Buenos Aires, ARGENTINA (Agencia Fides 09/03/2021) - Cada nuevo caso de feminicidio sacude a
la sociedad argentina. El 82% de los feminicidios ocurren en contextos
de violencia intrafamiliar, el 60% ocurren en el hogar de la víctima. En
el 20% de los casos, la víctima había denunciado previamente al
agresor. El 66% de los agresores eran pareja o ex-pareja de la víctima.
Los 252 feminicidios ocurridos en 2019 dejaron huérfanos de sus madres
al menos a 222 niños y adolescentes.
“¿Qué hacer frente a este flagelo?” se pregunta la Comisión Nacional de
Justicia y Paz, en un comunicado sobre feminicidios en el país, recibido
en la Agencia Fides. En Argentina, a nivel legislativo, administrativo y
judicial, se está trabajando activamente para erradicarlo, enfatiza la
nota, y sin embargo señala que “cada nuevo feminicidio nos dice que aún
queda un largo camino por recorrer. Es fundamental la intervención
interdisciplinaria y coordinada de los distintos órganos, superando la
indiferencia y en todos los casos utilizando eficazmente las
herramientas que ofrece el Estado. Ningún signo de violencia puede
tomarse a la ligera cuando se denuncia a las autoridades”.
La nota señala que esta violencia también tiene innumerables causas económicas y sociales que deben
ser abordadas y que en absoluto pueden utilizarse como atenuantes o justificaciones.
Muchas mujeres viven sometidas a una violencia económica silenciada, negada o ignorada, influenciada por factores económicos, sociales o culturales que dificultan que las víctimas se protejan de la violencia. “Esto debe cambiar radicalmente… Es fundamental abordar la necesidad de un trato igualitario de las condiciones laborales de las mujeres, ya sea en el trabajo doméstico, profesional, social y cultural”.
Este cambio cultural, concluye la nota, sólo será posible impulsando una
educación integral, que tenga como ejes temáticos la dignidad de la
mujer y la protección y cuidado de la vida, con base en la igualdad de
género, en todos los niveles de formación y abarcando todos los sectores
sociales. “También es fundamental trabajar para recuperar familias
destruidas por situaciones de alta vulnerabilidad psicosocial, fuente de
extrema violencia. Para ello es necesario profundizar en las políticas
públicas con una marcada sensibilidad social para acabar con esta
cultura del descarte, como nos recuerda el Papa Francisco” concluye la
nota.