Ciudad de Guatemala, GUATEMALA (Agencia Fides 19/05/2021) – Los Obispos de Guatemala han
enviado un mensaje, “como un saludo de aprecio, un llamado a la
esperanza y una exhortación al compromiso de todas las Familias para
seguir siendo, con la bendición de Dios, el fundamento de la sociedad
guatemalteca” según está establecido en la Constitución de la República.
Con motivo del Año de la Familia 2021-2022 convocado por el Papa
Francisco al cumplirse cinco años de la publicación de su exhortación
apostólica Amoris Laetitia, los obispos recuerdan que “en la familia se
podrá experimentar la comunión cuando sea casa de oración, cuando los
afectos sean serios, profundos, puros, cuando el perdón prevalezca sobre
las discordias, cuando la dureza cotidiana del vivir sea suavizada por
la ternura mutua y por la serena adhesión a la voluntad de Dios”.
Dirigiéndose a las Familias católicas, a todas las familias
guatemaltecas y a los hombres y mujeres de buena voluntad de la
sociedad, los obispos en primer lugar dan las gracias a las familias que
han perseverado en el bien y en el amor durante el duro periodo de la
pandemia. “A pesar de la pérdida de padres, madres, hijos y hermanos han
perseverado en la unidad, en la comunicación, en la solidaridad con
otras familias más golpeadas por este mal mundial” exhortándolos a “no
cansarse de hacer el bien”, a seguir siendo “iglesias domésticas”,
ámbitos de anuncio y vivencia en de la Fe, lugares de oración, de
encuentro, de compartir el drama pero también de la alegría de estar
juntos.
Además, el mensaje denuncia la agresión a las familias, a través de la
desnutrición infantil, el drama migratorio que divide y es muchas veces
mortal para toda la familia, incluso para niños migrantes, los índices
de violencia delincuencial e incluso familiar, la paulatina destrucción
de ambientes naturales... A estos males se unen la influencia de los
medios de comunicación que promueven el individualismo, el libertinaje
sexual y modelos antinaturales de sexualidad, de definición del
matrimonio y de la familia misma, así como la incesante propuesta del
crimen del aborto “en nombre de una falsa libertad y realización de la
mujer”.
Los obispos por todo ello, invitan a las familias a la vivencia de los valores humanos y cristianos, ante los numerosos casos de violencia intrafamiliar, de abundancia de embarazos de niñas y adolescentes. La defensa de la familia compete a las autoridades civiles, prosiguen los obispos, pero también a cada familia “el custodiar y defender a la familia, siguiendo el modelo de San José”. “Las leyes de un país deben formularse y cumplirse teniendo en cuenta la institución familiar y sus entornos laborales, sanitarios, ecológicos y humanos en general para que la familia pueda desarrollarse no sólo material sino integralmente”.
En la conclusión se reitera el compromiso de la Iglesia para ofrecer un
camino de reflexión para profundizar las riquezas de la Exhortación
Amoris laetitia especialmente este año, poniendo a disposición de todos
los instrumentos para reforzar desde las parroquias, los movimientos
eclesiales, las pequeñas comunidades, los medios de comunicación… para
ayudar a los futuros matrimonios y a todas las familias en la formación
de los hijos, así como apoyar las realidades familiares cada vez más
comunes con situaciones irregulares, de desintegración, y cualquier
vivencia que afecta al matrimonio y la familia.