Dakar, SENEGAL (Agencia Fides, 28/12/2018) - La inmigración es un fenómeno que golpea
duramente a África. El continente no es sólo un territorio de tránsito
para quienes migran hacia Europa y América del Norte, sino que es en sí
mismo una tierra de migración. Las estadísticas de la Organización
Internacional para las Migraciones lo confirman. En 2017, 258 millones
de personas de todo el mundo abandonaron su país en busca de mejores
condiciones de vida en otros lugares, pero sólo el 35% viajó de sur a
norte. En África, 19,4 millones de africanos emigraron dentro de su
continente.
"El fenómeno de la migración interna en el continente africano es poco
conocido. Se trata de un fenómeno complejo en el que se encuentran
personas que huyen de sus países por razones políticas, guerras,
violencia, pero también porque buscan una mayor seguridad económica. Sin
olvidar que, a estas alturas, también estamos asistiendo a un retorno
de africanos que, después de buscar fortuna en Europa y no poder
integrarse, intentan reconstruir su vida en su propio país o en los
países vecinos", afirmó Fabrizio Cavalletti, de la oficina para África
de Caritas Italiana.
Para responder a estas necesidades, la arquidiócesis de Dakar y Caritas
Senegal establecieron en 1995 el Point d'Accueil pour Réfugiés et
Immigrés (Pari), un centro de orientación para las decenas de migrantes
presentes en el territorio senegalés. A lo largo de los años, el
proyecto ha encontrado el apoyo de algunas Caritas europeas, incluida la
italiana. "Esta iniciativa -continuó Cavalletti- no fue deseada por la
Iglesia católica ni por las instituciones europeas, sino que nació de la
iniciativa de la Iglesia local, para responder a un tema cada vez más
presente en Senegal. Hay que recordar que África Occidental es el
destino del 79% de los migrantes africanos que se trasladan a su
continente".
"Pari es el centro de una red compleja. En la estructura, los migrantes
son acogidos por operadores nacionales e internacionales (incluidos
voluntarios italianos que prestan servicio civil a Caritas) que escuchan
sus historias y, en función de sus necesidades, los remiten a otros
centros gestionados por organizaciones estatales o internacionales. Y es
en estos centros donde encuentran comida, ropa, atención médica… En 23
años se ha atendido a 26.000 migrantes de 35 países, la mayoría de ellos
menores de 30 años, incluidas muchas muchachas, algunas con hijos. Cada
persona tiene una historia y condición física diferentes. Están los que
pasan por Senegal para ir a Europa y los que se trasladan de países
vecinos para buscar mejores condiciones de vida o los senegaleses que
vienen del campo para encontrar trabajo. Estas personas, en general,
están en buena condición física. Pero también hay hombres y mujeres que
regresan de largos viajes a través de Libia y Níger y
que están extenuados tanto física como psicológicamente", explicó
Cavalletti.
Caritas Senegal, además de las actividades de orientación, ha puesto en
marcha pequeños proyectos en agricultura, comercio y ganadería, para
ofrecer a los migrantes oportunidades de empleo. "Los proyectos
pretenden ofrecer una oportunidad a los que permanecen en Senegal. Pero
cada vez más a menudo, incluso los que atraviesan el país para ir al
norte necesitan trabajar para no correr el riesgo de quedar atrapados en
la red del tráfico ilegal. Estos proyectos también ofrecen una
oportunidad para ellos. Estas iniciativas son un primer intento,
parcial, de responder al fenómeno trascendental de la migración. Y es
importante que la solidaridad nazca de los africanos hacia otros
africanos", concluyó el vocero.