es motivo de satisfacción y de esperanza ver cuántos ámbitos abarcan vuestras iniciativas,  dictadas no por la atención a un solo aspecto de la vida civil, sino por la solicitud por las personas a las que llegáis en cada situación de necesidad o en los peligros en los que puedan encontrarse , como lo hace un buen padre, que no se limita a decirle a su hijo de una vez por todas que debe tener cuidado con los peligros, sino que se preocupa  por las diversas amenazas a las que puede enfrentarse, y que poco a poco, procura enseñarle y acompañarlo.


Os agradezco, por lo tanto, el mensaje de compartición y solidaridad que transmitís, con un esfuerzo a menudo escondido. Haceos  cada vez más promotores de este cuidado amoroso de las personas, que es la síntesis de vuestros ideales, sabiendo que es capaz de generar nuevas relaciones y dar vida a un orden más justo. Con vuestro compromiso contribuís, efectivamente, a incluir, en la masa de la sociedad, el fermento de la igualdad y de la fraternidad, que nunca deja de producir su fruto.


Lo vemos claramente si consideramos los primeros siglos del cristianismo: cómo los valores transmitidos por el Evangelio transformaron radicalmente la vida y la mentalidad de toda la sociedad humana. Fue así como el anuncio de la hermandad entre todos los hombres, proclamada por los primeros discípulos de Jesús y sus sucesores, socavó gradualmente las bases sobre las cuales se justificaba la esclavitud, hasta hacer que se  percibiera como una institución inicua y a causar su extinción. Del mismo modo, el mensaje de un Dios que muere en la cruz sin acusar, pero perdonando, y aceptando el sufrimiento y la humillación por amor, trastocó la jerarquía de valores y dio nueva dignidad a los desamparados y excluidos. Además, la actitud de Jesús con las mujeres, los enfermos y los niños marcó un profundo  cambio cultural en relación con todo lo que  sucedía "antes de Cristo", y tildó de injusta, para los siglos futuros, a toda acción de violencia o de desinterés por estas categorías de personas.


He recordado brevemente algunos frutos de la difusión del mensaje evangélico en la sociedad humana, para tener siempre en cuenta cómo la incorporación de los valores de solidaridad y paz, que encuentran su cumbre en la persona y el mensaje de Jesús, pudieron y siguen pudiendo todavía hoy, renovar las relaciones interpersonales y sociales. Es precisamente lo que esperamos para nuestro tiempo sabiendo que cuando practicamos la caridad cambia el mundo y la historia, incluso si no notamos de inmediato sus efectos. Este es nuestro objetivo, y esto es lo que contribuís a hacer como Asociación Nacional de Policía Estatal cuando, siguiendo el ejemplo de vuestro Patrono San Miguel Arcángel, os oponéis a todo lo que hiere o destruye al hombre.


Al saludaros, os agradezco la obra que lleváis a cabo con tanta dedicación y pidiendo vuestra oración por mí, invoco sobre vuestra Asociación y sobre todos sus miembros la bendición y la protección de Dios. Gracias.


Link:
http://w2.vatican.va/content/francesco/it/events/event.dir.html/content/vaticanevents/it/2018/9/29/associazione-nazionale-polizia.html



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Audiencias diarias del Papa [Sábado 29 de septiembre]

CIUDAD DEL VATICANO (http://press.vatican.va - 29 de septiembre de 2018).
El Santo Padre FRANCISCO ha recibido esta mañana en Audiencias a:


- S.E. el Cardenal Marc Ouellet,  P.SS., Prefecto de la Congregación para los Obispos.


- S.E. Mons. George Kocherry, Arzobispo titular de Othona, Nuncio Apostólico en Bangladesh.


- S.E. Mons. Héctor Miguel Cabrejos Vidarte, O.F.M.,Arzobispo de Trujillo (Perù)


- Miembros de la Asociación Nacional de la Policía de Estado.

El Santo Padre invita a los fieles a rezar cada día el Rosario durante el mes de octubre

CIUDAD DEL VATICANO (http://press.vatican.va - 29 de septiembre de 2018).
El Santo Padre FRANCISCO ha decidido invitar a todos los fieles, de todo el mundo, a rezar cada día el Santo Rosario, durante todo el mes mariano de octubre y a unirse así en comunión y penitencia, como pueblo de Dios, para pedir a la Santa Madre de Dios y a San Miguel Arcángel que protejan a la Iglesia del diablo, que siempre pretende separarnos de Dios y entre nosotros.


En los últimos días, antes de su partida a los Países Bálticos, el Santo Padre se reunió con el P. Fréderic Fornos S.I., Director Internacional de la Red Mundial de Oración por el Papa, y le pidió que difundiera su llamamiento a todos los fieles del mundo, invitándoles a terminar el rezo del Rosario con la antigua invocación "Sub Tuum Praesidium", y con la oración a San Miguel Arcángel, que protege y ayuda en la lucha contra el mal (ver Apocalipsis 12, 7-12).


La oración –afirmó el Pontífice hace pocos días, el 11 de septiembre, en una homilía en Santa Marta, citando el primer libro de Job-, es el arma contra el Gran acusador que "vaga por el mundo en busca de acusaciones". Sólo la oración puede derrotarlo. Los místicos rusos y los grandes santos de todas las tradiciones aconsejaron, en momentos de turbulencia espiritual, protegerse bajo el manto de la Santa Madre de Dios pronunciando la invocación "Sub Tuum Praesidium".


La invocación "Sub Tuum Praesidium" dice lo siguiente:


“Sub tuum praesidium confugimus Sancta Dei Genitrix. Nostras deprecationes ne despicias in necessitatibus, sed a periculis cunctis libera nos semper, Virgo Gloriosa et Benedicta”.


[Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, ¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita!].


Con esta solicitud de intercesión, el Santo Padre pide a los fieles de todo el mundo que recen para que la Santa Madre de Dios, ponga a la Iglesia bajo su manto protector, para  defenderla de los ataques del maligno, el gran acusador, y hacerla, al mismo tiempo,  siempre más consciente de las culpas, de los errores, de los abusos cometidos en el presente y en el pasado y comprometida a luchar sin ninguna vacilación para que el mal no prevalezca.


El Santo Padre también ha pedido que el rezo del Santo Rosario durante el mes de octubre concluya con la oración escrita por León XIII:


“Sancte Michael Archangele, defende nos in proelio; contra nequitiam et insidias diaboli esto praesidium. Imperet illi Deus, supplices deprecamur: tuque, Princeps militiae caelestis, Satanam aliosque spiritus malignos, qui ad perditionem animarum pervagantur in mundo, divina virtute, in infernum detrude. Amen”.


[San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén].

Comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede

CIUDAD DEL VATICANO (http://press.vatican.va - 29 de septiembre de 2018). 
El Papa FRANCISCO ha dimitido del estado clerical a Fernando Karadima Fariña, de la Arquidiócesis de Santiago de Chile. El Santo Padre ha tomado esta decisión excepcional en conciencia y por el bien de la Iglesia.


El Santo Padre ha ejercido su “potestad ordinaria, que es suprema, plena, inmediata y universal en la Iglesia” (Código de Derecho Canónico, canon 331), consciente de su servicio al pueblo de Dios como sucesor de San Pedro.


El decreto, firmado por el Papa el jueves 27 septiembre de 2018, entró en vigor automáticamente desde ese mismo momento, y comporta también la dispensa de todas las obligaciones clericales. Ha sido notificado a Karadima Fariña el viernes 28 de septiembre de 2018.

Discurso del Secretario para las Relaciones con los Estados durante el 73 período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre : “Libertad de la persecución: Minorías religiosas cristianas, pluralismo religioso en peligro”

CIUDAD DEL VATICANO (http://press.vatican.va - 29 de septiembre de 2018).  Discurso pronunciado ayer en New York por S.E. Mons. Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados y Jefe de la Delegación de la Santa Sede, , durante el 73 período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas cuyo tema ha sido “Libertad de la persecución: Minorías religiosas cristianas, pluralismo religioso en peligro”.


Discurso de S.E. Mons. Paul Richard Gallagher


Su Excelencia, Ministro de Relaciones Exteriores de Hungría,
Excelencias, damas y caballeros,


Me gustaría agradecer a Hungría el haberme invitado a intervenir en esta discusión de alto nivel sobre "Libertad de la persecución: minorías religiosas cristianas, pluralismo religioso en peligro".


Es un hecho histórico indiscutible que el cristianismo comenzó en Oriente Medio. Sin embargo, la dura verdad es que las antiguas comunidades cristianas sufren en la región del nacimiento del cristianismo. La población cristiana en Oriente Medio ha disminuido drásticamente en los últimos años y, en algunos lugares, puede no sobrevivir, sin importar cuán profundas sean sus raíces.


Los cristianos siempre han coexistido con los musulmanes y han sido parte del tejido de Oriente Medio. Tal hecho, evidente por sí mismo, sirve para recordar al mundo una vez más que los cristianos tienen todo el derecho de vivir en paz y libertad. En efecto, a lo largo de dos milenios, las comunidades cristianas en Oriente Medio han contribuido activamente a sus respectivas sociedades. Han sido fundamentales en la protección y promoción de las antiguas culturas de la región. La comunidad siria todavía habla y reza en arameo, el lenguaje de Jesús. La diáspora cristiana de Oriente Medio ha difundido su cultura en todo el mundo. Durante largos períodos de la historia, cristianos y musulmanes han vivido pacíficamente, unos al lado de los otros, a pesar de los casos esporádicos de violencia basados ​​en una manipulación política de la religión o la etnia.


En las últimas décadas, sin embargo, algo ha sacudido esta convivencia relativamente armoniosa. Los cristianos y otras minorías religiosas y étnicas en Oriente Medio han soportado dificultades, presiones, discriminación e incluso una persecución mortal. Como el patriarca caldeo testificó ante el Consejo de Seguridad en mayo de 2015: "Los grupos extremistas islámicos se niegan a vivir con los que no son musulmanes. Los están persiguiendo y desarraigando de sus hogares y destruyendo todos los rastros de su historia", un patrimonio inmenso e irremplazable de la humanidad.


Esta no es solo una cuestión religiosa; es una cuestión de derechos humanos fundamentales. Mientras para los cristianos los que han sido asesinados por la fe son mártires, para todas las personas de fe o sin fe, han sido víctimas de las más escandalosas violaciones de los derechos humanos. Estos crímenes atroces exigen, por lo tanto, una respuesta no solo de los cristianos y de otras personas de fe; ante la ley, exigen una respuesta de las autoridades públicas, cuyo deber es proteger a su gente y proporcionarles un espacio en el que prosperar, crear sociedades armoniosas y ser ciudadanos respetuosos de la ley.


La "protección" es una responsabilidad primordial de los Estados para con todos y cada uno de sus ciudadanos, independientemente de su raza, religión u origen étnico. Durante la primera parte del siglo XVI, cuando surgía el concepto de Estados soberanos nacionales, el fraile español Francisco de Vitoria describió la responsabilidad de los gobernadores de proteger a sus ciudadanos como un aspecto de la razón natural compartida por todas las naciones, y una regla para un orden "internacional" cuya tarea es regular las relaciones entre los pueblos. Las Naciones Unidas se basan en este principio fundamental.


La “protección” se convierte en una responsabilidad más específica y urgente para un Estado cuando partes de su población, simplemente por el hecho de ser minorías, objetivo de persecución, están sometidas a todas las formas de violencia física, subyugación, detención falsa, expropiación de bienes, esclavitud, exilio forzado, asesinato, limpieza étnica y otros crímenes de lesa humanidad.


El deber de defender no solo se refiere a la “responsabilidad de proteger a las poblaciones del genocidio, los crímenes de guerra, la limpieza étnica y los crímenes de lesa humanidad”, tal como se define en el Documento Final de la Cumbre Mundial 2005, [1] sino también de todas las violaciones de sus derechos humanos fundamentales y de sus derechos como ciudadanos.


Las violaciones de los derechos religiosos de las minorías además de las violaciones más atroces como el genocidio, los crímenes de guerra, la limpieza étnica y los crímenes de lesa humanidad, también incluyen diversas formas de discriminación incorporadas en las estructuras legales y administrativas, que se traducen  en obstruccionismo burocrático y pesadas cargas administrativas con respecto a la construcción de lugares de culto y escuelas.


Por lo tanto, esa protección debe ir más allá de la mera prevención de la aniquilación intencionada o real de las minorías, y ha de incluir el análisis y la solución de las causas profundas de la discriminación y la persecución en su contra. En este sentido, me gustaría mencionar brevemente tres elementos, que considero esenciales en nuestros esfuerzos a largo plazo para abordar las causas fundamentales de la persecución y la discriminación contra las minorías religiosas, de hecho, de todas las minorías.


En primer lugar, creo que la clave para proteger a las minorías religiosas o étnicas de la persecución es el pleno respeto del estado de derecho y la plena igualdad de todos ante la ley basada en el principio de ciudadanía, independientemente de las diferencias religiosas, raciales o étnicas. Las leyes deben garantizar inequívocamente los derechos fundamentales de todos los ciudadanos sin excepción, incluido el derecho a la libertad religiosa. Incluso en lugares donde la ley otorga un estatus especial a una religión en particular, una ley que priva a un individuo o a una comunidad de libertades fundamentales no es una ley justa.


Este diciembre celebramos el setenta aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La Declaración establece que "todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley." (Art. 7). Garantiza " la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.”(Art. 18). Estas libertades fundamentales deben aplicarse a todos los pueblos en todos los rincones del globo: en Iraq, Siria o Libia, tanto como en los Estados Unidos, Italia o Japón. La igualdad de todos ante la ley debe ser un elemento esencial en nuestra defensa a favor de los cristianos perseguidos y de otras minorías religiosas y étnicas -de hecho, de todas las personas- en Oriente Medio.


En segundo lugar, las recientes brutalidades contra las minorías religiosas o étnicas han sido perpetradas por sujetos no estatales violentos que operan en Estados con instituciones débiles. La comunidad internacional tiene una grave responsabilidad ante tales atrocidades que continúan incluso mientras estamos hablando aquí. Al adoptar universalmente el Documento Final de la Cumbre Mundial 2005, la comunidad internacional se comprometió a ayudar a los Estados a ejercer esta responsabilidad de proteger, ayudándolos a desarrollar la capacidad de proteger a sus poblaciones de crímenes atroces y a tomar medidas colectivas de manera puntual y decisiva. 2] La comunidad internacional no ha podido cumplir con este compromiso. Hay que sacudirla de su inercia y divisiones.


En tercer lugar, si hemos fracasado en proteger a las minorías religiosas y étnicas de ser sometidas a las violaciones más graves de sus derechos humanos fundamentales, debemos trabajar para restablecer sus derechos. La justicia para los sobrevivientes exige no solo justicia contra los perpetradores de los crímenes; también exige que tratemos de devolverles lo más posible lo que les han arrebatado. Esto significa garantizar las condiciones para que las minorías religiosas y étnicas regresen a sus lugares de origen y vivan con dignidad y seguridad, con los marcos sociales, económicos y políticos básicos necesarios para garantizar la cohesión de la comunidad. No basta con reconstruir viviendas, escuelas y lugares de culto, lo cual es un punto crucial, como ocurre en varias ciudades de la llanura de Nínive gracias a la generosidad de gobiernos como Hungría u organizaciones caritativas como Ayuda a la Iglesia Necesitada o los Caballeros de Colón. También es imperativo reconstruir la sociedad, sentando las bases de la coexistencia pacífica sobre la base de la ciudadanía.


Esta lista está lejos de ser exhaustiva, pero cumplirla ya contribuiría a proteger a las minorías étnicas y religiosas perseguidas en Oriente Medio y en otros lugares.


Deseo concluir recordando la grave y específica responsabilidad de los líderes religiosos de hacer frente y condenar el abuso de creencias y sentimientos religiosos para justificar el terrorismo y la violencia contra los creyentes de otras religiones. Deben enseñar un firme y claro "¡No!" a toda forma de violencia, venganza y odio perpetrada en nombre de la religión o en nombre de Dios, y un "¡Sí!" igualmente firme y claro al derecho de toda persona de seguir en conciencia a Dios, tal como él o ella creen que Dios los llama a adorarlo y seguirlo. Si se respetara la libertad fundamental de conciencia y creencia, no necesitaríamos ninguna "protección especial" o "específica" para nadie.


Gracias por su amable atención.

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[1] Resultados de la Cumbre Mundial 2005,
 138-139.


[2] Resultados de la Cumbre Mundial 2005, 138-139.

Encuentro de Pastoral hispana: “Los católicos latinos son una bendición para la iglesia en los EUA”

Grapevine, ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA (Agencia Fides, 29/09/2018) - “La Providencia de Dios ha querido que este importante evento se realizara en un momento tan difícil para la Iglesia de Dios en los Estados Unidos”. Lo ha comentado el presidente de la Comisión Pontificia para América Latina, Guzmán Carriquiry, hablando sobre el V Encuentro Nacional Pastoral de Pastoral Hispana/Latina organizado en los últimos días por la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos (Usccb) en Grapevine (Texas) en la que han participado alrededor de 3.000 delegados.

Durante el Encuentro, del 20 al 23 de septiembre, se han realizado reuniones, conferencias, trabajos en grupo y celebraciones en presencia de 157 obispos. Ha sido la culminación de un proceso de trabajo de cuatro años a nivel local, diocesano y regional, en el que se han involucrado 250 mil personas y se ha dado formación a más de 26 mil nuevos líderes.

Los Obispos, al comienzo del proceso, habían alentado el trabajo con estas palabras: “Los católicos hispanos son una bendición de Dios y una presencia profética que ha transformado muchas diócesis y parroquias en comunidades de fe más acogedoras, vibrantes y evangelizadoras”.

La iniciativa, titulada “Discípulos Misioneros: Testigos del Amor de Dios”, ha tenido como objetivo identificar las necesidades y aspiraciones de los católicos hispanoamericanos, desarrollar programas de formación apropiados, promover el liderazgo latino, invitar a todos los católicos a acompañarlos, comprometerse en “compartir y celebrar las Buena Nueva y ser levadura del Reino de Dios”. Entre las prioridades pastorales que se han identificado está el servicio a los jóvenes y adolescentes, junto con la necesidad de “salir al encuentro de los que están al borde del camino”.

“Los latinos” no cuentan con una presencia significativa entre los líderes de las parroquias o en las diócesis de los EE. UU.”, ha observado Monseñor José Gómez, Arzobispo de Los Ángeles, durante el evento. Para el prelado, nacido en México, es fundamental que crezca entre ellos “un liderazgo en la vida eclesial”. “Hablar un idioma común entre los blancos y los latinos es esencial para el futuro de la Iglesia en los EE. UU.”, ha agregado el obispo Michael Olson, al frente de la diócesis de Fort Worth, manifestando su esperanza de que “todos pongan de su parte ya que la unidad requiere conversión”.

La experiencia de la comunidad hispana podría ser una lección para toda la Iglesia en los Estados Unidos, a través de “muchas ideas sobre cómo hacer catequesis, sobre cómo acompañar a las personas en dificultad, sobre cómo mantener unidas a las familias”, ha comentado Monseñor. Daniel Flores, Obispo de Brownsville.

El trabajo realizado hasta el momento comienza a despertar “una visión de mayor protagonismo, no solo para la comunidad sino también para toda la Iglesia”, escribe Jorge Domínguez-López en “Nuestra voz”, un medio de comunicación en español de la misma diócesis.

Hoy, viven en los Estados Unidos 75 millones de católicos (en 1965 había 48.5 millones) y los hispanos contribuyen con un 71% al crecimiento de la población católica que vive en el país desde 1960. Hoy, de 325,7 millones de habitantes, 52 millones (sin contar los ilegales) son latinos. Entre ellos, el 68% son católicos.

La primera misión fundada en la Cuba de Castro cuenta con 17 años de presencia franciscana

NEWS ANALYSIS/OMNIS TERRA - La Habana, CUBA (Agencia Fides, 29/09/2018) - Los frailes franciscanos conventuales fueron la primera comunidad religiosa que entró de nuevo en Cuba después de 1959, es decir, desde el comienzo de la Revolución. Los frailes están presentes en Matanzas y en la Habana desde 2009. Viven al servicio de la iglesia, adaptándose a las exigencias locales: su principal campo de trabajo ha sido el servicio pastoral, sobre todo porque es difícil trabajar en otros sectores.

El padre franciscano Angelo Di Giorgio OFM Conventual habla sobre los primeros diecisiete años de la "Delegación Nuestra Señora de la Caridad del Cobre", la primera misión cubana desde el comienzo de la "Revolución", en el libro "Presencia de los Hermanos Menores Conventuales en Cuba desde 2001" que ha sido publicado recientemente y recibido por la Agencia Fides. Y lo define así: Un "nuevo capítulo en la historia de la misión", escrito con "páginas de nueva evangelización y de presencia franciscana en una tierra sedienta de libertad, justicia social y paz" "incluso en medio de tantas dificultades".

El franciscano explica: "La apertura de la isla caribeña coincidió con un momento histórico particular; la visita apostólica de San Juan Pablo II", el 21 de enero de 1998, primera visita de un Papa al territorio cubano (luego bendecida también por la de otros dos sucesores de Pedro). "Ellos tuvieron una brillante intuición, -continúa el p. Angelo, responsable de la animación misionera de la provincia italiana San Francisco - obtuvieron el permiso de las autoridades locales para permitir que 30 sacerdotes entrasen para encargarse de la actividad pastoral". "Antes de esto, solo podía entrar un sacerdote para ocupar un puesto vacante".

La Orden "tomó esta oportunidad al vuelo, aceptando la invitación del Papa" y envió a los primeros tres frailes desde la provincia de le Marche (Italia), quienes el 6 de noviembre de 2001 establecieron la comunidad de Matanzas (...)
 
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Continúa leyendo el análisis en Omnis Terra -> http://omnisterra.fides.org/gestione_ot/articles/view/106

Mons. Dal Toso inaugura el Congreso Misionero: “el hombre de hoy necesita el Evangelio”

París, FRANCIA (Agencia Fides, 29/09/2018) – El Arzobispo Giovanni Pietro Dal Toso, Secretario adjunto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y Presidente de las Obras Misionales Pontificias, ayer por la tarde, 28 de septiembre, inauguró en París, el Congreso Misionero que reunirá durante los próximos tres días a sacerdotes y laicos franceses para reflexionar juntos sobre la evangelización en el país y sobre como proponer la fe hoy en día.

Este congreso se viene realizando desde el 2015, el último fin de semana de septiembre, con la ayuda de las Obras Misionales Pontificias de Francia. Los grandes aspectos sobre los que trata el Congreso del 2018 giran en torno a temas fundamentales como realizar una pastoral parroquial completamente misionera; como anunciar a Jesucristo entre las nuevas generaciones, en el ámbito social y político, en los espacios públicos; como pueden los matrimonios cristianos ser imagen del amor de Dios.

Mons. Dal Toso, alegrándose por esta experiencia misionera, la ha definida “un signo de vitalidad,  un signo de que la Iglesia se está moviendo en la dirección que el Papa Francisco ha indicado desde el inicio de su pontificado con la exhortación apostólica Evangelii Gaudium”. Luego ha dividido su intervención en tres etapas: la Iglesia misionera, el contenido de la misión, la misión y la cultura.

Citando los resultados de una encuesta reciente de un conocido instituto de investigación, según el cual en Europa solo el 27% de los encuestados cree en el Dios revelado en las Escrituras, el Arzobispo ha destacado “la necesidad de la misión” hoy en día: “debemos dar al hombre la experiencia de Dios que lo ama, para que este hombre, esta mujer, pueda aprender a amar plenamente”. Llevar el Evangelio, la buena nueva que es Cristo, es decir, evangelizar, es tarea de la Iglesia. “Estamos en la Iglesia y Dios ha querido que la Iglesia se manifestara al hombre, y también al hombre de hoy, al que Dios quiere salvar. Esta es la única razón por la cual existe la Iglesia, solo para evangelizar”.

El presidente de las Obras Misionales Pontificias también ha subrayado que “la misión de evangelización que la Iglesia ha recibido de Cristo no es una misión abstracta o teórica”, sino que se concreta a través del testimonio. El Concilio Vaticano II insistió en la “responsabilidad misionera del Pueblo de Dios en su conjunto” y para mantener viva esta responsabilidad de toda la Iglesia hacia la misión, el Papa Francisco ha querido convocar un Mes Misionero Extraordinario, en octubre de 2019. “Este deber misionero une la Iglesia local a la Iglesia universal”, ha dicho citando el Catecismo de la Iglesia Católica y las Escrituras, y destacando que Jesucristo “ha querido una sola Iglesia”, que encuentra su sustancia y sus elementos constitutivos en cada Iglesia local, como subraya el Concilio.

“La insistencia en el hecho de que la Iglesia está llamada a ser misionera no debe hacernos descuidar una cuestión fundamental – ha continuado-. ¿En qué consiste la misión? Jesús, enviando a sus discípulos después de su resurrección, indica claramente el propósito de la misión: enseñar y bautizar. Por lo tanto, podríamos resumir en un doble movimiento el 'centro' de la misión: la proclamación y el sacramento que marca la conversión”.

En la última parte de su discurso, Mons. Dal Toso ha propuesto una reflexión sobre la relación con la cultura, que en Europa ha tenido como catalizador a la fe cristiana. “¿Podemos decir que el hombre secularizado se ha vuelto más feliz, más libre, más realizado, más sensible a sus hermanos porque se ha liberado de Dios y de su Iglesia? ¡No lo creo! La misión de la Iglesia es salvar al hombre, es decir, dar a su cultura un rostro completamente humano. La Iglesia salva al hombre al proclamarle el Evangelio. El hombre de hoy necesita este evangelio para renovarse y renovar el mundo en el que vive, porque la fe vivida se convierte en cultura”.

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El texto completo del discurso, en francés -> http://www.fides.org/it/attachments/view/file/MISSION_ET_L_EGLISE_28092018_docx.docx

Una casa-familia en Jerusalén para los hijos de los migrantes

Jerusalén, TIERRA SANTA (Agencia Fides) - La primera casa-familia de la Comunidad del Papa Juan XXIII en Tierra Santa ha abierto sus puertas en Jerusalén, en el Vicariato de Santiago de los católicos de lengua hebrea en Israel. “Para nosotros es muy significativo abrirnos a la acogida de los más pobres en la tierra de Jesús, quién es amigo de los pobres”, explica en una nota enviada a la Agencia Fides Giovanni Paolo Ramonda, presidente de la Comunidad de Don Benzi.

Monseñor Pierbattista Pizzaballa OFM, Administrador Apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén, acompañado por el vicario padre Rafic Nahra y por el ex vicario padre David Neuhaus, han estado presentes en la inauguración, ya que han sido grandes promotores del proyecto.
Antonio de Filippis, responsable del proyecto para la Comunidad Papa Juan XXIII explica a Fides:

El Vicariato de Santiago nació de un grupo de judíos convertidos al catolicismo y luego se ha enriquecido con la llegada de muchos inmigrantes, que no hablan árabe. De este modo estamos aquí en Israel para hacer Iglesia con la minoría católica de habla hebrea. Es una experiencia de identidad israelí importante, que nos ayuda como católicos en la recuperación de las interpretaciones hebreas del Antiguo Testamento. Nos regocijamos en el encuentro silencioso entre estas dos identidades, una Iglesia discreta que promueve el encuentro en 4 parroquias”.

El Vicariato de Santiago trabaja dentro del Patriarcado Latino en la pastoral y en la atención a los inmigrantes. Como parte de este compromiso está la apertura de la nueva casa-familia, cuyo proyecto esta en marcha desde febrero. Comenzamos con la acogida sólo durante el día de 3 niños filipinos, hijos de inmigrantes, ahora hemos llegado a acoger 5 menores a tiempo completo.

“La relación con estos niños es muy difícil, son niños heridos”, explica Barbara Branchetti entre los voluntarios que trabajan en el hogar familiar. Bárbara, que es una enfermera de 39 años, conoció la Comunidad Papa Juan XXIII en 2012 gracias a un curso misionero y después de dos experiencias de misión, aceptó con entusiasmo la propuesta de venir a Jerusalén.

Para responder adecuadamente a las nuevas necesidades pastorales, al servicio de los migrantes y refugiados, en mayo de 2018 el Patriarcado Latino estableció una “parroquia personal” para todos los migrantes y refugiados en Israel y un Vicariato Episcopal específico para migrantes y refugiados. El arzobispo Pizzaballa explica que el objetivo común es “garantizar un servicio pastoral completo a todos los que están lejos de nuestras iglesias, pero que, a pesar de las difíciles circunstancias sociales en las que viven, quieren recibir un acompañamiento eclesial”. Con estas iniciativas, el patriarcado pretende responder a las necesidades de una comunidad eclesial que durante varios años se ha enriquecido con las decenas de miles de extranjeros que viven permanentemente en nuestro territorio y que llenan nuestras iglesias: filipinos, indios, ciudadanos de Sri Lanka y muchos otros que, como observa Pizzaballa, “se ha convertido en una parte integral de nuestra comunidad”. En los últimos años, también han llegado refugiados de Sudán del Sur y Eritrea.

Los Camilos intervienen ante la emergencia por terremoto y tsunami en Sulawesi

Maumere, INDONESIA (Agencia Fides, 29/09/2018) – El violento terremoto que este 28 de septiembre ha devastado la isla indonesia de Sulawesi ya se ha cobrado la vida de más de 384 víctimas, además de cientos de heridos y desaparecidos, en un balance que todavía es provisional. La zona más afectada es la de Palu, capital de la provincia de Sulawesi Central que, con una población de más de 300 mil habitantes, es una de las ciudades principales de la isla. El tsunami posterior ha exacerbado la situación y creado problemas con las comunicaciones ya que se ha cortado la electricidad y esto obstaculiza los esfuerzos de búsqueda y rescate. Varios edificios se han derrumbado debido a las olas de hasta tres metros de altura.

“Indonesia es una nación muy grande y nuestra comunidad, en Flores, está a miles de kilómetros del epicentro. Estamos intentando ponernos en contacto con nuestros hermanos de comunidad para que a su vez puedan darnos algunas actualizaciones y preparar las intervenciones”, dice el padre Aris Miranda, director ejecutivo de la Camillian Disaster Service International (CADIS), fundación de los padres camilos que trabaja en los contextos más vulnerables.

“El área afectada por el terremoto está muy lejos de nuestra isla de Flores, donde no se ha registrado ninguna sacudida. Las noticias aún no son muy claras, pero esperamos poder comprender hoy de forma más precisa como es la situación: expresamos nuestra solidaridad y aseguramos nuestras oraciones a los hermanos afectados”, agrega el padre Luigi Galvani, misionero camilo en Maumere.

Hace un mes la Camillian Disaster Service International (CADIS), predispuso una intervención para la población de Lombok, isla en la provincia de Nusa Tenggara Occidental, que también se vio afectada por un terremoto. En Lombok el seísmo ha destrozado miles de casas, escuelas, lugares de culto, oficinas gubernamentales, servicios públicos, carreteras, red eléctrica y de abastecimiento de agua.

El cobalto, un mineral estratégico para los coches eléctricos, ¿permitirá el despegue económico del Congo?

Kinshasa, REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO (Agencia Fides, 29/09/2018) - Los nuevos automóviles eléctricos representan una oportunidad para la República Democrática del Congo, que suministra más de dos tercios de la producción mundial de cobalto, un mineral esencial para la construcción de las baterías de estos automóviles.

En marzo, el gobierno de la República Democrática del Congo revisó el código de minería que declara el cobalto como un mineral estratégico, permitiendo un aumento del 2% al 10% del impuesto que el Estado recauda para su extracción.

La revisión del código minero ha sido el tema central de la tercera edición de la conferencia minera de la República Democrática del Congo celebrada del 12 al 14 de septiembre en Kolwezi, capital de la provincia de Lualaba.

La conferencia ha contado con la asistencia de una representación de la Comisión Episcopal de Recursos Naturales (CERN) dirigida por el Secretario Ejecutivo, el Dr. Henri Muhiya quién refiriéndose al nuevo código, ha subrayado que “si se aplica correctamente, el país podrá obtener ingresos que le permitirán desarrollarse y resolver los problemas de la población”.

En su discurso durante la conferencia, el Secretario Ejecutivo de la CERN ha manifestado su esperanza en que los congoleños puedan participar del capital social de las empresas mineras, así como en la implementación efectiva de la exclusividad de la concesión de los permisos de explotación a compañías de derecho congoleñas. Este dispositivo, según Henri Muhiya, permitirá que las comunidades locales consigan puestos de trabajo. Además ha recordado a las empresas sus responsabilidades sociales y ambientales.

El doctor Muhiya ha ilustrado el trabajo de la CERN que se basa en “observatorios locales de recursos naturales”. Estas instalaciones ayudan a la CERN a educar e informar a la población, así como a recopilar datos sobre las actividades mineras locales. A partir de la recopilación de datos de todo el país, la CERN produce estadísticas e informes que se difunden a nivel nacional e internacional.

La República Democrática del Congo ha sido definida como un “escándalo geológico” debido a la inmensa riqueza mineral que posee y la enorme pobreza de su población. Además del cobalto y el cobre, la República Democrática del Congo es rica en bauxita, carbón, coltán, diamantes, hierro, metano, manganeso, oro, petróleo, pizarra bituminosa, niobio, níquel-cromo, fosfato y estaño.

viernes, 28 de septiembre de 2018

Conferencia de Prensa del Santo Padre FRANCISCO durante el vuelo de regreso de su Viaje Apostólico a los Países Báticos a Roma

CIUDAD DEL VATICANO (http://press.vatican.va - 28 de septiembre de 2018).- Conferencia de Prensa del Papa FRANCISCO durante el vuelo de regreso de su Viaje Apostólico a los Países Báticos a Roma.


[22-25 DE SEPTIEMBRE DE 2018]


CONFERENCIA DE PRENSA DEL SANTO PADRE
DURANTE EL VUELO DE REGRESO A ROMA


Martes, 25 de septiembre de 2018



Greg Burke:


Buenas noches, Santo Padre. Sobre todo, gracias. Tres países en cuatro días, no es muy fácil, es un poco cansado... Parecía poco cuatro países en cuatro días, porque el primer día fue la sorpresa de China, por lo tanto, hemos hecho también esto: nos hemos acercado a China. Intentemos permanecer en el tema —esto lo hemos dicho muchas veces—, hablar del viaje. Ciertamente, comenzaremos con los periodistas locales de cada país, pero intentemos en la rueda de prensa hablar del viaje en los países bálticos. No sé si usted quiere decir algo antes.


Papa FRANCISCO:


Ante todo, agradeceros por el trabajo que habéis hecho, porque también para vosotros, tres países en cuatro días, no es fácil. Sobre todo, trasladarse de una parte a otra es cansado. Os agradezco mucho por el servicio que ofrecéis a la gente sobre este viaje, que es lo más importante de vuestra comunicación: lo que sucedió allí. Hay muchas cosas interesantes en este viaje y espero preguntas en este sentido.


Greg Burke:


Gracias. La primera es Saulena Žiugždaite, Bernardinai.LT, de Lituania.


Saulena Žiugždaite:


Santo Padre, gracias por este momento y por todo este viaje. Cuando habló en Vilna del alma lituana, dijo que debíamos ser puentes entre el Este y el Oeste. Pero no es fácil ser un puente: los demás te atraviesan siempre. Alguien dice que nuestra tragedia es que estamos sobre el puente. Tal vez uno dice: “Decididamente, es mejor formar parte de Occidente con sus valores”. ¿Usted qué quería decir, qué significa ser un puente?


Papa FRANCISCO:


Es cierto; es evidente que vosotros formáis parte, hoy, políticamente de Occidente, de la Unión Europea y habéis hecho tanto para entrar en la Unión Europea. Después de la independencia, inmediatamente habéis llevado a cabo todos los requisitos, que no son fáciles y habéis sido capaces de entrar en la Unión Europea, es decir, una pertenencia a Occidente. Tenéis también relaciones con la OTAN: pertenecéis a la OTAN, y esto dice Occidente. Si miráis a Oriente, está vuestra historia: una historia dura. También parte de la historia trágica vino desde Occidente, de los alemanes, de los polacos, pero sobre todo, del nazismo, eso vino desde Occidente. Por lo que respecta a Oriente, del imperio ruso.


Tender puentes supone, exige fortaleza. Fortaleza no solo por la pertenencia a Occidente, que os da fortaleza, sino por la propia identidad. Me doy cuenta de que la situación de los tres países bálticos está siempre en peligro, siempre. El miedo de la invasión… porque la historia misma os recuerda eso. Y usted tiene razón cuando dice que no es fácil, pero este es un partido que se juega cada día, un paso después de otro: con la cultura, con el diálogo... Pero no es fácil. Creo que el deber de todos nosotros es ayudaros en esto. Más que ayudaros, es estar cerca de vosotros, con el corazón.


Greg Burke:


Gracias, Santo Padre. La próxima pregunta viene de Gints Amolins, Latvijas Radio (Letonia).


Gints Amolins:


Buenos días, Santidad. En los países bálticos, usted habló a menudo de la importancia de las raíces y de la identidad. De Letonia, y también de Lituania y de Estonia, hay muchas personas que se han ido a países más prósperos y muchos están ya echando raíces en otra parte. Y después, hay también, como en Europa en general, problemas demográficos a causa de la baja natalidad. Por lo tanto, en esta situación, ¿qué pueden y deben hacer nuestros países, los líderes de nuestros países y también cada uno personalmente? ¿Cómo se debería considerar este problema?


Papa FRANCISCO:


En mi patria no conocía a gente de Estonia ni de Letonia, mientras que es muy fuerte —en términos relativos— la inmigración lituana. En Argentina hay muchos. Y ellos llevan allí la cultura, la historia y están orgullosos del doble esfuerzo de introducirse en el país nuevo y también de conservar su identidad. En sus fiestas están los vestidos tradicionales, los cantos tradicionales y siempre, cada vez que pueden, vuelven a su patria de visita. 


Pienso que la lucha para mantener la identidad les hace muy fuertes y vosotros tenéis esto: tenéis una identidad fuerte. Una identidad que se ha formado en el sufrimiento, en la defensa y en el trabajo, en la cultura.


¿Y qué se puede hacer para defender la identidad? El recurso a las raíces, esto es importante. La identidad es algo antiguo, pero debe transmitirse. La identidad se inserta en la pertenencia a un pueblo, y la pertenencia a un pueblo hay que transmitirla. Las raíces hay que transmitirlas a las nuevas generaciones, y esto con la educación y con el diálogo, sobre todo entre ancianos y jóvenes. Y debéis hacerlo, porque vuestra identidad es un tesoro. Cada identidad es un tesoro, pero concebida como pertenencia a un pueblo. Esto es lo que se me ocurre, no sé si corresponde a su pregunta.


Greg Burke:


Gracias, Santo Padre. Y ahora, Evelyn Kaldoja, Postimees (Estonia).


Evelyn Kaldoja:


Gracias. Quisiera hacer la pregunta en inglés. En la homilía de hoy, usted ha dicho que hay algunos que gritan y amenazan con el uso de armas y el empleo de los ejércitos, etcétera. Considerando dónde nos encontrábamos, en aquella misma plaza había soldados de la OTAN que fueron enviados a Estonia como título de garantía. Muchos pensaron en la situación de los confines orientales de Europa. ¿Usted está preocupado por las tensiones en esa área y por los católicos que viven a uno y otro lado de las fronteras de Europa?


Papa FRANCISCO:


La amenaza de las armas. Hoy los gastos mundiales en armas son escandalosos. Me decían que con lo que se gasta en armas en un mes se podría dar de comer a todos los hambrientos del mundo durante un año. No sé si será verdad. Es terrible. La industria, el comercio de las armas, también el contrabando de las armas es una de las corrupciones más grandes. Y antes que esto está la lógica de la defensa. David fue capaz de vencer con una honda y cinco piedras, pero hoy no existen los David. Y creo que para defender a un país debe haber un ejército de defensa razonable y no agresivo. Razonable y no agresivo. Así la defensa es lícita y es también un honor defender la patria. El problema viene cuando se convierte en agresivo y no razonable, y se hacen las guerras de frontera. De guerras de frontera tenemos tantos ejemplos, no solo en Europa, hacia el Este; sino también en los demás continentes. Se pelea por el poder, para colonizar un país. Esta es, a mi parecer, la respuesta sobre su pregunta. Es escandalosa hoy la industria de las armas ante un mundo hambriento. Segundo, es lícito y razonable tener un ejército para defender las fronteras, porque esto honra; como es lícito tener la llave de la puerta de la casa. Por defensa.


Greg Burke:


Gracias, Santo Padre. La próxima pregunta es del grupo alemán: Stefanie Stahlhofen, de la agencia católica alemana CIC (Alemania).


Stefanie Stahlhofen:


Santo Padre, en el encuentro ecuménico en Tallin usted dijo que los jóvenes no ven una condena clara por parte de la Iglesia católica frente a los escándalos sexuales. En Alemania ha sido publicada hoy una nueva investigación sobre los abusos sexuales y cómo la Iglesia ha tratado tantos casos.


Papa FRANCISCO:


Sobre esto hablaré después. Responderé primero a las preguntas sobre el viaje. Gracias. Esta es la regla. Pero será la primera pregunta después de las del viaje.


Greg Burke:


Permanezcamos sobre el viaje.


Ahora un periodista de la Radio-Televisión Lituana.


Edvardas Spokas:


Hablaré en inglés. En los tres países, usted se ha declarado a favor de la apertura: apertura a los migrantes, apertura al otro. Pero, por ejemplo, en Lituania ha habido una confrontación sobre el suceso de una chica que le saludó cuando aterrizó, frente al avión: no tenía un aspecto precisamente lituano. Era en parte italiana, con la piel un poco oscura... Mi pregunta es: en los países bálticos, ¿las personas escuchan de usted solamente lo que quieren escuchar o escuchan lo que usted está intentando decirles? ¿Escuchan su mensaje sobre la apertura?


Papa FRANCISCO:


El mensaje sobre la apertura a los migrantes está bastante adelante en vuestro pueblo, no hay fuertes focos populistas. También Estonia y Letonia son pueblos abiertos que quieren integrar a los migrantes, pero no de forma masiva, porque no se puede, integrarlos con la prudencia del gobierno. Hemos hablado de esto con dos de los tres jefes de estado y el argumento lo han tocado ellos, no yo. Y en los discursos de los presidentes, usted verá que las palabras “acogida”, “apertura” son frecuentes. Esto indica una voluntad de universalidad, en la medida en la que se puede, por espacio, trabajo, etcétera; en la medida en la que se pueda integrar —esto es muy importante— y en la medida en la que no sea una amenaza contra la propia identidad. Son tres cosas que yo he entendido sobre las migraciones del pueblo. Y esto me ha conmovido mucho: apertura prudente y bien pensada. No sé si usted piensa otra cosa.


Edvardas Spokas:


Mi pregunta se refería a cómo ha sido recibido su mensaje.


Papa FRANCISCO:


Yo creo que sí. En este sentido que he dicho. Porque hoy, el problema de los migrantes en todo el mundo —y no solo la migración externa, sino también interna en los continentes— es un problema grave y no es fácil estudiarlo. En cada país, en cada sitio, en cada lugar tiene connotaciones diferentes.


Greg Burke:


Gracias, Santo Padre; con las preguntas sobre el viaje hemos terminado.


Papa FRANCISCO:


Muy bien. Quisiera deciros yo algo sobre algunos puntos del viaje que he vivido con una fuerza especial.


El hecho de vuestra historia, de la historia de los países bálticos: una historia de invasiones, de dictaduras, de crímenes, de deportaciones... Cuando visité el Museo, en Vilna: “museo” es una palabra que nos hace pensar en el Louvre. No. Ese Museo es una cárcel, es una cárcel en la cual eran llevados los detenidos, por razones políticas o religiosas. Y he visto celdas del tamaño de este asiento, donde se podía estar solamente de pie, celdas de tortura. 


He visto lugares de tortura donde, con el frío que hace en Lituania, llevaban a los prisioneros desnudos y echaban sobre ellos agua, y allí permanecían por horas y horas, para romper su resistencia. Y después entré en el aula, en la sala grande de las ejecuciones. Los prisioneros eran llevados allí por la fuerza y asesinados con un disparo en la nuca; después se les subía en una cinta transportadora y cargados en un camión se les tiraba en el bosque. 
Más o menos mataban cuarenta al día. Al final fueron unos quince mil los que fueron asesinados allí. Esto forma parte de la historia de Lituania, pero también de los otros países. Lo que he visto era en Lituania. Después fui al lugar del Gran Gueto, donde fueron asesinados miles de judíos. Después, en la misma tarde, fui al Monumento a la memoria de los condenados, asesinados, torturados, deportados. Ese día —os digo la verdad— quedé destrozado: me hizo reflexionar sobre la crueldad. Pero os digo que, en base a las informaciones que tenemos hoy, la crueldad no ha terminado. La misma crueldad se encuentra hoy en muchos lugares de detención, en muchas cárceles; también la superpoblación de una cárcel es un sistema de tortura, una forma de vivir sin dignidad. Una cárcel que actualmente no prevé dar al detenido una perspectiva de esperanza, ya es una tortura. Después hemos visto, en televisión, la crueldad de los terroristas del Estado Islámico: ese piloto jordano quemado vivo, esos cristianos coptos degollados en la playa de Libia, y muchos otros. Hoy la crueldad no ha terminado. Existe en todo el mundo. Y este mensaje quisiera transmitirlo a vosotros, como periodistas: esto es un escándalo, un grave escándalo de nuestra cultura y de nuestra sociedad.


Lo que he visto también en estos tres países es el odio [del régimen anterior] por la religión, cualquiera que sea. El odio. Vi un obispo jesuita, en Lituania o en Letonia, no recuerdo bien, que estuvo deportado en Siberia, diez años, después en otro campo de concentración... Ahora es anciano, sonriente... Muchos hombres y mujeres, por haber defendido la propia fe, que era su identidad, fueron torturados y deportados en Siberia, y no volvieron; o fueron asesinados. La fe en estos tres países es grande, es una fe que nace precisamente del martirio, y esta es una cosa que quizá vosotros habéis visto, hablando con la gente, como hacéis vosotros periodistas, para tener noticias del país.


Además, esta experiencia de fe tan importante ha producido un fenómeno particular en estos países: una vida ecuménica como no hay en otros, muy generalizada. Hay un verdadero ecumenismo: ecumenismo entre luteranos, baptistas, anglicanos y también ortodoxos. En la catedral, ayer, en el encuentro ecuménico en Letonia, en Riga, lo hemos visto: algo grande; hermanos, vecinos, juntos en una sola iglesia..., cercanos. El ecumenismo ha echado raíces ahí.


Después hay otro fenómeno en estos países que es importante estudiar, y quizás vosotros podéis hacer tantas cosas buenas en vuestro trabajo, estudiando esto: el fenómeno de la transmisión de la cultura, de la identidad y de la fe. Normalmente, la transmisión se hizo por los abuelos. ¿Por qué? Porque los padres trabajaban, papá y mamá debían trabajar, y tenían que estar aliados en el partido —tanto en el régimen soviético como en el nazi— y también educados en el ateísmo. Pero los abuelos han sabido transmitir la fe y la cultura. En el tiempo en el que en Lituania estaba prohibido el uso de la lengua lituana, se había quitado de las escuelas, cuando iban al servicio religioso —tanto protestante como católico— tomaban los libros de oración para ver si estaban en lengua lituana o en lengua rusa o alemana. Y muchos —una generación, en esa época— aprendieron la lengua materna de los abuelos: eran los abuelos que enseñaban a escribir y a leer la lengua madre. Esto nos hace pensar y sería bonito algún artículo, algún servicio televisivo sobre la transmisión de la cultura, de la lengua, del arte, de la fe en momentos de dictadura y de persecución. No se podía pensar en otra cosa, porque todos los medios de comunicación, que en ese tiempo eran pocos —la radio—  estaban controlados por el Estado. Cuando un gobierno se convierte, quiere convertirse en dictatorial, lo primero que hace es apropiarse de los medios de comunicación.


Estas cosas he querido subrayar.


Y ahora, me refiero al encuentro de hoy con los jóvenes. Los jóvenes se escandalizan: introduzco aquí la primera pregunta que está fuera del tema del viaje. Los jóvenes se escandalizan por la hipocresía de los poderosos. Se escandalizan por las guerras, se escandalizan de la incoherencia, se escandalizan de la corrupción. Y en esto de la corrupción entra lo que usted subrayaba de los abusos sexuales. Es verdad que hay una acusación a la Iglesia, y todos sabemos, conocemos las estadísticas, yo no lo diré aquí. Pero, aunque hubiera sido un solo sacerdote el que haya abusado de un niño, de una niña, sería igualmente monstruoso, porque ese hombre fue elegido por Dios para llevar al niño al cielo. Yo entiendo que los jóvenes se escandalicen de esta corrupción tan grande. Saben que está por todos lados, pero en la Iglesia es más escandaloso, porque se debe llevar a los niños a Dios, y no destruirlos. Los jóvenes tratan de hacer camino con la experiencia. El encuentro con los jóvenes, hoy, era muy claro: ellos piden escucha, piden escucha. No quieren fórmulas fijas. No quieren un acompañamiento directivo. Y la segunda parte de esta pregunta, que era la primera fuera del viaje, era que “la Iglesia no hace las cosas como debe en esto, en el limpiar esta corrupción”. Tomo el informe de Pensilvania, por ejemplo, y vemos que hasta los primeros años de los 70 había muchos sacerdotes que cayeron en esta corrupción. Después, en tiempos más recientes, han disminuido porque la Iglesia se ha dado cuenta que debía luchar de otra manera. En los tiempos pasados, estas cosas se cubrían. Se cubrían también en casa, cuando el tío violaba a la sobrina, cuando el padre violaba a los hijos: se cubrían, porque era una vergüenza muy grande. Era la forma de pensar de los siglos pasados, y del siglo pasado. En esto, hay un principio que a mí me ayuda mucho para interpretar la historia: un hecho histórico debe ser interpretado con la hermenéutica de la época en la cual ha sucedido este hecho, no con una hermenéutica de hoy. Por ejemplo: el indigenismo. Ha habido muchas injusticias, muchas brutalidades. Pero no puede ser interpretado con la hermenéutica de hoy, cuando tenemos otra conciencia. Otro ejemplo: la pena de muerte. También el Vaticano como Estado, cuando era Estado Pontificio, tenía la pena de muerte; el último fue decapitado en torno a 1870, un criminal, un joven. Pero después la conciencia moral crece, la conciencia moral crece. Es verdad que siempre hay lagunas, siempre hay condenas a muerte escondidas: tú eres viejo, molestas, no te doy los medicamentos..., y después se dice: “se ha ido”. Es una condena a muerte —social— de hoy. 


Creo que con esto he respondido. La Iglesia: tomo el ejemplo de Pensilvania, mirad las proporciones y ved que cuando la Iglesia ha empezado a tomar conciencia de esto, ha hecho de todo. Y en los últimos tiempos yo he recibido muchas, muchas condenas emitidas por la Congregación para la Doctrina de la Fe y he dicho: “Adelante, adelante”. Nunca, nunca he firmado, después de una condena, una petición de gracia. Sobre esto no se negocia, no hay negociación.


Greg Burke:


Antonio Pelayo, de “Vida nueva”, Antena 3 (España).


Antonio Pelayo:


Santo Padre, hace tres días se ha firmado un Acuerdo entre la Santa Sede y el gobierno de la República Popular China. ¿Puede darnos alguna información suplementaria sobre esto, sobre el contenido? Porque algunos católicos chinos, en particular el cardenal Zen, le acusan de haber vendido la Iglesia al gobierno comunista de Pekín, después de tantos años de sufrimiento. ¿Qué responde a esta acusación?


Papa FRANCISCO:


Este es un proceso de años, un diálogo entre la Comisión vaticana y la Comisión china, para arreglar el nombramiento de los obispos. El equipo vaticano ha trabajado mucho. Quisiera dar algunos nombres: Monseñor Celli, que con paciencia ha ido, ha dialogado, ha vuelto... años, años. Después, Monseñor Rota Graziosi, un humilde curial de 72 años que quería ser sacerdote en parroquia, pero se ha quedado en la Curia para ayudar en este proceso. Y después, el Secretario de Estado, el Cardenal Parolin, que es un hombre muy devoto, pero tiene una devoción especial a la lupa: todos los documentos los estudia punto, coma, acentos... Y esto me da una seguridad muy grande. Y este equipo, con estas cualidades, ha ido adelante. Vosotros sabéis que cuando se hace un acuerdo de paz o una negociación, las dos partes pierden algo, esta es la regla. Ambas partes. Y se va adelante. Este proceso ha ido así: dos pasos adelante, uno atrás, dos adelante, uno atrás...; después pasaron meses sin hablarse, y después... Son los tiempos de Dios, que se parecen al tiempo chino: lentamente.... Esta es sabiduría, la sabiduría de los chinos. Las situaciones de los obispos que estaban en dificultad han sido estudiadas caso por caso, y al final los documentos han llegado a mi escritorio y he sido yo el responsable de la firma, en el caso de los obispos. En lo que se refiere al Acuerdo, han pasado los borradores por mi escritorio, se hablaba, daba mis ideas, los otros discutían e iban adelante. Pienso en la resistencia, en los católicos que han sufrido: es verdad, ellos sufrirán. En un acuerdo siempre hay sufrimiento. Pero ellos tienen una gran fe y escriben, hacen llegar mensajes, afirmando que lo que la Santa Sede, lo que Pedro dice, es lo que dice Jesús: es decir la fe “martirial” de esta gente hoy va adelante. Son grandes. Y el Acuerdo lo he firmado yo, las Cartas Plenipotenciarias para firmar ese Acuerdo. Yo soy el responsable. Los otros, que he nombrado, han trabajado durante más de diez años. No es una improvisación: es un camino, un verdadero camino.


Y después, una sencilla anécdota y un dato histórico, dos cosas antes de acabar. Cuando hubo ese famoso comunicado de un ex nuncio apostólico, los episcopados del mundo me han escrito diciendo que se sentían cercanos, que rezaban por mí; también los fieles chinos han escrito, y la firma de este escrito era del obispo —digamos así— de la Iglesia tradicional católica y del obispo de la Iglesia patriótica: juntos, los dos, y los fieles de las dos Iglesias. Para mí, esto ha sido un signo de Dios. Y lo segundo: no olvidemos que en América Latina —gracias a Dios esto se ha superado— durante 350 años fueron los reyes de Portugal y España los que nombraban a los obispos. Y el Papa daba solamente la jurisdicción. Olvidamos el caso del Imperio austrohúngaro: María Teresa se cansó de firmar nombramientos de obispos, y dio la jurisdicción al Vaticano. Otras épocas, gracias a Dios, que no se repitan. Pero el caso actual no es por el nombramiento: es un diálogo sobre los eventuales candidatos. Se hace en diálogo. Pero el nombramiento pertenece a Roma; el nombramiento es del Papa, esto está claro. Y rezamos por los sufrimientos de algunos que no entienden o que tienen sobre los hombros muchos años de clandestinidad.


Os agradezco mucho. Nos dicen que la cena está preparada, y el vuelo no es largo. Muchas gracias. Muchas gracias por vuestro trabajo. Y rezad por mí.


Greg Burke:


Gracias a usted, Santo Padre. Buena cena y buen descanso.


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Mensaje del Papa FRANCISCO con motivo del 60 ° Día internacional de las personas sordas

CIUDAD DEL VATICANO (http://press.vatican.va - 28 de septiembre de 2018).- Texto del mensaje que el Santo Padre FRANCISCO ha enviado al Ente Nacional de Sordos (E.N.S.) de Italia con motivo del 60º Día Internacional de las personas sordas que se celebra hoy:


MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
EN OCASIÓN DE LA 60ma JORNADA MUNDIAL DEL SORDO


¡Queridos hermanos y hermanas!

Me gustaría haber estado hoy con vosotros, pero lamentablemente no ha sido posible; por lo tanto, me presento con este mensaje para expresaros mi cercanía, esperando encontrarme con vosotros en una próxima ocasión.

En esta celebración del 60° Día Internacional de las personas sordas, -el primero se celebró en Roma el 28 de septiembre de 1958-  deseo ante todo dar gracias al Señor por el testimonio de vuestra Asociación, el Ente Nacional de Sordos (ENS), y de tantos hombres y mujeres de buena voluntad que desde hace muchos años se comprometen en combatir la exclusión y la cultura del descarte para defender y promover, en todos los ámbitos, el valor de la vida de cada ser humano y, en particular, la dignidad de las personas sordas.

La historia del ENS está hecha por personas que creyeron en la unidad, la solidaridad, en el compartir objetivos comunes, en la fuerza de ser comunidad dentro de un largo camino jalonado de progresos, sacrificios y batallas diarias. Una historia hecha por aquellos que no se dieron por vencidos y siguieron creyendo en la autodeterminación de las personas sordas. Es un gran resultado si pienso en las muchas personas sordas y en sus familiares que, enfrentados al desafío de la discapacidad, ya no se sienten solos.

En estas décadas se han logrado grandes avances en diversos campos, científico, social y cultural, pero al mismo tiempo también se ha extendido la peligrosa e inaceptable cultura del descarte, como consecuencia de la crisis antropológica que ya no pone al hombre en el centro, sino que busca más bien el interés económico, el poder y el consumo desenfrenado (cf. Evangelii gaudium, 52-53). Entre las víctimas de esta cultura están las personas más vulnerables, los niños que tienen dificultades para participar en la vida escolar, los ancianos que experimentan la soledad y el abandono, los jóvenes que pierden el sentido de la vida y ven que les roban el futuro y sus mejores sueños

Pensando en vosotros, me gustaría recordar que ser y hacer asociación es en sí mismo un valor. No sois una suma de personas, sino que os  habéis unido para vivir y transmitir la voluntad de acompañar y apoyar a aquellos que, como vosotros, están en dificultades pero, ante todo, son una riqueza humana que no tiene precio. Hoy hay una gran necesidad de vivir con alegría y compromiso la dimensión asociativa: estar unidos y ser solidarios, compartir experiencias, éxitos y fracasos, aunar recursos; todo esto contribuye a aumentar el patrimonio humano, social y cultural de un pueblo. Las asociaciones como la vuestra, -gracias a Dios en Italia no son pocas-, animan a todos a formar comunidad; de hecho, a ser comunidad, a acogernos mutuamente  con nuestros límites y nuestros esfuerzos, pero también con nuestras alegrías y nuestras sonrisas. ¡Porque todos tenemos capacidades y límites!

Estamos llamados a ir contra la corriente, luchando sobre todo para que siempre esté protegido el derecho de cada hombre y cada mujer a una vida digna. No se trata solo de satisfacer determinadas necesidades, sino todavía más de reconocer el propio deseo de ser acogidos  y de poder vivir de forma independiente. El desafío es que la inclusión se convierta en mentalidad y cultura, y que los legisladores y gobernantes no dejen de brindar su apoyo consistente y concreto a esta causa. Entre los derechos que deben garantizarse no hay que olvidar  los del estudio, el trabajo, la vivienda, el acceso a la comunicación. Por eso, mientras se lucha con tenacidad contra las barreras arquitectónicas, hay que comprometerse para derribar todas las barreras que impiden la posibilidad de relacionarse y encontrarse con autonomía y de alcanzar una cultura y una práctica de inclusión verdaderas. Esto se aplica tanto a la sociedad civil como a la comunidad eclesial.

Muchos de vosotros han alcanzado su posición social y profesional, incluso de alto nivel, con gran dificultad debido a la sordera, y esta es una gran conquista humana y civil. ¡Pero que contento estoy cuando veo que vosotros, como otras personas con discapacidad, en virtud de vuestro bautismo alcanzáis estos objetivos incluso dentro de la Iglesia, especialmente en el campo de la evangelización! Esto se convierte en ejemplo y estímulo para las comunidades cristianas en su vida diaria.
 


Espero que en cada diócesis, vosotros los sordos, junto con los agentes pastorales capacitados para el lenguaje de las señas, la lectura de los labios y los subtítulos, colaboréis  para que las personas sordas se integren plenamente en la comunidad cristiana y crezca en ellas el sentido de pertenencia. Para ello es necesaria una pastoral inclusiva en parroquias, asociaciones y escuelas.

El primer lugar de inclusión es, sin embargo, como siempre, la familia. Por lo tanto, también en este caso, las familias con personas sordas son protagonistas de la renovación de la mentalidad y del estilo de vida. Lo son tanto como destinatarias  de servicios que, con todo derecho, reclaman de las instituciones competentes que  como sujetos de acción promocional en los ámbitos civil, social y eclesial.

Queridos amigos, se ha hecho mucho, también gracias a vosotros, para aumentar la acogida, la inclusión, el encuentro,  la solidaridad. Pero aún queda mucho por hacer de cara a la promoción de las personas sordas, superando el aislamiento de muchas familias y rescatando  a aquellos que todavía  son objeto de discriminación inaceptable. Que mi oración y mi bendición os  acompañen en este compromiso renovado. Pero vosotros también, por favor, no os olvidéis de rezar  por mí y por toda la Iglesia, para que se convierta cada vez más en una comunidad fraterna y hospitalaria.
Del Vaticano, 28 de septiembre de 2018


FRANCISCO


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Audiencia a los "Patrons of the Arts" de los Museos Vaticanos

CIUDAD DEL VATICANO (http://press.vatican.va - 28 de septiembre de 2018).-
A las 11:00 horas, en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico Vaticano, el Santo Padre FRANCISCO recibió en Audiencia a los "Patrons of the Arts" de los Museos Vaticanos con motivo del trigésimo quinto aniversario de la Asociación.



Palabras de saludo que el Papa dirigió a los presentes en la Audiencia:


SALUDO DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A LOS DIRIGENTES DE LOS  

Sala del Consistorio
Viernes, 28 de septiembre de 2018

 
Queridos amigos,


Me complace recibiros con motivo de vuestro encuentro en Roma, que coincide con el XXXV aniversario de la Asociación.


A lo largo de todos estos años, vuestra generosidad ha contribuido enormemente a la restauración de numerosos tesoros artísticos que se conservan en los Museos Vaticanos. Habéis continuado así una tradición que atraviesa los siglos, imitando las gestas de quienes pasaron a la historia de la Iglesia por  la puerta del arte, por ejemplo, subvencionando los frescos y sarcófagos en las catacumbas, las grandes catedrales románicas y góticas, las obras de Miguel Ángel, Rafael, Bernini y Canova.


El arte, en la historia, ha sido solo superado por la vida a la  hora de dar testimonio del Señor. De hecho, ha sido y es un camino prioritario que permite el acceso a la fe más que muchas palabras e ideas, porque con la fe comparte el mismo sendero, el de la belleza. Es una belleza, la del arte, que es buena para la vida y crea comunión: porque une a Dios, al hombre y a la creación en una sola sinfonía; porque conecta el pasado, el presente y el futuro, porque atrae en el mismo lugar e involucra en la misma mirada a gentes  y pueblos distantes.


Celebrar vuestro aniversario significa, pues, recordar con gratitud todo esto, pero también significa renovar la conciencia de una misión importante, la de preservar una belleza que es tan beneficiosa para el hombre. Contemplar el gran arte, expresión de la fe, nos ayuda, en particular, a redescubrir lo que importa en la vida. De hecho, el arte cristiano nos conduce a nuestro interior y nos eleva por encima de nosotros mismos: nos devuelve al Amor que nos creó, a la Misericordia que nos salva, a la Esperanza que nos aguarda.


Así, en nuestro mundo inquieto, hoy desafortunadamente tan desgarrado y afeado por el egoísmo y la lógica del poder, el arte representa, tal vez incluso más que en el pasado, una necesidad universal, ya que es fuente de armonía y paz y es una expresión de la gratuidad. Por lo tanto, os agradezco de todo corazón el bien que hacéis, y os doy, así como a vuestras familias, mi bendición, mis mejores deseos de paz, pidiéndoos que no os olvidéis de mí en vuestras oraciones.


¡El Señor os bendiga a todos!


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Audiencia a los participantes en la Asamblea Plenaria del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos

CIUDAD DEL VATICANO (http://press.vatican.va - 28 de septiembre de 2018).- A las 10.30 horas, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, el Santo Padre FRANCISCO ha recibido en Audiencia a los participantes en la Plenaria del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y les ha dirigido el siguiente discurso:


DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A LOS PARTICIPANTES EN LA PLENARIA DEL
PONTIFICIO CONSEJO PARA LA PROMOCIÓN DE LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS

Sala Clementina
Viernes, 28 de septiembre de 2018


Señores Cardenales, 
queridos hermanos Obispos y Sacerdotes, 
queridos hermanos y hermanas:

 
Me complace daros la bienvenida y agradezco al cardenal Koch las palabras que me ha dirigido. Os saludo y os doy vivamente las gracias a todos  vosotros, colaboradores, miembros y consultores del Consejo Pontificio, porque con vuestro esfuerzo diario me ayudáis a ofrecer mi ministerio como Obispo de Roma como servicio de unidad y comunión, con diferentes modalidades y formas, para todos los creyentes en Cristo.


Recientemente, han sido de gran importancia y consuelo algunos encuentros con cristianos de diferentes tradiciones. Rezar junto con los Jefes de las Iglesias ortodoxas y ortodoxas orientales en Bari, en comunión con los que sufren en el amado y atormentado Oriente Medio, nos ha recordado que no podemos permanecer indiferentes ante los padecimientos, lamentablemente todavía actuales, de tantos de nuestros hermanos y hermanas. Unirnos a los cristianos de diversas tradiciones en Ginebra, como parte del septuagésimo aniversario del Consejo Ecuménico de Iglesias, fue una oportunidad para agradecer a Dios los abundantes frutos del movimiento ecuménico y renovar nuestro compromiso irreversible de promover una unidad cada vez mayor entre los creyentes. 
Celebrar junto con muchos hermanos pentecostales el cincuenta aniversario de la Renovación Carismática Católica en Roma, en el Circo Máximo, en uno de los lugares donde los cristianos de los primeros siglos sufrieron más por causa Cristo, permitió a los católicos y pentecostales manifestar los dones y carismas otorgados por el mismo Espíritu en una sinfonía de alabanza al Señor Jesús, renovando el compromiso de cumplir el mandato misionero hasta los  extremos confines de la tierra. Estos han sido algunos momentos sobresalientes de ese camino ecuménico que todos los cristianos están llamados a realizar caminando juntos, orando juntos y trabajando juntos, a la espera de que el Señor nos guíe a la recomposición de la unidad plena. Y también me gustaría agregar la reunión anual,-Su Eminencia estuvo presente en dos de ellas- con el grupo "Juan 17" de los Estados Unidos y los pastores ...: hay una gran amistad y familiaridad que ayuda mucho.


El tema elegido para vuestra Plenaria - "Pentecostales, carismáticos y evangélicos: repercusión en el concepto de unidad"- es muy oportuno. El crecimiento constante de estas nuevas expresiones de la vida cristiana es un fenómeno muy significativo, que no puede pasarse por alto. Las formas concretas de las comunidades inspiradas por estos movimientos a menudo están vinculadas al particular contexto geográfico, cultural y social en el que se desarrollan, por lo que mi breve reflexión no tendrá en cuenta las situaciones individuales, sino que se referirá al fenómeno general.


En primer lugar, tenemos el deber de discernir y reconocer la presencia del Espíritu Santo en estas comunidades, tratando de construir con ellos lazos de auténtica fraternidad. Esto será posible multiplicando las ocasiones de encuentro  y superando la desconfianza mutua, motivada muchas veces por la ignorancia o la falta de comprensión. Y me gustaría contaros una experiencia personal y hacer un mea culpa. Cuando era [superior] provincial, prohibí a los jesuitas que entablasen relaciones con estas personas, -con la Renovación Católica-,  ¡y les dije que más que un encuentro  de oración parecía una "escuela de samba"! Luego me disculpé, y como obispo tuve una buena relación con ellos, con la misa en la catedral ... Pero se necesita un camino para entender. Entre las diversas actividades compartidas están la oración, la escucha de la Palabra de Dios, el servicio a los necesitados, el anuncio del Evangelio, la defensa de la dignidad de la persona y de la vida humana. Frecuentándonos mutua y fraternalmente, los católicos podemos aprender a apreciar la experiencia de muchas comunidades que, a menudo de manera diferente a las que estamos acostumbrados, viven su fe, alaban a Dios y dan testimonio del Evangelio de la caridad. Al mismo tiempo, ellos se verán ayudados a superar los prejuicios sobre la Iglesia católica y a reconocer que en el tesoro inapreciable de la tradición, recibida de los apóstoles y custodiada en el curso de la historia, el Espíritu Santo no se extingue ni sofoca en absoluto, sino que continúa su obra eficaz.


Soy consciente de que, en muchos casos, las relaciones entre católicos y pentecostales, carismáticos y evangélicos no son fáciles. La aparición repentina de nuevas comunidades, vinculada a la personalidad de algunos predicadores, contrasta fuertemente con los principios y la experiencia eclesiológica de las Iglesias históricas y puede ocultar el peligro de ser arrastrados por las ondas emocionales del momento o de encerrar la experiencia de la fe en ambientes protegidos y tranquilizadores. El hecho de que no pocos fieles católicos se sientan atraídos por estas comunidades es motivo de fricción, pero puede convertirse, por nuestra parte, en un motivo de examen personal y renovación pastoral.


De hecho,  son muchas las comunidades que se inspiran en estos movimientos y viven experiencias cristianas auténticas en contacto con la Palabra de Dios y en la docilidad a la acción del Espíritu, que lleva a amar, testimoniar y servir. Incluso estas comunidades, como enseñaba el Concilio Vaticano II, no carecen en absoluto de sentido y valor en el misterio de la salvación (cf. Unitatis redintegratio, 3). Los católicos pueden recibir aquellas riquezas que, bajo la guía del Espíritu, contribuyen en gran medida al cumplimiento de la misión de anunciar el Evangelio hasta los confines de la tierra. En efecto, la Iglesia crece en fidelidad al Espíritu Santo cuanto más aprende a no domesticarlo, sino a aceptar sin temor y, al mismo tiempo, con un serio discernimiento, su fresca novedad. El Espíritu Santo es siempre novedad. Siempre. Y tenemos que acostumbrarnos. Es una novedad que nos hace entender las cosas más profundamente, con más luz y nos hace cambiar tantos hábitos, incluso hábitos disciplinarios. Pero Él es el Señor de las novedades. Jesús nos dijo que Él nos enseñaría; nos recordaría lo que Él nos ha enseñado, y luego nos enseñará. Debemos estar abiertos a esto.Por lo tanto, es necesario evitar acomodarse en posiciones estáticas e inmutables, para asumir el riesgo de aventurarse en la promoción de la unidad: con obediencia eclesial fiel y sin extinguir el Espíritu (cf. 1 Tes. 5:19). Es el Espíritu quien crea y recrea la novedad de la vida cristiana, y es el mismo Espíritu el que reconduce todo a la verdadera unidad, que no es uniformidad. Para esta apertura de corazón, las actitudes que deben caracterizar, según el Espíritu, nuestras relaciones son la búsqueda de la comunión y el discernimiento cuidadoso.
 

En este sentido, los diálogos que ha llevado a cabo vuestro Consejo Pontificio con los pentecostales, con los carismáticos y con los evangélicos a nivel internacional, también a través de iniciativas como el Foro Cristiano Mundial, representan una contribución significativa y un estímulo para desarrollar mejores relaciones a nivel local.


Esta semana tuve la alegría de tener experiencias ecuménicas maduras en la "Tierra Mariana": la celebración ecuménica en la capital de Letonia, luego el encuentro ecuménico frente a la Puerta de la Virgen en Vilnius ... Han sido momentos de madurez ecuménica. Nunca había pensado que el movimiento ecuménico fuera, en esos lugares, tan maduro.Con la certeza de poder contar con vuestra dedicación, así como con vuestra oración por mí, renuevo mi gratitud y os doy mi bendición.


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Audiencias diarias del Santo Padre [Viernes 28 de septiembre]

CIUDAD DEL VATICANO (http://press.vatican.va - 28 de septiembre de 2018).-
El Santo Padre FRANCISCO ha recibido esta mañana en Audiencias a:


- Participantes en la   Plenaria del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.


- Patrons de los  Museos Vaticanos.


- Excmos. Prelados de la Conferencia  Episcopal de Inglaterra y Gales, en Visita “ad Limina Apostolorum”:

- S.E. Mons. Bernard Longley, Arzobispo de Birmingham con los Obispos Auxiliares: S.E. Mons. David Christopher McGough, Obispo titular de Cunavia, S.E. Mons. William Kenney, C.P., Obispo titular de Midica, S.E. Mons. Robert Byrne, C.O., Obispo titular de Cuncacestre.

- S.E. Mons. Declan Ronan Lang, Obispo de Clifton.

- S.E. Mons. Mark Davies, Obispo de Shrewsbury.

- S.E. Mons. George Stack, Arzobispo de Cardiff.

- S.E. Mons. Thomas Matthew Burns, S.M., Obispo de Menevia.

- S.E. Mons. Peter Brignall, Obispo de Wrexham.

- S.E. Mons. Malcolm Patrick McMahon, O.P., Arzobispo de Liverpool con el Obispo Auxiliar:

- S.E. Mons. Thomas Anthony Williams, Obispo titular de Mageó.

- S.E. Mons. Ralph Heskett, C.SS.R., Obispo de Hallam.

- S.E. Mons. Séamus Cunningham, Obispo de Hexham and Newcastle.

- S.E. Mons. Paul Swarbrick, Obispo de Lancaster.

- S.E. Mons. Marcus Stock, Obispo de Leeds.

- S.E. Mons. Terence Patrick Drainey, Obispo de Middlesbrough.

- S.E. Mons. John Stanley Kenneth Arnold, Obispo de Salford.

- S.E. Mons. Peter David Gregory Smith, Arzobispo de Southwark con los Obispos Auxiliares:  S.E. Mons. Patrick Kieran Lynch, SS.CC., Obispo titular de Castro, S.E. Mons. Paul Hendricks, Obispo titular de Rosemarkie.

- S.E. Mons. Alan Williams, S.M., Obispo de Brentwood.

- S.E. Mons. Alan Stephen Hopes, Obispo de East Anglia.

- S.E. Mons. Peter John Haworth Doyle, Obispo de Northampton.

- S.E. Mons. Patrick Joseph McKinney, Obispo de Nottingham.

- S.E. Mons. Charles Phillip Richard Moth, Obispo de Arundel and Brighton.

- S.E. Mons. Mark O’Toole, Obispo de Plymouth.

- S.E. Mons. Philip Anthony Egan, Obispo de Portsmouth.

- S.E. el Cardenal Vincent Gerard Nichols, Arzobispo de Westminster con los Obispos Auxiliares:  S.E. Mons. John Sherrington, Obispo titular de Ilta, S.E. Mons. Nicholas Gilbert Hudson, Obispo titular de Sanctus Germanus, S.E. Mons. Paul McAleenan, Obispo titular de Mercia, S.E. Mons. John Wilson, Obispo titular de Lindisfarna.

- Mons. Keith Newton, Ordinario del Ordinariato Personal Our Lady of Walsingham.

- S.E. Mons. Paul James Mason, Ordinario Militar.

- Padre Hugh David Renwich Turnbull Allan, O. Praem., Administrador Apostólico de la Prefectura Apostólica de  Falkland Islands o Malvinas.

- S.E. Mons. Hlib Borys Sviatoslav Lonchyna, M.S.U., Obispo de Holy Family of London de los Ucranianos Bizantinos.

- S.E. Mons. Joseph Srampickal, Obispo de Gran Bretaña de los Siro-Malabares.

Audiencia a los participantes en el Curso de formación sobre matrimonio y familia organizado por el Tribunal de la Rota Romana

CIUDAD DEL VATICANO (http://press.vatican.va - 28 de septiembre de 2018).- Ayer por la tarde, a las 17:00 en la Basílica de San Juan de Letrán, el Santo Padre FRANCISCO ha recibido en Audiencia a los participantes en el Curso de formación organizado por la diócesis de Roma y el Tribunal de la Rota Romana, sobre "Matrimonio y Familia", que ha tenido lugar en la Basílica de Letrán, del 24 al 26 de septiembre de 2018 y en el que han participado párrocos, diáconos permanentes, cónyuges y pastores.


Texto del discurso que el Papa ha dirigido a los presentes durante el encuentro:


DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A LOS PARTICIPANTES EN EL CURSO DE FORMACIÓN ORGANIZADO POR LA DIÓCESIS DE ROMA Y EL TRIBUNAL DE LA ROTA ROMAMA
"MATRIMONIO Y FAMILIA"

Basílica del San Juan de Letrán
Jueves, 27 de septiembre de 2018


Queridos hermanos y hermanas:


Me alegra encontraros al final del curso de formación sobre el matrimonio y la familia, organizado por la diócesis de Roma y el Tribunal de la Rota Romana. Dirijo mi cordial saludo a cada uno de vosotros, y doy las gracias al Cardenal Vicario, al Decano de la Rota y a todos los que han colaborado en estos días de estudio y reflexión. Os  han brindado la oportunidad de examinar los desafíos y los proyectos pastorales relacionados con la familia, considerada como iglesia doméstica y santuario de la vida. Es un campo apostólico vasto, complejo y delicado, al que hay que dedicar energía y entusiasmo, con la intención de promover el evangelio de la familia y de la vida. ¿Cómo no recordar, en este sentido, la visión amplia y llena de futuro de  mis predecesores, especialmente de San Juan Pablo II, que promovieron valientemente la causa de la familia, decisiva e insustituible para el bien común de los pueblos?


He desarrollado siguiendo sus huellas este tema, especialmente en la exhortación apostólica Amoris laetitia, poniendo en el centro la urgente necesidad de un camino serio de preparación para el matrimonio cristiano, que no se reduzca a unos pocos encuentros. El matrimonio no es solo un evento "social", sino un verdadero sacramento que implica una preparación adecuada y una celebración consciente. El vínculo matrimonial, en efecto, requiere un decidido compromiso por parte de los novios, que se centra en la voluntad de construir juntos algo que nunca debe ser traicionado o abandonado. En diversas diócesis del mundo se están desarrollando iniciativas para que la pastoral familiar sea más adecuada a la situación real, entendiendo, con esta frase, en primer lugar, el acompañamiento de los novios al matrimonio. Es importante ofrecer a las parejas la oportunidad de participar en seminarios y retiros de oración, que incluyan como animadores, además de sacerdotes, parejas casadas con una experiencia familiar consolidada y expertos en las disciplinas psicológicas.


Muchas veces la raíz última de los problemas, que salen a la luz después de la celebración del sacramento del matrimonio, se encuentra no solo en una inmadurez oculta y remota que emerge de improviso,  sino sobre todo en la debilidad de la fe cristiana y en la falta de acompañiento eclesial, en la soledad, en la que se deja a los recién casados después de la celebración de la boda. Solo enfrentados a la realidad cotidiana de la vida juntos, que llama a los cónyuges a crecer en un camino de entrega y sacrificio, algunos se dan cuenta de que no habían entendido plenamente lo que iban a comenzar. Y se sienten inadecuados, especialmente si se confrontan con el alcance y el valor del matrimonio cristiano, por cuanto se refiere a las implicaciones concretas relacionadas con la indisolubilidad del vínculo,  la apertura para transmitir el don de la vida y la fidelidad.


Por eso reitero la necesidad de un catecumenado permanente para el Sacramento del Matrimonio que atañe a su preparación, celebración y a los primeros tiempos sucesivos. Es un camino compartido entre sacerdotes, operadores pastorales y esposos cristianaos. Los sacerdotes, especialmente los párrocos, son los primeros interlocutores de los jóvenes que desean formar una nueva familia y casarse con el sacramento del matrimonio. El acompañamiento del ministro ordenado ayudará a los futuros esposos ​​a comprender que el matrimonio entre un hombre y una mujer es un signo de los esponsales  entre Cristo y la Iglesia, haciéndolos conscientes del profundo significado del paso que están a punto de dar. Cuanto más profundo y extendido  en el tiempo sea el camino de preparación, más aprenderán las parejas jóvenes a corresponder a la gracia y la fuerza de Dios y también desarrollarán los "anticuerpos" para hacer frente a los inevitables momentos de dificultad y fatiga de la vida conyugal y familiar.


En los cursos de preparación para el matrimonio es esencial reanudar la catequesis de la iniciación cristiana a la fe, cuyo contenido no debe darse por sentado o como ya asumido por los novios. En cambio, en la mayoría de los casos, el mensaje cristiano debe ser redescubierto por aquellos que se han quedado con alguna noción elemental del catecismo de la Primera Comunión y, si todo va bien, de la Confirmación. La experiencia demuestra que el tiempo de preparación para el matrimonio es un tiempo de gracia, en el que la pareja está particularmente abierta a escuchar el Evangelio, a recibir a Jesús como maestro de vida. A través de una actitud sincera de acogida de las parejas, de un lenguaje adecuado y una presentación clara de los contenidos, es posible activar dinámicas que superen lagunas muy difusas hoy en día: sea la carencia de formación catequética que  la falta de un sentido filial de la Iglesia, la cual también forma parte de los fundamentos del matrimonio cristiano.


El cuidado pastoral es mucho más eficaz cuando el acompañamiento no termina con la celebración de la boda, sino que "escolta" al  menos durante los primeros años de la vida conyugal. A través de coloquios con la pareja y con la comunidad, se trata de ayudar a los cónyuges jóvenes a adquirir las herramientas y los apoyos para vivir su vocación. Y esto solo puede suceder a través de un camino de crecimiento en la fe de las parejas mismas. La fragilidad que, bajo este perfil, se encuentra a menudo en los jóvenes que se acercan al matrimonio hace que sea necesario acompañar su camino más allá de la celebración de la boda. Y esto, -nos dice otra vez la experiencia-, es una alegría para ellos y para quienes los acompañan. Es una experiencia de alegre maternidad, cuando los recién casados ​​son objeto de los cuidados solícitos de la Iglesia que, siguiendo los pasos de su Maestro, es una madre atenta que no abandona, no descarta, sino que se acerca con ternura, abraza y alienta.


Con respecto a aquellos cónyuges que experimentan serios problemas en su relación y se encuentran en crisis, es necesario ayudarlos a reavivar la fe y redescubrir la gracia del sacramento y, en algunos casos, - que deben ser evaluados con rectitud y libertad interior- dar las indicaciones apropiadas para emprender un proceso de nulidad. Los que se han dado cuenta de que su unión no es un verdadero matrimonio sacramental y quieren salir de esta situación, pueden encontrar en los obispos, sacerdotes y operadores pastorales el apoyo necesario, que se expresa no solo en la comunicación de las normas jurídicas, sino ante todo en una actitud de escucha y comprensión. En este sentido, la normativa  sobre el nuevo proceso de matrimonio es un instrumento válido que debe ser aplicado de manera concreta e indiscriminada por todos, en todos los niveles eclesiales, ¡porque su razón última es la salus animarum! Me ha alegrado saber que muchos obispos y vicarios judiciales han acogido con prontitud e implementado el nuevo proceso matrimonial, para confortar la paz de las conciencias, especialmente de los más pobres y alejados de nuestras comunidades eclesiales.


Queridos hermanos y hermanas, os  agradezco vuestro compromiso en el anuncio del Evangelio de la familia. Espero que el horizonte de la pastoral familiar diocesana sea cada vez más amplio, asumiendo el estilo propio del Evangelio, encontrando y acogiendo incluso a aquellos jóvenes que deciden convivir sin casarse. ¡Es necesario darles testimonio de la belleza del matrimonio! Que el Espíritu Santo os ayude a ser operadores de paz y consuelo, especialmente para las personas más frágiles y necesitadas de apoyo y atención pastoral. Os imparto de todo corazón mi bendición y os  pido por favor que recéis por mí.


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