Yangon, MYANMAR (Agencia Fides, 15/03/2021) – “Fortalecidos por el mandato y el estímulo de la Santa Sede, las Iglesias católicas nos comprometemos, junto con todas las personas de buena voluntad, a la tarea de hacer que esta nación pueda resurgir a través del entendimiento mutuo y la paz” así lo que afirman los obispos de la Conferencia Episcopal Católica de Myanmar, en un texto que fue enviado ayer, 14 de marzo, a todas las diócesis de la nación y a los líderes políticos, religiosos y de la sociedad civil. El texto contiene un llamamiento a detener toda violencia y hace público un mensaje de la Santa Sede para que se encuentre un camino hacia la paz en el país.
El texto, firmado por el cardenal Charlea Maung Bo, arzobispo de Yangon y
presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Myanmar, así como
presidente de la Federación de Conferencias de Obispos Católicos de Asia
(FABC) afirma: “Como líder de la Iglesia Católica de Myanmar, deseamos
la paz para todos. Instamos a todas las partes en Myanmar a buscar la
paz. En las últimas semanas nos hemos enfrentado a grandes desafíos como
nación. Esta crisis no se resolverá con un derramamiento de sangre.
Buscad la paz. Las matanzas deben cesar de inmediato. Hay tantos
muertos. La sangre derramada no es la sangre de los enemigos. Es la
sangre de nuestros hermanos y hermanas, de nuestros ciudadanos. Somos
una nación que ha acariciado un sueño. Nuestros jóvenes han vivido en la
esperanza. No nos convirtamos en una nación de desilusión sin sentido.
Dejad de matar. Detened la violencia. Dejad el camino de las
atrocidades. Dejad que todos los inocentes sean liberados. Son nuestra
gente”.
El texto de los obispos también da a conocer y comparte el mensaje que
ha escrito el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro
Parolin, para reiterar los mensajes del Papa dirigidos a Myanmar. En
particular, el mensaje de la Santa Sede “anima a la Iglesia a participar
en el proceso de paz”, dicen los obispos birmanos, señalando que el
texto “reafirma la solidaridad fraterna del Papa con todo el pueblo de
Myanmar” y expresa “en su nombre su sentimientos de solidaridad con el
pueblo de Myanmar”.
En el Mensaje del Cardenal Parolin se recuerdan las recientes
intervenciones del Papa Francisco (en el Ángeus del domingo 7 de
febrero, y en el Discurso al Cuerpo Diplomático acreditado ante el
Vaticano, el 8 de febrero), en las que el Papa espera que se pueda
“servir al bien común, promoviendo la justicia social y la estabilidad
nacional para una convivencia democrática armoniosa”, y pide que “las
aspiraciones del pueblo de Myanmar no se vean sofocadas por la
violencia”.
En su carta – refieren los obispos birmanos -, el Cardenal Parolin recuerda que durante su visita a Myanmar en 2017, el Papa se reunió con todas las partes interesadas. El Pontífice considera este país con mucho cariño. Con los sentimientos del Papa en mente, el Cardenal Parolin alienta a los líderes de la Iglesia de Myanmar a reunirse con el Superior General Min Aung Hlaing, el líder Daw Aung San Suu Kyi, otros líderes de la sociedad civil y líderes religiosos, para buscar un camino hacia la paz.
“El Cardenal ha pedido que la Iglesia de Myanmar transmita la
preocupación y el amor del Papa por esta nación. El secretario de Estado
también pide que este mensaje se transmita a todos los actores antes
mencionados y nos insta a unirnos para encontrar el mayor bien para
todos, sobre todo para satisfacer las esperanzas y garantizar la
dignidad de nuestras jóvenes generaciones”, se lee.
“La paz es posible; la paz es el único camino. El secretario de Estado
del Vaticano, el Cardenal Pietro Parolin, pide que toda la comunidad
católica en Myanmar no escatime esfuerzos en esta dirección”, concluyen
los obispos.