miércoles, 12 de diciembre de 2018

Trump firma la ley del llamado “genocidio de cristianos” en Oriente Medio

Washington, ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA (Agencia Fides, 12/12/2018) - El presidente de los EE. UU., Donald Trump, firmó ayer la “Iraq and Syria Genocide Relief and Accountability Act of 2018”, la ley que define como “genocidio” los crímenes cometidos en los últimos años por grupos yihadistas sobre los cristianos y los yazidíes en Irak y Siria. El gobierno de los Estados Unidos se compromete a brindar asistencia humanitaria a los grupos afectados por la violencia y enjuiciar a los perpetradores y responsables de estas barbaridades.

A la ceremonia de la firma del Presidente de los Estados Unidos asistieron, entre otros, el arzobispo caldeo de Erbil Bashar Warda; el Caballero Supremo de los Caballeros de Colón, Carl Anderson; la Embajadora de Estados Unidos ante la Santa Sede, Calista Gingrich y el Arzobispo Timothy Broglio, Ordinario militar en los Estados Unidos de América.

La ley supone mayor ayuda financiera de los Estados Unidos para proyectos humanitarios, de estabilización y reconstrucción en favor de las minorías religiosas en Irak y Siria. La asistencia vendrá proporcionada o por el gobierno federal o mediante otras organizaciones, incluidas las de carácter eclesial y religioso.

Además, la ley permite al Departamento de Estado de los EE.UU. realizar investigaciones criminales y arrestar a individuos identificados como presuntos miembros de los grupos yihadistas, para castigar o prevenir actos violentos contra minorías religiosas. El propio presidente Trump, después de firmar la nueva ley, confirmó el compromiso del gobierno de los Estados Unidos de implementar los procedimientos que comprometen a las instituciones estadounidenses a procesar a los responsables de los delitos.

La Cámara de Representantes de los Estados Unidos, el 27 de septiembre, aprobó por unanimidad el proyecto de ley, identificado con la abreviatura HR 390. Anteriormente, el Senado de los Estados Unidos también expresó su apoyo unánime a la nueva ley.

La firma de la ley por parte del presidente Trump es el resultado de la actividad de la presión ejercida durante la administración anterior por organizaciones estadounidenses como los Caballeros de Colón, Defense of Christians, el Family Research Council, la Comisión de ética y de libertad religiosa de la Convención Bautista del Sur, la Iniciativa Wilberforce del siglo XXI y el Centro para la Libertad Religiosa del Instituto Hudson.

Con motivo de la firma, los medios estadounidenses reiteraron las palabras del arzobispo caldeo Bashar Warda, que explica que “los cristianos en Irak todavía están al borde de la extinción. Por eso la HR 390 es vital para nuestra supervivencia. Su implementación debe ser completa y rápida, de lo contrario, la ayuda que se proporcione llegará demasiado tarde para nosotros”.

La Comisión de Estados Unidos sobre Libertad Religiosa Internacional (USCIRF, por sus siglas en inglés), un organismo federal y bipartidista independiente establecido por el Congreso, ha elogiado al Presidente Trump por firmar el proyecto de ley. “En este proyecto de ley también advertimos de que los responsables de estos crímenes no escaparán a la justicia”, dijo la vicepresidenta de USCIRF, Kristina Arriaga.

El acto legislativo que permite a los grupos por motivos religiosos recibir ayuda financiera de los EE. UU., modifica en parte la anterior política del Departamento de Estado y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.

El 25 de octubre de 2017, el vicepresidente de los EE. UU., Mike Pence, anunció este cambio en la política de los EE. UU. con respecto a la financiación para emergencias humanitarias. “Ya no dependeremos más de la ONU para ayudar a los cristianos y minorías perseguidas”, aseguró Pence en la cena anual de solidaridad para los cristianos de Oriente Medio promovida en Washington por la organización estadounidense In Defense of Christians. En ese contexto, anunció que las agencias federales de los Estados Unidos trabajarán “junto a grupos religiosos y organizaciones privadas para ayudar a quienes son perseguidos por su fe”.

Anteriormente, el patriarca caldeo Louis Raphael Sako había señalado en una entrevista que “en los últimos años, en Oriente Medio, los cristianos han sufrido injusticias, violencia y terrorismo. Pero esto también les sucedió a sus otros hermanos musulmanes iraquíes, y a los de otras religiones religiosas. No debemos separar a los cristianos de los demás, porque así se nutre la mentalidad sectaria”.