Kara, TOGO (Agencia Fides, 06/03/2021) - El equipo de la Organization de la Charité pour un Développement Intégral (OCDI), en la diócesis de Kara, dirigido por el reverendo padre Francis Amédé Barandao está trabajando en el ambito de la ayuda humanitaria y benéfica para las poblaciones desplazadas por la guerra en algunos pueblos de la prefectura de Dankpen en el noroeste de Togo, en la diócesis de Kara, debido a un conflicto étnico que comenzó en mayo de 2020 entre los lamba y konkomba, dos grupos étnicos vecinos.
Este conflicto, que ha degenerado en una guerra civil en toda regla, ha
provocado muertes, heridos graves y daños materiales importantes,
incluida la destrucción de hogares, cultivos y ganado. Para refugiarse
de esta situación de inseguridad, las personas han huido de sus hogares
buscando refugio en algunas escuelas y familias lejanas. Hay más de
5.000 refugiados, la mayoría de los cuales son mujeres y niños. El
gobierno ha enviado a oficiales de protección civil al lugar para
agrupar a los refugiados en lugares concretos con el fin de protegerlos.
El reverendo padre Francis Baranda y su equipo diocesano de la OCDI han llevado ayuda humanitaria para los refugiados, notando las necesidades existentes. El padre Francis ha lanzado un llamamiento urgente a todas las parroquias, comunidades religiosas y todas las personas de buena voluntad a través de la emisora “Radio-Maria” Togo en Kara, pidiendo donaciones espontáneas de dinero y bienes de primera necesidad en beneficio de estas poblaciones en dificultad.
La asistencia brindada por la OCDI no es solo material, sino también
espiritual y moral: los fieles en Togo continúan rezando para invocar la
ayuda de Dios para volver a la paz y la seguridad en estas zonas
conflictivas del país.
Tras la presencia y el compromiso de la OCDI diocesana, el gobierno
también se ha involucrado en la adopción de medidas drásticas para poner
fin al conflicto y poder permitir a las personas que regresen a sus
respectivos pueblos y hogares. Sin embargo, la intervención del gobierno
ha sido solo momentanea, abandonando a la población sola ante sus casas
dañadas o demolidas, con los graneros saqueados o quemados.
Los voluntarios católicos están tratando de consolar los corazones de
sus hermanos y hermanas qtan porvados por el sufrimiento, a través del
anuncio y el testimonio del amor de Cristo Jesús. Loss desplazados no
cristianos también han agradecido la presencia de los miembros de la
Iglesia católica a su lado en medio de las dificultades.