Tombura Yambio SUDÁN DEL SUR (Agencia Fides 15/03/2021) - La violencia perpetrada en el último mes en Sudán del Sur sigue creciendo, junto con la preocupación por los continuos ataques a la población civil por parte de grupos armados y milicias organizadas. Más del 75% del país está sumergido en una violencia brutal a nivel local. “La escala de la violencia que estamos documentando supera con creces la violencia sufrida entre 2013 y 2019”, ha dicho la directora de la Comisión de Derechos Humanos en Sudán del Sur, Yasmin Sooka. El último informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), publicado recientemente, registra una intensificación de los ataques contra la población civil, a menudo con el apoyo de las fuerzas armadas del Estado y de la oposición.
“Es uno de los períodos más difíciles de nuestra historia”, escribe a la
Agencia fides Mons. Barani Eduardo Hiiboro Kussala, obispo de la
diócesis de Tombura-Yambio. “Me pregunto por qué y de dónde viene toda
esta violencia e intolerancia. He invitado a nuestra gente a mantener la
calma y a no recurrir a la violencia, asegurando mi cercanía a las
familias en duelo, a todos aquellos que están conmocionados y
atemorizados por esta escalada de violencia”.
“Escribo estas líneas como líder espiritual, no como político, lo que está sucediendo ha conmocionado a nuestra gente - explica Mons. Hiiboro -. Somos una comunidad pacífica en general en este país y tenemos que mostrar bondad. La gente de Tombura ha elegido la paz sobre la violencia, el amor sobre el odio y la verdad sobre la mentira. Hemos visto que las muchas décadas de derramamiento de sangre y el uso de la violencia en nuestra naciente nación nunca han traído resultados beneficiosos. Siempre hay formas no violentas de expresar nuestros sentimientos. Entiendo perfectamente la ira de muchos, la frustración y la preocupación, pero insto a todos a evitar la violencia, a mantener la calma, a no ser víctimas de la violencia. En este momento desafiante, creo que la paz es el único camino; la paz es posible”.
“La historia ha demostrado dolorosamente que la violencia tribal,
nacional y religiosa al final no trae ninguna ventaja”, enfatiza el
obispo, dirigiéndose a los funcionarios gubernamentales, líderes
comunitarios, líderes tradicionales, líderes religiosos y líderes de
organizaciones internacionales. “Puedo atribuir la violencia a la falta
de estructuras gubernamentales integrales en el país, al estado de
derecho, a la mentira, a la desconfianza, a una triste falta de escucha y
diálogo mutuos. Insto a todos nosotros, especialmente a los líderes
comunitarios y líderes religiosos de nuestra nación, a orar y alentar a
las comunidades para que den una respuesta pacífica a eventos como este.
Orad por todos, evitando cualquier ocasión de enfrentamiento y
controversia”.
“Durante este tiempo sagrado de Cuaresma - concluye el obispo - les
insto a todos a entablar un diálogo y rezar por el fin para siempre de
este período oscuro que se cierne sobre nuestra región y sobre todo
Sudán del Sur. Construir la paz a través de la reconciliación es la
única forma. Orad y elegid el camino de la espiritualidad genuina para
vivir como hermanos y hermanas. Mi esperanza es que nuestro gran estado
entre en la escena nacional como una comunidad reconciliada de esperanza
y paz. Resolvamos todas las disputas mediante el diálogo. La paz es
posible y el perdón es la única forma de alcanzarla”.