Budapest, HUNGRÍA (Agencia Fides, 28/01/2019) - Después del conflicto que ha desgarrado Siria
durante más de 7 años, el componente cristiano de la población siria
probablemente ha caído a alrededor del 2 por ciento. Y la presencia
cristiana en Oriente Medio corre el riesgo de extinción, no tanto por la
destrucción de las iglesias, sino porque los hombres emigran al
extranjero, mientras que las familias con un cónyuge cristiano y un
musulmán seguirán la religión y la tradición islámica. Así es como el
cardenal Mario Zenari, nuncio apostólico en Siria, resumió el momento
crítico que viven las comunidades cristianas presentes en Siria desde la
época de la primera predicación apostólica. Así lo refirió en el blog
de la Embajada húngara ante la Santa Sede, tras su reciente visita a
Hungría.
Las consideraciones sobre la situación actual de las comunidades
cristianas en Siria fueron expuestas por el cardenal Zenari durante una
conferencia organizada en la sala principal de la Universidad Católica
Péter Pázmány (PPKE) en Budapest, en colaboración con el Secretariado de
Ayuda a los Cristianos Perseguidos y el programa Hungary Helps del
Gobierno húngaro. A propósito del éxodo de cristianos, el cardenal
informó que después de la Segunda Guerra Mundial seguían representando
el 25% de la población siria, un porcentaje que había caído al 6% antes
del conflicto. Entre las causas de esta disminución, el nuncio también
mencionó el bajo índice de desnaturalización de las familias cristianas.
Tristan Azbej, secretario de Estado para la Ayuda a los Cristianos
Perseguidos, y Balázs Orbán, secretario de Estado para la Presidencia
del Consejo Húngaro, también participaron en el evento organizado en la
Universidad de Budapest. En su discurso, Azbej dijo que "hay varias
respuestas en el mundo al gran desafío de nuestro tiempo: la crisis
económica, humanitaria y migratoria; y creemos que las soluciones
elegidas por los gobiernos occidentales no son satisfactorias. Ellos han
decidido apoyar la migración, invitando a la gente a abandonar su
patria, mientras que Hungría sostiene, por el contrario, que lo mejor
para cada persona es poder permanecer en su patria".
La visita del Cardenal Zenari a Hungría fue motivada principalmente por
el lanzamiento oficial del programa de apoyo del gobierno húngaro al
Programa "Hospitales Abiertos", para financiar la atención médica de
unos 4.500 pacientes en centros de salud sirios a lo largo de un año. El
22 de enero, el propio primer ministro húngaro, Viktor Orbán, entregó
al cardenal Mario Zenari el documento oficial relativo a la
contribución húngara de un millón y medio de euros al Programa
"Hospitales Abiertos", gestionado por la Fundación AVSI.