Kinshasa, REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO (Agencia Fides, 27/05/2021 ) - Grupos armados burundeses de tendencias opuestas se están enfrentando entre sí, en la llanura de Ruzizi, en Kivu del Sur, al este de la República Democrática del Congo (RDC). Así lo afirma en una nota enviada a la Agencia Fides, la “Association contre le Mal et pour l'Encadrament de la Jeunesse” (ACMEJ/DH), una ONG local que denuncia la violencia contra los civiles en esta provincia de la RDC.
“El ejército congoleño debe redoblar sus esfuerzos para conseguir
neutralizar a todos los grupos armados nacionales y extranjeros que
siguen aterrorizando a las aldeas de las tierras altas de la llanura de
Ruzizi, en particular a los grupos armados que apoyan al gobierno de
Burundi contra otros grupos armados burundeses que se oponen al gobierno
de Bujumbura”, señala la nota.
El ACMEJ/DH subraya que “sin emabrgo, estos enfrentamientos militares no
son de naturaleza tribal, sino que son enfrentamientos
político-militares” entre entidades extranjeras que luchan en territorio
congoleño.
Según la ONG local, grupos armados extranjeros procedentes de Burundi y
Ruanda han ocupado algunas aldeas estratégicas en las mesetas medias y
altas de la llanura de Ruzizi, mientras que las autoridades congoleñas,
nacionales y provinciales, dudan en enfrentarse a estos grupos que están
fuertemente armados.
En consecuencia, las poblaciones civiles desplazadas de los pueblos de
la llanura de Ruzizi están sufriendo gravemente. Los desplazados
internos necesitan urgentemente ayuda humanitaria.
También hay tensiones entre los habitantes de Katogota y los emigrantes
económicos burundeses que viven en el mismo pueblo. Tras el cierre de
las fronteras entre Burundi y Congo desde marzo de 2020 debido a la
emergencia de Covid-19, los migrantes burundeses en Katogota se
encuentran en una especie de limbo administrativo debido a la ausencia
de documentos oficiales de migración tanto del lado burundés como del
congoleño. Los lugareños se quejan de que los burundeses son los
presuntos responsables del aumento de la inseguridad y del desprecio por
las leyes y las buenas costumbres.
Por su parte, los inmigrantes burundeses afirman ser víctimas de
chantajes por parte de algunos agentes de seguridad, de detenciones y
trabajos forzados, y de comentarios discriminatorios por parte de la
población local.
Al parecer, la cuestión se está resolviendo con el inicio de las
operaciones de reconocimiento de los burundeses y la cooperación
diplomática entre la RDC y Burundi para facilitar su repatriación.