Kinshasa, REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO (Agencia Fides, 02/01/2019) - “Que los congoleños sigan vigilantes para que
no nos roben la victoria”. Es el llamamiento lanzado por el Comité
Laico de Coordinación (CLC) en este periodo en el que continua el
recuento de papeletas de las elecciones generales celebradas en gran
parte de la República Democrática del Congo el 30 de diciembre. El CLC
es la organización católica que promovió las tres marchas celebradas en
2018 para exigir la salida del poder del presidente Joseph Kabila. “El
cambio en la continuidad no será aceptado”, aseguró la dirección de la
CLC, aludiendo a una eventual proclamación como Jefe de Estado del
candidato del partido Kabila, el ex Ministro del Interior, Emmanuel
Ramazani Shadary.
Los temores de fraude de la oposición se han visto acentuados por la
decisión de las autoridades de Kinshasa de suspender indefinidamente la
conexión a Internet y el envío de mensajes SMS. La Comisión Electoral
Independiente (CENI) anunció los resultados para el 6 de enero.
La Conferencia Episcopal Congoleña (CENCO) solicitó calma y afirmó haber
desplegado a unos 40.000 observadores electorales. En un comunicado
enviado a Agencia Fides, la CENCO asegura haber recopilado datos sobre
“una muestra significativa de colegios electorales en todo el país, es
decir, el 22.32%”. Según el comunicado, “2853 mesas estaban abiertas a
las 6 de la mañana. Sin embargo, 830 mesas no se abrieron por distintos
motivos, desde retrasos en la organización o procedimientos de apertura
demasiado largos hasta por el mal funcionamiento de las máquinas de
recuento de votos.
Las elecciones, programadas para el 23 de diciembre, se pospusieron una
semana debido a una disfunción organizativa que empeoró por la
destrucción de más de 8.000 máquinas electorales en un depósito en
Kinshasa. La CENI también decidió posponer la votación en marzo en tres
localidades, Beni, Butembo y Yumbi, tanto por la epidemia de ébola como
por las precarias condiciones de seguridad.