Bogotá, COLOMBIA (Agencia Fides, 22/05/2021) – En estos días “hemos realizado, en espíritu de comunión y fraternidad, una mirada contemplativa de la realidad latinoamericana y caribeña, con una visión universal y de esperanza, y en prospectiva hacia el año 2031 – 2033”. De igual modo “hemos iluminado esa realidad desde los fundamentos teológicos, eclesiológicos y pastorales del proceso de Renovación y Reestructuración del CELAM”. Así lo escriben los obispos que forman la Presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), al finalizar la 38ª Asamblea General , celebrada de forma vistual del 18 al 21 de mayo, en el mensaje enviado a las 22 Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe en el que han presentado un balance de los trabajos. Entre otros temas que se han afrontado está el caminar de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, Aparecida: “Memoria y Desafíos”; y la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA).
Presentando a las Conferencias Episcopales el documento que guía el
inicio de este camino de este Proyecto de Renovación y Reestructuración
del Celam, los obispos han manifestado que “es el producto de un
dilatado e intenso itinerario de discernimiento que ha involucrado a
muchos y diversos agentes de pastoral e instituciones eclesiales, y ha
exigido numerosas consultas, a través de las cuales se ha realizado un
ejercicio concreto y operativo de la sinodalidad eclesial y de la
colegialidad episcopal”. El documento subraya “a importancia del
servicio que está llamado a prestar el Celam en los próximos años, a
favor de las Conferencias Episcopales y de todos las Iglesias
particulares del continente, en clave de sinodalidad, colegialidad,
conversión integral, con voz profética, visión integradora continental,
articulando red de redes, impulsando la descentralización y la
pertinencia, acogiendo y aportando al Magisterio de la Iglesia”.
En el mensaje, la Presidencia del CELAM también señala que la intención
del instrumento elaborado es provocar y fomentar “en todos los miembros
del Pueblo de Dios una experiencia personal y comunitaria con
Jesucristo”, de tal forma que la alegría de este encuentro impulse la
comunión, la colegialidad y la sinodalidad en todas las iglesias de
América latina y del Caribe e impulse la opción preferencial por los
pobres y el cuidado de la casa común “como signos visibles de la
presencia del Reino de Dios entre nosotros”.
Por último, concluyen animando a todas las Conferencias Episcopales a
ser parte de este proyecto: “a nosotros, como discípulos misioneros de
Jesucristo configurados con los sentimientos del Buen Pastor nos toca
asumir, animar e impulsar este proyecto de renovación y reestructuración
del Celam, desde una lectura orante de la Palabra y una lectura
creyente, analítica, realista de los signos de los tiempos”.