Asunción, PARAGUAY (Agencia Fides, 18/03/2021) – "Durante esta semana me han preocupado las
noticias que llegan desde Paraguay. Por intercesión de Nuestra Señora de
los Milagros de Caacupé, pido al Señor Jesús, Príncipe de la Paz, que
se pueda encontrar un camino de diálogo sincero para hallar soluciones
adecuadas a las actuales dificultades, y así construir juntos la paz tan
añorada": Con estas palabras, el Santo Padre Francisco en la audiencia
de ayer, miércoles 17 de marzo, lanzó un llamamiento por Paraguay.
De hecho, miles de paraguayos protestan en las calles desde hace días,
se han producido enfrentamientos violentos con la policía para exigir la
renuncia del presidente, Mario Abdo Benítez, acusado de mala gestión
del gobierno en materia de salud y la crisis económica derivada de la
pandemia de coronavirus. Las protestas comenzaron el viernes 5 de marzo y continúan hasta hoy.
"La Iglesia no puede tomar posición a favor o en contra de la acusación de acusación contra el Presidente de la República. La posición de la Iglesia es invocar constantemente la paz", dijo Monseñor Amancio Benítez, Obispo de la Diócesis de Benjamín Aceval y Secretario General de la Conferencia. Episcopal de Paraguay.
Hace dos días el presidente de la Conferencia Episcopal de Paraguay
(Cep), monseñor Adalberto Martínez Flores, obispo de Villarrica, subrayó
el llamamiento contenido en un mensaje difundido el sábado 13 de marzo.
“El primer buen trabajo es seguir las pautas de salud”, reza el
mensaje, en segundo lugar “en la emergencia actual está claro que todos
debemos ser solidarios para hacer el bien, evitando lo peor”.
El mensaje llega al final de una semana muy difícil: por un lado están
las crecientes infecciones por coronavirus (mientras que la primera ola
golpeó a Paraguay en menor medida que a otros países): el presupuesto
total supera los 180 mil contagiados y más de 3.700 víctimas. Por otro
lado, las muy fuertes protestas que comenzaron el 5 de marzo en todo el
país, durante las cuales la gente salió a las calles impugnó las
políticas del gobierno para enfrentar la pandemia y la creciente
corrupción, exigiendo la renuncia del presidente Mario Abdo. También hay
fuertes disputas por la campaña de vacunación, que ve a Paraguay como
el último país del continente. El mandatario, al confirmar que quiere
continuar en su mandato, ha llevado a cabo una gran reorganización
gubernamental, además, según las últimas noticias difundidas por los
medios, el mandatario culpa a la OMS de no recibir aún el lote de
vacunas para su país.