Kabul, AFGANISTÁN (Agencia Fides, 20/12/2018) - "Viviendo inmersos en un entorno como el de
Afganistán, sentimos la necesidad de estar juntos, de orar, de compartir
pensamientos, de alimentar las relaciones fraternales: las fiestas
agudizan esta necesidad. Por eso, en los días inmediatamente posteriores
a la Navidad mantendremos un encuentro todos los religiosos presentes
en este país, no solo para rezar juntos, sino también para pasar unas
horas juntos". Así lo explica a la Agencia Fides el padre Giovanni
Scalese, religioso Barnabita de la Missio sui iuris de Afganistán. La
presencia de religiosos cristianos en territorio afgano está vinculada
exclusivamente a realidades caritativas o militares:son misioneros
comprometidos en iniciativas humanitarias que tienen prohibida la
evangelización, o capellanes militares, en cualquier caso "siempre
insuficiente en comparación con las necesidades", dice el Barnabita. La
única parroquia católica en Afganistán se encuentra dentro de la
Embajada de Italia en Kabul y asisten unas cien personas, casi
exclusivamente miembros de la comunidad diplomática internacional.
"¿Cómo se prepara esta pequeña comunidad para la Navidad? En la
sencillez. Comenzamos nuestra preparación a fines de noviembre con la
celebración de la novena de la Inmaculada. El 2 de diciembre, bendijimos
la corona de Adviento y encendimos su primera vela para comenzar el
tiempo especial de preparación para la venida de Cristo. "El domingo 16
de diciembre iluminamos el árbol de Navidad frente a la iglesia y
comenzamos otra novena", explica el padre Scalese. Las celebraciones
católicas también son víctimas de la fuerte tensión que se vive en un
país en guerra desde hace 40 años. Así lo explica el Barnabita: "El 24
de diciembre anunciaremos la Navidad con el canto de la Kalenda y
durante la misa del Gallo bendeciremos el pesebre. La celebración será
por la tarde porque, por motivos de seguridad, no podemos hacerla
durante la noche". El día de Navidad, las misas se celebrarán en la base
de la OTAN y en la iglesia de la misión: "Seguramente participen más
personas.
Las fiestas constituyen una oportunidad para rezar incluso para aquellos
que participan menos de la vida de la Iglesia durante el resto del
año", concluye el Barnabita. En Afganistán la constitución del 2004
define el país como una "República islámica". El artículo 2 garantiza a
los no musulmanes el derecho de profesar libremente su propia religión
pero dentro de unos límites. Además de la parroquia de la embajada
italiana y las capellanías militares, en el territorio afgano opera una
organización inter-congregacional de religiosas "Niños pro Kabul" y las
hermanas de Madre Teresa de Calcuta. Hasta el 2016 vivían en la capital
las Hermanitas de Carlos de Foucauld. Otras organizaciones de
inspiración cristiana también operan allí como los jesuitas indios a
través del Jesuit Refugees Service.