Danang, VIETNAM (Agencia Fides, 10/03/2021) - La Cuaresma que vive la comunidad católica de
Vietnam se ve afectada por las medidas de “distanciamiento social”. Pero
estas medidas no afectan la fe y la participación espiritual de los
fieles. Si bien en la actualidad el país tiene poco más de 2.500 casos y
35 muertes vinculadas al Covid-19, el gobierno sigue implementando
medidas de seguridad sanitaria en las zonas consideradas de mayor
riesgo: por ello, en algunas zonas del país, se ha impedido el acceso a
las iglesias y la organización de eventos abiertos al público, incluidas
las misas. Sin embargo, las Iglesias locales afectadas por estas
medidas están intentando garantizar las celebraciones litúrgicas en
directo online, aprovechando las nuevas tecnologías.
La actividad litúrgica y pastoral continúa con ardor, sin embargo, en
las diócesis menos afectadas: en la Catedral de Danang, por ejemplo,
tanto la celebración del Miércoles de Ceniza como la de los domingos de
Cuaresma contaron con una gran afluencia de fieles, respetando las
reglas sobre el distanciamiento. Todos los viernes, las distintas
parroquias locales se reúnen para revivir la Pasión de Cristo a través
del Vía Crucis y recibir el sacramento de la Reconciliación. La
inspiración espiritual y la actitud penitencial de “conversión”
caracterizan la participación de los fieles, incluidos muchos jóvenes.
Cabe señalar que en Vietnam, el inicio de la Cuaresma coincide con una
de las fiestas tradicionales más sentidas del calendario nacional: la
fiesta del Tet, que es el año nuevo lunar, un período caracterizado por
ceremonias y ritos de acción de gracias a Buda por el año pasado y por
el que se abre. En este contexto festivo, la Iglesia local prosigue su
camino cuaresmal con actitud de oración comunitaria, ayuno y limosna,
para prepararse a la celebración de la Pascua. Como dicen las fuentes de
Fides, la fiesta y la alegría circundante, que involucra a todos, no se
reniegan, pero los fieles católicos de Vietnam acogen calurosamente el
tiempo de Cuaresma, siguiendo las indicaciones del Papa y de la Iglesia
para este tiempo litúrgico específico. Las parroquias de todo el país se
tiñen de púrpura y se invita a los fieles a participar intensamente y
en silencio en la Cuaresma, siguiendo las huellas dejadas por Jesús y
haciendo un camino de purificación interior que desemboca en la
celebración de la Pascua.