Brasilia, BRASIL (Agencia Fides, 12/03/2021) - “No hay tiempo que perder, el negacionismo
mata. El virus circula del norte al sur de Brasil, replicando cepas,
afectando a diferentes grupos de edad, castigando a los más vulnerables.
Los pacientes mueren en agonía debido a la falta de recursos
hospitalarios. El Sistema Unificado Sanitario (SUS) sigue salvando
vidas, sin embargo los trabajadores de la salud, después de un año en
primera línea, están al borde del agotamiento”. Este es el grito de
alarma lanzado por los firmantes del “Pacto por la Vida y por Brasil”
ante el agravamiento de la pandemia del Coronavirus y sus trágicas
consecuencias en la vida del pueblo brasileño.
El Pacto por la Vida y Brasil fue lanzado el Día Mundial de la Salud, 7
de abril de 2020, por la Conferencia Episcopal de Brasil (CNBB), junto
con la Orden Brasileña de Abogados (OAB), la Comisión Arns, la Academia
Brasileña de Ciencias, la Asociación Brasileña de Prensa y la Sociedad
Brasileña para el Avance de la Ciencia.
El documento enviado a la Agencia Fides, titulado “¡La gente no puede
pagar con la propia vida!” denuncia: “¡Es hora de detener la escalada de
muerte! La población brasileña necesita una vacuna ahora. El virus no
se erradicará con oscurantismo, con discursos airados o frases
ofensivas. Basta de locura e irresponsabilidad”. Además de una vacuna
“ahora y para todos”, el documento hace un llamado al Ministerio de
Salud para que cumpla su función, “garantizando un rápido acceso a
medicamentos y test científicamente validados, una trazabilidad
permanente del virus y un mínimo de tranquilidad para las personas”.
“Es conocida la ineficacia del gobierno federal, principal responsable
de la tragedia que vivimos”, subrayan los firmantes, quienes apoyan a
gobernadores y alcaldes en sus esfuerzos para asegurar el cumplimiento
de las medidas de protección de la salud, en paralelo a la rápida
inmunización de la población. Por lo tanto, apelan al Congreso Nacional,
para que dé “la máxima prioridad a los temas relacionados con el
Covid-19, ya que preservar la vida es lo más urgente”, y al Poder
Judicial, bajo la dirección de la Corte Suprema, para promover los
derechos de los ciudadanos y la armonía entre organismos federales. “La
prensa debe actuar libre y decididamente, de manera ética, cumpliendo
con su misión de transmitir información confiable y científica sobre lo
que está sucediendo. ¡Por último, la voz de las instituciones es muy
firme en la defensa del pueblo brasileño!”. El último llamamiento está
dirigido a los jóvenes: “El virus está infectando y matando
a los más jóvenes y sanos, utilizándolos como vectores de transmisión.
La juventud brasileña asume su lugar histórico en la defensa de la vida y
del país”.