Ankara, TURQUÍA (Agencia Fides 09/03/2021) - Los medios de comunicación de Turquía no han ignorado la visita apostólica que ha realizado el Papa Francisco al vecino Irak en los días comprendidos entre el 5 y el 8 de marzo. Además de los informes de viajes, la prensa turca también ha publicado comentarios y análisis en claro contraste entre sí. Paralelamente a las intervenciones destinadas a subrayar los alcances del viaje papal y su potencial contribución a los procesos de pacificación regional, también se han publicado valoraciones críticas y artículos condicionados por prejuicios profundamente arraigados y malentendidos atávicos sobre la naturaleza de la Iglesia católica y la implicación de la Santa Sede en la solución de crisis regionales y globales.
Un análisis publicado el 8 de marzo en “Yeni Safak”, periódico alineado
con el actual liderazgo político turco, ha publicado argumentaciones
encaminadas a disminuir la efectividad de las intervenciones papales y
vaticanas destinadas a resolver los nudos de las crisis de Oriente
Medio, atribuyendo esta supuesta infructuosidad a la “pasividad” de los
papas y representantes del Vaticano sobre temas delicados como “la
ocupación israelí de Palestina”, o sus limitados llamamientos a la
oración “durante la invasión de Irak en 2003”. La visita del Papa
Francisco a los Emiratos Árabes Unidos también ha sido criticada, por el
hecho – como se enfatiza en el análisis- de que este país está
“involucrado en conflictos en muchas partes de Oriente Medio, desde
Somalia a Yemen, desde Siria a Libia”. Pero el articulo se olvida
agregar que en muchos de estos escenarios de conflicto existe la
participación militar de Turquía, país también visitado por el Papa
Francisco, así como por Benedicto XVI, Juan Pablo II y Pablo VI.
Otra noticia distorsionada de la visita del Papa a Irak, con tonos
fuertes e infundados, también ha sido publicada el 8 de marzo por el
periódico “Hurriyet”, firmado por el columnista Ahmet Hakan. “La gente -
leemos en ese texto -, inevitablemente se pregunta: ¿dónde estaba el
Papa cuando hubo masacres en Irak?, ¿cuando aviones estadounidenses
lanzaron bombas sobre Bagdad?, (...), y ¿mientras Irak era arrasado con
el pretexto de ‘llevarles la democracia'?”.
El profesor Ozcan Gongur, de la Universidad de Ankara, en una
intervención titulada “Teo-estrategia de la visita del Papa a Irak”, ha
pretendido enumerar “los objetivos y resultados” del viaje papal en
siete puntos, colocando en primer lugar la intención de “dar prioridad
al apoyo de cristianos, una minoría en dificultad”, para apuntar después
a la “cristianización de esas regiones”. La visita del Papa Francisco
al gran ayatolá Ali al Sistani también es reducida en el comentario a
una pura táctica destinada a promover “la escuela de Nayaf con respecto a
la escuela Qom” (centro teológico chií en territorio iraní, ed), y
aumentar los conflictos internos entre los chiítas. El texto también
acredita el intento de fortalecer el papado como “sujeto geopolítico” y
una supuesta escasa sensibilidad de los papas ante los sufrimientos de
las comunidades musulmanas de Oriente Medio.
Otro artículo, también publicado en “Hurriyet” el 7 de marzo, señala
entre los objetivos de la visita papal el fortalecimiento del diálogo
con el Islam, el apoyo a las comunidades cristianas y también la
intención de reafirmar la “presencia católica” en la zona, donde, según
el periódico turco, la influencia de Moscú y la Iglesia Ortodoxa Rusa
está creciendo. Sin embargo, antes de la visita papal, en una entrevista
relanzada por los medios de comunicación turcos, Lütfullah Göktaş,
embajador de Ankara ante la Santa Sede, había valorado positivamente la
potencial contribución ofrecida por el viaje del Papa a Irak “a la
estabilidad de la región”, presentando también Turquía como “un país que
enfatiza la importancia de la estabilidad en la región en cada
ocasión”.
Por su parte, el escritor y analista Lütfü Özşahin, entrevistado por
CNN, ha señalado el diálogo interreligioso como eje central de la visita
papal, y en ese sentido no ha desaprovechado la oportunidad de afirmar
que “uno de los puntos de apoyo del FETÖ está en el Vaticano”. “FETÖ” es
el acrónimo turco de “organización terrorista fethullahnista”,
definición con la que los órganos progubernamentales turcos señalan a
Hizmet, la organización del predicador islámico turco Fethullah Gulen,
señalada por Ankara como la inspiradora del fallido golpe de Estado del
15 de julio 2016.
En el pasado, según informó la Agencia Fides,
las campañas desatadas por la prensa turca progubernamental contra
Fethullah Gulen habían definido al predicador expatriado en los Estados
Unidos y su movimiento Hizmet como “caballos de Troya del Vaticano”,
construyendo conjeturas de conspiración inconsistentes. El periodista
Mine Kirikkanat, en el periódico Cumhuriyet, llegó a insinuar que
Fethullah Gulen (imaginado por el columnista como "imán fiel a la
Iglesia"), podría ser el cardenal creado ‘in pectore’ por Juan Pablo II,
y nunca dado a conocer por el Pontífice, fallecido el 2 de abril de
2005.