Alepo, SIRIA (Agencia Fides, 21/05/2021) - Las sanciones económicas de los países occidentales contra la Siria de Assad, que han culminado con la llamada “Caesar Act” emitida por la Administración estadounidense liderada por Donald Trump, son injustas y deben ser eliminadas, así como las prácticas represivas y la “brutal agresión” que sufren los palestinos en Tierra Santa deben ser detenidas. Este es el firme deseo de los Patriarcas y Obispos católicos que se han reunido del 18 al 20 de mayo en Alepo, en la sede del Vicariato Apostólico para los católicos de rito latino, en la sesión anual del Consejo de Jefes de las Iglesias católicas presentes en Siria.
El comunicado final del encuentro eclesial atestigua la preocupación
pastoral y la perspectiva realista e inconformista con la que las
Iglesias católicas locales comparten las tribulaciones de los pueblos de
Oriente Medio. Durante los tres días de reuniones, los participantes en
el encuentro se han cuestionado sobre cómo ayudar a mitigar el
devastador impacto de las sanciones económicas en la vida cotidiana del
pueblo sirio. A este respecto, los Patriarcas y Obispos han prestado
especial atención a la labor realizada por Cáritas Siria en beneficio de
todos los componentes de la sociedad siria, considerada como un valioso
instrumento para manifestar la proximidad de la Iglesia a la creciente
multitud de sirios obligados a vivir por debajo del umbral de la
pobreza.
La reflexión común de los responsables de las Iglesias católicas
presentes en Siria, se ha centrado con especial aprensión en el éxodo de
jóvenes cristianos que han abandonado el país durante los terribles
años de conflicto. Los participantes en la reunión se han preguntado
cómo buscar remedios ante esta emergencia para asegurar “que nuestros
hijos permanezcan en su tierra, porque creemos que nuestra presencia y
testimonio en este país es necesario e importante”.
Los obispos y patriarcas católicos de Siria, en los días de su consejo
anual, también han tenido la oportunidad de reflexionar juntos sobre los
impactos positivos registrados en Siria y en todo Oriente Medio,
especialmente en las relaciones islámico-cristianas, tras la visita
apostólica realizada por el Papa Francisco a Irak el pasado mes de
marzo. Además, han enviado una carta al Papa Francisco, en la que le
agradecen “el cuidado que ha mostrado por nuestro país, su defensa de
los humillados, los oprimidos y los marginados, y su constante llamada a
la fraternidad universal, expresada con especial fuerza en la Encíclica
'Hermanos todos'”.
En el comunicado final de su reunión, los obispos y patriarcas católicos
también invitan a los ciudadanos sirios a participar en las próximas
elecciones presidenciales, previstas para el próximo 26 de mayo,
ejerciendo su derecho al voto según su conciencia, y teniendo en cuenta
el interés nacional, en el contexto de los conflictos y factores de
crisis que atormentan a Oriente Medio. El comunicado final del encuentro
eclesial concluye con la invocación al Todopoderoso para que retire “la
nube negra que se cierne sobre Siria desde hace diez años”; con el
homenaje a los soldados caídos y a “todos los que trabajan para
salvaguardar Siria”, y con la invitación dirigida a los cristianos
sirios y a todos sus conciudadanos “a ser pacientes, a mantener la
esperanza y a trabajar juntos, mano a mano, para reconstruir la Siria
moderna y diseñar su futuro” en el signo de la reconciliación y la paz.
La sesión anual del Consejo de Patriarcas y Obispos Católicos de Siria,
presidida por el Patriarca siro católico Ignace Youssif III Younan y el
Patriarca greco católico Melquita Youssef Absi, ha contado con la
presencia del Cardenal italiano Mario Zenari, Nuncio Apostólico en
Damasco.