“El primer paso debe ser tomar conciencia de la verdad de lo ocurrido”, dice la carta. “Por esta razón, urgimos a cada presidente de conferencia episcopal a acercarse y visitar a víctimas que han sufrido abusos por parte del clero en sus respectivos países antes de la reunión de Roma, y aprender así de primera mano el sufrimiento que han soportado”
Dichos encuentros personales son una forma concreta de reafirmar que los supervivientes del abuso clerical son la prioridad en la mente de todos durante el encuentro de febrario, a medida que se unen “en solidaridad, humildad y penitencia” para avanzar en la crisis de los abusos.
Además, la carta include un breve cuestionario que será utilizado para la preparación interna del encuentro. La reunión se centrará en tres temas principales: responsabilidad, asunción de responsabilidades y transparencia, y los participantes trabajarán juntos para responder a este grave desafío.