Buenaventura, COLOMBIA (Agencia Fides, 05/03/2021) - “Venimos a expresar la solidaridad, cercanía, afecto y apoyo a nuestro hermano obispo de esta diócesis, monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, por las amenazas que desde hace un tiempo ha venido recibiendo contra su integridad y vida, él y otros servidores de la comunidad. Es la solidaridad que extendemos a las diferentes comunidades del territorio que acompaña con dolor”. Así lo escriben los obispos del Pacífico y Suroeste de Colombia, que se han reunido del 2 al 4 de marzo en la ciudad de Buenaventura, cuya diócesis está dirigida por Monseñor Jaramillo Montoya, para examinar los graves problemas de esta zona.
Los obispos de Apartadó, Quibdó, Itsmina - Tadó, Buenaventura, Tumaco,
Guapi, Popayán, Tierradentro, Pasto, Ipiales, Cartago, Buga, Palmira y
Cali, escriben en su comunicado, recibido en la Agencia Fides: “Tuvimos
la oportunidad de hacer una aproximación a las realidades de
incertidumbre, pobreza, dolor, muerte y desesperanza, generadas por la
confluencia de situaciones de distinto orden que, lastimosamente,
percibimos y denunciamos como cada vez más crecientes, tales como el
narcotráfico, el incremento de grupos armados, la corrupción, la
extorsión, la pérdida de fe y valores, la ineficiencia de amplios
sectores públicos y privados y el maltrato a la casa común”.
Frente a esta difícil realidad, los obispos han dicho “como pastores no
nos resignamos a aceptar estas situaciones, por el contrario, nos
comprometemos y exhortamos a los gobernantes y a todas nuestras gentes, a
trabajar decididamente en la búsqueda de soluciones integrales a corto y
mediano plazo que hagan posible la transformación real de esta triste y
angustiante realidad. ¡Seguiremos siendo facilitadores del diálogo y de
búsqueda de la paz!”.
Recordando el llamamiento de Cuaresma a la conversión integral y la
invitación del Papa Francisco a escuchar el grito de los pobres, los
obispos concluyen el comunicado pidiendo la intercesión de san José,
para que se muestre misericordioso con quienes habitan estas tierras del
pacífico y suroccidente colombiano, concediendo gracia, misericordia y
valentía, y defendiendo a todos de todo mal.