PANAMÁ (Agencia Fides, 25/01/2019) - "A partir de esta Jornada Mundial de la
Juventud (JMJ), a ningún pobre, a ningún "pequeño" se le podrá prohibir
soñar en grande". Con estas palabras, refiriéndose a las pequeñas
dimensiones y a la baja importancia geopolítica de Panamá, ubicado en
una de las "periferias del mundo", monseñor José Domingo Ulloa,
arzobispo anfitrión, concluyó la misa de apertura de este evento
planetario.
Entre los "pobres" y "pequeños" presentes en esta JMJ están los jóvenes
afrodescendientes e indígenas. Como parte de las actividades
preparatorias, se realizó el Encuentro Mundial de Jóvenes Indígenas y el
Foro de la JMJ Afrodescendiente, al que asistieron 200 jóvenes líderes
afrodescendientes de Panamá y Centroamérica (11-13 de enero). Por ambos
eventos, el papa Francisco felicitó a los obispos centroamericanos, con
quienes se reunió ayer. Organizado por la pastoral afropanameña de la
Conferencia Episcopal con la estrecha colaboración de la Red de Jóvenes
Afropanameños (entidades no religiosas), el Foro reunió a jóvenes
católicos, pero también evangélicos, musulmanes, religiones
tradicionales de la "Madre África", e incluso a no creyentes, en una
búsqueda explícita "de lo que nos une, más que de lo que nos divide".
En una conversación con la Agencia Fides, Stephanie Murillo, presidenta
de la Red de Jóvenes Afropanameños, explicó que el Foro fue una
oportunidad importante para abordar juntos las necesidades de esta
comunidad, muy importante a nivel continental, que sigue siendo víctima
del racismo y de la discriminación, y para reflexionar sobre temas como
la influencia espiritual de los afrodescendientes, el papel de las
mujeres negras y el impulso de la Iglesia en la creación de un nuevo
modelo de sociedad. Murillo destacó la alegría y gratitud de los
participantes no católicos por la invitación de la Iglesia "que ha
promovido este espacio con gran apertura y tolerancia. Ciertamente
también fue importante no ignorar la deuda histórica que la Iglesia
acumuló en la época de la diáspora africana, para poder pagarla y mirar
hacia adelante juntos".
Al respecto, el padre Efraín De León, secretario ejecutivo de la
Pastoral Afropanameña, habló a Fides acerca del éxito de la iniciativa
términos de participación de los jóvenes, quienes pueden ser
protagonistas de los cambios en la Iglesia y en la sociedad de manera
articulada. "Los jóvenes afrodescendientes tienen mucho que decir",
sostuvo. Por su parte, Eunice Meneses, coordinadora de la Pastoral Afro
de la archidiócesis de Panamá, dijo: "Queremos que estos jóvenes
afrodescendientes sean portavoces de todos sus compañeros
latinoamericanos y caribeños, a través del documento que expone sus
expectativas y propuestas, y que desean entregar al Papa".
"El Foro es el fruto de la experiencia y del trabajo de la Iglesia a lo
largo de muchos años. Queremos ayudar a los jóvenes afrocatólicos en su
búsqueda de espacios para celebrar la fe y la vida en la Iglesia
manifestando su cultura. Es importante para la inculturación del
Evangelio y para enriquecer a la Iglesia en su misión. Al mismo tiempo,
para nosotros es la posibilidad de un nuevo Pentecostés, -al que nos
invita el documento del Episcopado Latinoamericano y Caribeño de
Aparecida-, que implica para todos en la Iglesia una conversión personal
y pastoral", amplió el padre De León.
"Para el pueblo y para los pastores, -precisa el sacerdote
afrodescendiente-, la conversión tiene que ver con un cambio de actitud
frente a las diferentes culturas, que pueden ser todos idiomas al
servicio de la evangelización. Tenemos que abrirnos más. Justo ayer, el
Papa explicó a los obispos que no siempre un pastor debe caminar delante
del rebaño. A veces tiene que estar en el medio, y a veces detrás, para
que nadie se quede rezagado y se pierda".