Yangon, MYANMAR (Agencia Fides, 11/03/2021) – “Los militares quieren mostrar a la gente y al
mundo entero que están haciendo la paz y que tienen la intención de
relanzar el diálogo con los grupos étnicos. Por esta razón, han
eliminado la etiqueta de 'grupo terrorista' al Arakan Army. Sin embargo,
la violencia y brutalidad de los militares se está volviendo cada vez
más dura. En Yangon solo ayer contamos 35 muertos. Hoy ya hay 12, según
las noticias que los activistas intercambian en las redes sociales”,
comunica una fuente de Fides en Myanmar, de la que mantenemos el
anonimato por razones de seguridad. Según la fuente de Fides, “las
manifestaciones continúan en muchas ciudades, y de los informes
recogidos en el terreno, los jóvenes asesinados por los militares, desde
el inicio de la protesta, son más de 100, mientras que el ejército
sigue lanzando redadas nocturnas y deteniendo a gente pacífica”.
Mientras tanto, en una rueda de prensa celebrada hoy, 11 de marzo, la junta militar en el poder ha anunciado que no aceptará ninguna mediación de fuera del país y que no tiene intención de iniciar ninguna negociación. “Llegarán más y más muertes. Nuestra esperanza ahora es solo el movimiento de desobediencia civil y de resistencia no violenta. La fuerza de los militares es grande y se basa en las armas, pero hay tanta fuerza ideal y moral en la gente en la plaza. Los jóvenes no quieren darse por vencidos y abandonar sus sueños”, apunta la fuente de Fides. Además, informa, tras la reciente ola represiva, con la orden de “disparar contra la multitud indefensa”, más de 100 policías han desertado y se han sumado al Movimiento de Desobediencia Civil (MDL).
Mientras tanto, la junta militar ha eliminado de la lista de grupos
terroristas al grupo etnico armado “Arakan Army” (AA). Al anunciar la
medida, el 10 de marzo, el órgano de gobierno militar, el Consejo de
Administración Estatal (SAC) afirmó que la AA -que operaba en el estado
de Rakhine, en el oeste del país, donde también está presente la minoría
musulmana Royingya- ya no lleva a cabo actos terroristas mientras el
SAC sigue “trabajando para establecer la paz a nivel nacional”. La AA ha
mantenido dos rondas de conversaciones con el ejército desde finales de
noviembre y, según los informes, ha decidido detener los combates.
Hace un año, el 23 de marzo de 2020, el Comité Central antiterrorismo
declaró a la “Rakhine United League for Arakan” o “Arakan Army” como una
“organización terrorista”, tras los ataques a las fuerzas de seguridad.
La AA intensificó la lucha con el ejército en noviembre de 2018 y
principios de noviembre de 2020. El conflicto se ha cobrado cientos de
víctimas civiles y dejado a más de 200.000 residentes desplazados. Los
militares y el gobierno civil de Myanmar han demandado a cientos de
residentes en el estado de Rakhine, acusándolos de afiliación al grupo
en conformidad con la ley antiterrorista.
La junta militar de Mynamar tomó el poder el 1 de febrero y arrestó a
más de 2.000 personas, entre ellas el presidente U Win Myint, la
consejera de Estado Aung San Suu Kyi, ministros, activistas y
manifestantes que se oponen al régimen. Según fuentes locales, en el
último mes más de 100 personas, entre ellas muchos jóvenes, han sido
asesinadas durante las acciones represivas llevadas a cabo por la
policía contra la población que participa en una protesta pacífica y
espontánea en todo el país.