lunes, 26 de octubre de 2015

Dos años para la primera fase de la causa de beatificación de Mons. Angelelli

Buenos Aires, ARGENTINA (Agencia Fides, 26/10/2015) – Uno de los miembros integrantes del Tribunal de la Diócesis de La Rioja (Argentina), El sacerdote Roberto Queirolo, prevé que la fase diocesana en la que se investigará y recopilará todo el material relativo al obispo Enrique Angelelli, quien fue asesinado en 1976, podría ser completada en dos años. Al final del proceso de búsqueda, que comenzó esta semana, sobre la vida y obra del obispo, todo el material será enviado a la Congregación vaticana para las Causas de los Santos, que revisará y decidirá su eventual proclamación de Beato a mártir de la Iglesia.
 

La nota enviada a la Agencia Fides por una fuente local, informa de que el padre Queirolo ha previsto dos años antes de enviar el caso a la Santa Sede, porque se ha hecho lo mismo con los sacerdotes de Chamical, Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville. Padre Queirolo ha recordado que después del asesinato de Longueville y Murias y del laico Wenceslao Pedernera, ocurridos con pocos días de diferencia en julio de 1976, “todos los sacerdotes pidieron a Angelelli que se protegiese, pero él decidió quedarse con su pueblo y no dejar solas a sus ovejas”.
 

La comunidad católica argentina ha celebrado hace poco el aniversario de la muerte violenta del obispo (véase Fides 5/08/2015), asesinado por la dictadura militar. Mons. Enrique Angelelli nació en Córdoba el 17 de julio de 1923; fue ordenado sacerdote en Italia. 
En 1961 el Papa Juan XXIII lo nombró obispo auxiliar de Córdoba, donde se había formado en contacto con los obreros, los campesinos y los marginados. En 1968 el Papa Pablo VI lo nombró obispo de La Rioja, donde trabajo duro para difundir los principios enunciados por el Concilio Vaticano II, permaneciendo siempre al lado de los más pobres. Su homicidio, el 4 de agosto de 1976, fue encubierto como un accidente de tráfico. En 2014 se reconoció la responsabilidad de los militares, condenados a la cárcel de por vida. Mons. Angelelli ha sido uno de los pocos sacerdotes que se opusieron a la dictadura militar.