Port Moresby, PAPUA NUEVA GUINEA (Agencia Fides 19/05/2021) - Concienciar y educar a los votantes para que elijan sabia y libremente a los futuros representantes del Gobierno: con este objetivo, de cara a las elecciones generales que se celebrarán en el país en 2022, la Conferencia Episcopal de Papúa Nueva Guinea e Islas Salomón ya está trabajando para diluir el clima de tensión generado por la emergencia ambiental, cultural y social que se registra en el país. Según los observadores, Papúa Nueva Guinea sigue siendo muy inestable desde el punto de vista económico y político, además de ser considerada una nación con un alto índice de corrupción. De ahí, según la nota de la Secretaría General de los Obispos recibida por la Agencia Fides, la labor de una necesaria concienciación cultural y social de la ciudadanía, a la que las comunidades católicas darán una valiosa contribución.
Algunos analistas están comentando que estas podrían ser las más
polémicas y sangrientas elecciones de la historia de Papúa Nueva Guinea.
“Todos podemos evitar esta escalada de violencia comprometiéndonos a
verificar la verdadera preparación y disposición para servir al país de
las personas que vamos a elegir para que nos representen. No vamos a
votar a líderes, sino a personas que nos representen y conozcan el
territorio, la gente, y que sean capaces de gobernar de forma seria”,
señalan los obispos.
“Los 111 diputados deben dar la cara por nosotros, deben dar la cara,
deben estar comprometidos ante todo con su electorado y con la nación en
su conjunto. Los buenos representantes saben escuchar, deben ser
personas implicadas en la sanidad, la educación, los sindicatos, que
tengan buenas relaciones internacionales, capacidad de administración
del Estado, servicio a la comunidad y bienestar social. Personas con
capacidad de liderazgo. Es hora de favorecer también la presencia
femenina -insisten los obispos- que no se dejan involucrar en asuntos
privados y muestran más empatía con las personas”.
“Lo que se necesita es un Parlamento que apruebe leyes y aplique
políticas en beneficio de toda la comunidad, y es necesario elegir
nuevos representantes cada cinco o diez años como máximo”.
En Papúa Nueva Guinea, el Parlamento nacional es unicameral y consta de
111 escaños, aunque la Constitución permite hasta 126. Los diputados son
elegidos directamente en circunscripciones uninominales. Los miembros
elegidos tienen un mandato de cinco años.