martes, 18 de mayo de 2021

Conferencia sobre la “nueva evangelización”: “Jesucristo, luz del mundo”

Manila, FILIPINAS (Agencia Fides, 18/05/2021) – “Jesucristo, luz del mundo”: este es el título de la conferencia sobre la nueva evangelización que se celebrará el 22 de mayo en Manila. La conferencia adquiere un carácter y un significado especiales porque en 2021 el país celebra los 500 años de la llegada de la fe cristiana a Filipinas (1521-2021). La organización católica de laicos “Vive a Cristo, Comparte a Cristo” (Live Christ, Share Christ - LCSC), que participa en la organización del evento de la Conferencia, también cumple 10 años como movimiento eclesiástico. En un mensaje dirigido a todas las comunidades, asociaciones y grupos católicos, Frank Padilla, laico católico y moderador del movimiento LCSC, escribe: “Como bautizados, participamos en la importante misión de ser portadores de la luz de Cristo en el mundo”. “A lo largo de los años - explica Padilla a la Agencia Fides -, la forma de llevar a cabo la labor de evangelización ha evolucionado de muchas maneras diferentes, pero nuestra llamada es siempre la misma: poner a Cristo en el centro de nuestras vidas y compartirlo con los demás”.
 

Como señala monseñor José S. Palma, arzobispo de Cebú, “la evangelización es la proclamación, el testimonio y la transmisión del Evangelio dado a la humanidad por nuestro Señor Jesucristo. Es la apertura de la vida de las personas, de la sociedad, de la cultura a la persona de Jesucristo y a su comunidad viva, la Iglesia”. “La misión de todos los que estamos llamados a participar en la nueva evangelización es la misión esencial de la Iglesia, ya que fue también la misión del propio Jesús”, añade.
 

Como señala el documento de presentación de la conferencia, “nueva evangelización” es un término utilizado por primera vez por el Papa Pablo VI en su exhortación apostólica “Evangelii nuntiandi” de 1975, que reafirmaba el papel de cada cristiano en la difusión del Evangelio. El término fue popularizado posteriormente por el Papa Juan Pablo II, durante un discurso a los obispos latinoamericanos en previsión del 500 aniversario de la evangelización en las Américas (1492-1992). El Papa Juan Pablo II declaró su compromiso “no con la reevangelización, sino con una nueva evangelización, nueva en su ardor, métodos y expresión”.
 

La llamada a la “nueva evangelización” es, para los bautizados, una llamada a profundizar y “reavivar la fe”, para dar testimonio de “Cristo, luz del mundo” a los que no han encontrado a Dios. En el contexto actual, esto significa dar testimonio y proclamar la Palabra de Dios en países y culturas fuertemente influenciados por la secularización. Filipinas celebrará 500 años de evangelización en 2021. Sin embargo, se recuerda, aunque el 80% de la población filipina -de 110 millones de ciudadanos- se declara católica, miles de fieles dejan cada año de asistir a la iglesia o abandonan la práctica de la fe. Uno de los principales objetivos de la conferencia sobre la nueva evangelización es, por tanto, revitalizar la comunidad católica ante los cambios en el panorama social, cultural, económico, civil y religioso del país. El punto de partida de este proceso de “nueva evangelización”, se subraya, es siempre Cristo mismo: la evangelización, missio ad gentes o nueva evangelización, son siempre obra de la gracia de la misericordia de Dios.
 

La reciente Carta Pastoral sobre la Nueva Evangelización, emitida por los obispos filipinos con motivo del 500 aniversario de la llegada del cristianismo a Filipinas, afirma: “Esta tarea de la Nueva Evangelización nos llama a continuar más seriamente las iniciativas y proyectos que se han llevado a cabo bajo la guía del Espíritu Santo. Estamos llamados a profundizar en la situación pastoral a la que nos enfrentamos todos juntos como Iglesia en Filipinas”. Los obispos señalan cuatro áreas específicas de interés y trabajo para la nueva evangelización: promover la missio ad gentes en las comunidades locales; llevar la ‘Buena Nueva’ del Evangelio a los pobres, los necesitados, los vulnerables; llegar a los bautizados que han abandonado la práctica de la fe; renovar la atención pastoral a los jóvenes en las zonas urbanas y rurales. Los obispos también destacan tres imperativos de la fe para que la labor de evangelización sea fructífera: la centralidad de la Eucaristía, la necesidad de la oración y la actitud de conversión permanente en cada cristiano.