Antelias LÍBANO
(Agencia Fides 28/09/2021) - En Oriente Medio hay realidades eclesiales que “para
obtener ayuda de algunos grupos cristianos americanos y europeos,
adoptan ideas que militan contra la convivencia, exageran el sufrimiento
de los cristianos y promueven la teoría de la persecución sistemática
por parte de los musulmanes”. Otros actores eclesiales confían en la
estrategia de la “alianza entre minorías” o en la protección de los
regímenes autoritarios como únicas formas de garantizar la supervivencia
de las comunidades cristianas autóctonas en Oriente Medio. Se trata de
opciones y orientaciones equívocas, que corren el riesgo de pesar
negativamente sobre el futuro de la presencia cristiana en Oriente Medio
y de negar la misión misma a la que la Iglesia está llamada en esa
parte del mundo en la que Cristo ha vivido su vida terrenal. Estas son
algunas de las provocaciones difundidas en el documento titulado
«Cristianos en Oriente Medio: por una renovación de las
opciones teológicas, sociales y políticas». La contribución, articulada
en cien párrafos, se ofrece como un intento sistemático de considerar en
profundidad la condición actual de las comunidades cristianas en el
contexto árabe-mediterráneo. Esta iniciativa no tiene parangón en la
historia reciente de la reflexión teológica y pastoral sobre el presente
y el futuro de los cristianos en Oriente Medio. El documento, que se ha
dado a conocer hoy durante una presentación oficial en la sala de
conferencias de la Iglesia de San Elías en Antelias (Líbano), es el
resultado de un largo proceso realizado por un equipo ecuménico de
especialistas en teología, estudios sociales y cuestiones geopolíticas.
Hombres y mujeres, ministros ordenados y laicos, que han querido debatir
con franqueza y libertad “sobre cuestiones que algunos pueden
considerar inadecuadas para el debate público”. El equipo, que ha
adoptado una fórmula que se hace eco de un versículo del Deuteronomio
("Elegimos la vida en abundancia"), incluye, entre otros, al profesor
Souraya Bechealany, antiguo secretario general del Consejo de las
Iglesias de Oriente Medio, y al sacerdote maronita Rouphael Zgheib,
director nacional de las Obras Misionales Pontificias del Líbano.
En muchos pasajes, el documento se libera de los estereotipos que
condicionan y ofuscan la representación dominante en los medios de
comunicación occidentales sobre las comunidades cristianas de Oriente
Medio. Que son presentadas como "minorías" asediadas que necesitan
protección externa, ya sea financiera o geopolítica.
Los cristianos de Oriente Medio - reconocen los autores del documento -
se enfrentan a enormes emergencias y provocaciones “que nos ponen ante
opciones de las que dependen nuestra existencia y nuestra presencia
futura”. El “debilitamiento progresivo de nuestra presencia y testimonio
hace imperativo un examen profundo de nuestra situación, a partir de
una lectura crítica”. En las convulsiones geopolíticas de Oriente Medio,
analizadas por el documento con abundantes referencias históricas a las
épocas del "renacimiento" árabe y del "despertar islámico", el
documento señala que el riesgo más insidioso para las actuales
comunidades cristianas de Oriente Medio es el "enfoque reduccionista
basado exclusivamente en la lógica de la mayoría y la minoría". Una
lectura distorsionada de la realidad que lleva a algunos a buscar
protección "a través de una 'alianza de minorías', viendo en ello una
garantía para perpetuar la
presencia cristiana en Oriente Medio". A la larga, esta opción
"desvirtúa un auténtico testimonio cristiano", basado "no en el uso de
la religión como herramienta política, ni en la reivindicación de
derechos o privilegios específicos para mantener una identidad rígida,
sino en la apertura al otro en el diálogo".
El extenso documento describe con realismo las consecuencias del
sectarismo y el fanatismo religioso como factores devastadores para
cualquier proyecto de "convivencia entre diferentes" que redescubra la
matriz "plural" de la historia de los pueblos y civilizaciones de
Oriente Medio. Se reconoce que las comunidades cristianas de los países
de la zona viven en sociedades "impregnadas de islam", en las que "el
islam se ha convertido en un factor intrínseco". Se subraya que la
emigración de los cristianos, que se ha intensificado en las últimas
décadas, no puede interpretarse exclusivamente como un efecto directo
del auge de los movimientos islamistas violentos, al tiempo que se
señalan con realismo muchos factores de "debilidad interna" que lastran
el espíritu apostólico de las instituciones y las realidades eclesiales.
Entre otras cosas, se constata que "el lenguaje utilizado por el
estamento religioso, en muchos casos,
sigue estando alejado de la realidad cotidiana, de los sufrimientos y de
los temores de los cristianos locales", y va perdiendo poco a poco su
poder de atracción para las generaciones más jóvenes, entre las que hay
una tendencia creciente a la indiferencia e incluso al ateísmo. El
documento describe en términos críticos los casos de competencia entre
instituciones eclesiásticas empeñadas a tiempo completo en tratar de
encontrar recursos financieros para asegurar su supervivencia, y en
varios pasajes deplora la forma en que las instituciones eclesiásticas
se relacionan con los poderes políticos, a menudo dominados por
"intereses personales y facciosos, una mentalidad minoritaria y una
búsqueda de pequeñas conquistas sectarias".
Entre las "soluciones erróneas" ensayadas para abordar los problemas de
las comunidades cristianas de Oriente Medio, el documento señala la
tendencia que empuja a los representantes y grupos de la Iglesia "a
adherir a ideologías totalitarias, a regímenes autoritarios", o la
carrera por "ocupar posiciones de influencia y adquirir beneficios y
protecciones autoritarias", alegando que ello puede "garantizar la
continuidad y el valor de su presencia en Oriente Medio".
Además de las observaciones críticas, el documento también sugiere vías
constructivas que deben explorarse para abordar las necesidades urgentes
que asedian a las comunidades cristianas de Oriente Medio. En muchos
pasajes del documento se hace un llamamiento a redescubrir el tesoro de
las propias tradiciones eclesiales: "La mayoría de las Iglesias
históricas de Oriente Medio", señalan los autores del texto, "son
patriarcales o sinodales. Ambos sistemas se inspiran en la idea de
sinodalidad, que, en su significado original, se refiere a la comunión y
al caminar juntos”.
Estos rasgos tradicionales de la vida eclesial de las comunidades
orientales se deben recuperar, mientras que "desgraciadamente hoy en
nuestras Iglesias vemos al pueblo de Dios - especialmente a las mujeres y
a los jóvenes - marginados en las decisiones importantes". A menudo
asistimos al crecimiento de un espíritu autoritario, que borra la
responsabilidad compartida, el gobierno equilibrado y el espíritu de
responsabilidad entre la gente y sus pastores".
Según los autores del documento, la vida eclesial de las comunidades de
Oriente Medio debe liberarse "de las prácticas que reducen a las mujeres
a seres de segunda clase, prácticas que son contrarias al espíritu del
Evangelio". Además, los cristianos de Oriente Medio "deben negarse a
unirse o identificarse con regímenes políticos dictatoriales, ya sean
ideológicamente laicos, teocráticos o feudales. También deben rechazar
una "alianza minoritaria" y la opción de buscar protección". La
perspectiva sugerida es la de reconocer el destino común de los
cristianos con los conciudadanos de otras confesiones y "fomentar su
participación en la esfera pública y en la lucha por un Estado civil",
regido según el principio de ciudadanía e igualdad. Un Estado "guiado
por el derecho civil moderno", capaz de acoger e integrar todas las
"diversidades" y pluralidades de Oriente Medio.
LINK
Texto completo del documento en inglés -> http://www.fides.org/it/
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