Chaco, PARAGUAY (Agencia Fides, 27/05/2021) - “Si en el primer año de la pandemia hemos tenido menos muertos y más desempleados, en este segundo año tenemos más muertos y más desempleados, porque nos es difícil hacer bien nuestro trabajo y no hay un castigo ejemplar para esas personas que se han aprovechado del dinero del pueblo en este momento crucial de la pandemia”, dijo Mons. Gabriel Escobar del Vicariato Apostólico del Chaco, Paraguay. Durante la misa principal de la fiesta en honor a la Santísima Virgen María Auxiliadora, protectora de la comunidad, el Obispo se dirigió directamente al gobierno central y a la clase política a la que responsabiliza de la situación.
“Seguimos teniendo casi cero iniciativas en el esfuerzo por obtener una
buena cantidad de vacunas contra Covid-19 que puedan usarse para
inmunizar a la mayoría de la población”, dijo el obispo durante la
homilía. “Volvemos a ser como el último vagón del tren. ¿Hasta cuándo no
seguiremos haciendo bien nuestro trabajo?”. "Este estancamiento en el
país -continuó- tiene su explicación en el dominio e ineptitud de los
partidos políticos tradicionales. Los dirigentes de estas instituciones
partidarias deben encontrar la manera de resolver y poner fin a las
grandes desigualdades en el ámbito de la justicia, en el sector de los
campesinos, de los trabajadores, por el cierre o avería de fuentes de
trabajo que sean en detrimento de los obreros, de los trabajadores ”.
El obispo instó a la comunidad a seguir el ejemplo de la Virgen María
Auxiliadora en términos de humildad, sencillez y generosidad, de
servicio a los más necesitados, en la búsqueda de la verdad, con fe y
confianza en Dios.
La reflexión del obispo responde a la gran preocupación de la población
por la vacuna contra Covid-19. Paraguay había vivido la primera fase de
la pandemia con muy pocas muertes, mientras que ahora el país sufre
porque la maquinaria del gobierno que tiene que lidiar con la vacunación
es lenta y mal administrada. El Arzobispo de Asunción, Mons. Edmundo
Valenzuela, ya había denunciado esta situación hace algún tiempo. En marzo, la población había protestado en las calles
por la mala gestión gubernamental de la situación sanitaria y la crisis
económica y social derivada de la pandemia.
Paraguay tiene en la actualidad 342.000 infectados y 8.700 víctimas, de
una población de 7 millones de habitantes.
Ayer 26 de mayo, en el Alto Paraguay, también en la zona del Chaco, se
inició la construcción de un nuevo hospital como muestra de esperanza
por un mejor servicio de salud a la población local. El arzobispo
Gabriel Escobar bendijo el "primer ladrillo", como es tradición en estos
casos, y dijo durante la ceremonia que "finalmente después de años de
espera, la gente puede ver de cerca una señal de inversión en el sector
salud, especialmente en zonas alejadas de la capital ".