Tras resumir su discurso en diversas lenguas, el Santo Padre ha saludado en particular a los grupos de fieles procedentes de todo el mundo y a continuación ha lanzado un llamamiento en favor de las poblaciones de Mozambique, Zimbabue y Malawi, afectadas por las inundaciones que en los pasados días han devastado buena parte de sus territorios.
La Audiencia General ha terminado con el canto del Pater Noster y la Bendición Apostólica.
PAPA FRANCISCO
AUDIENCIA GENERAL
Plaza de San Pedro
Miércoles, 20 de marzo de 2019
Miércoles, 20 de marzo de 2019
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Prosiguiendo nuestras catequesis sobre el "Padre Nuestro", hoy nos detenemos en la tercera invocación: "Hágase tu voluntad". Debe leerse en unidad con las dos primeras, "Santificado sea tu nombre" y "Venga a nosotros tu Reino", para que juntas formen un tríptico: “Santificado sea tu nombre”, “Venga a nosotros tu Reino”, “Hágase tu voluntad”.
Antes de que el hombre cuide del mundo, Dios cuida ya incansablemente al hombre y al mundo. Todo el evangelio refleja esta inversión de perspectiva. El pecador Zaqueo se sube a un árbol porque quiere ver a Jesús, pero no sabe que, mucho antes, Dios había ido a buscarlo. Jesús, cuando llega, le dice: "Zaqueo, baja pronto, porque conviene que hoy me quede en tu casa". Y al final declara: "El Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido" (Lc 19, 5.10). He aquí la voluntad de Dios, la que pedimos que se haga. ¿Cuál es la voluntad de Dios encarnada en Jesús?: Buscar y salvar lo que está perdido. Y nosotros, cuando rezamos, pedimos que la búsqueda de Dios tenga éxito, que se cumpla su plan universal de salvación, primero en cada uno de nosotros y luego en todo el mundo. ¿Habéis pensado lo que significa que Dios me busca? Cada uno de nosotros puede decir: “Pero ¿Dios me busca?”. “Sí, ¡Te busca!” “Me busca”.
Dios no es ambiguo, no se esconde detrás de enigmas, no ha planeado el futuro del mundo de una manera indescifrable. No, Él es claro. Si no lo entendemos, nos arriesgamos a no entender el significado de la tercera frase del "Padre Nuestro". En efecto, la Biblia está llena de frases que nos hablan de la voluntad positiva de Dios hacia el mundo. Y en el Catecismo de la Iglesia Católica encontramos una colección de citas que atestiguan esta voluntad divina fiel y paciente (ver nn. 2821-2827). Y San Pablo, en la Primera Carta a Timoteo, escribe: "Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad" (2,4). Esta, sin lugar a dudas, es la voluntad de Dios: la salvación del hombre, de los hombres, de cada uno de nosotros. Dios con su amor llama a la puerta de nuestro corazón ¿Por qué? Para atraernos, para atraernos a Él y llevarnos adelante por el camino de la salvación. Dios está cerca de cada uno de nosotros con su amor, para llevarnos de la mano a la salvación. ¡Cuánto amor hay detrás de todo ello!
Así, rezando "hágase tu voluntad", no estamos invitados a bajar servilmente la cabeza, como si fuéramos esclavos. ¡No! Dios nos quiere libres; y es su amor el que nos libera. El "Padre Nuestro” es, en efecto, la oración de los hijos, no de los esclavos; sino de los hijos que conocen el corazón de su padre y están seguros de su plan de amor. ¡Ay de nosotros sí, al pronunciar estas palabras, nos encogiéramos de hombros y nos rindiéramos ante un destino que nos repele y que no conseguimos cambiar! Al contrario, es una oración llena de ardiente confianza en Dios que quiere el bien para nosotros, la vida, la salvación. Una oración valiente, incluso combativa, porque en el mundo hay muchas, demasiadas realidades que no obedecen al plan de Dios. Las conocemos todos. Parafraseando al profeta Isaías, podríamos decir: "Aquí, Padre, hay guerra, prevaricación, explotación; pero sabemos que Tú quieres nuestro bien, por eso te suplicamos: ¡Hágase tu voluntad! Señor, cambia los planes del mundo, convierte las espadas en azadones y las lanzas en podaderas; ¡Que nadie se ejercite más en el arte de la guerra! "(ver 2: 4).
El "Padre Nuestro" es una oración que enciende en nosotros el mismo amor de Jesús por la voluntad del Padre, una llama que empuja a transformar el mundo con amor. El cristiano no cree en un "fato" ineluctable. No hay nada al azar en la fe de los cristianos: en cambio, hay una salvación que espera manifestarse en la vida de cada hombre y de cada mujer y cumplirse en la eternidad. Si rezamos es porque creemos que Dios puede y quiere transformar la realidad venciendo el mal con el bien. Tiene sentido obedecer a este Dios y abandonarse a Él incluso en la hora de la prueba más dura.
Así fue para Jesús en el Huerto de Getsemaní, cuando experimentó la angustia y oró: "¡Padre, si quieres, aparta de mi esta copa, pero no se haga mi voluntad sino la tuya!”(Lucas 22:42). Jesús es aplastado por el mal del mundo, pero se abandona confiadamente al océano del amor de la voluntad del Padre. Tampoco los mártires, en su prueba, buscaban la muerte, si no el después de la muerte, la resurrección. Dios, por amor, puede llevarnos a caminar por senderos difíciles, a experimentar dolorosas heridas y espinas, pero nunca nos abandonará. Estará siempre con nosotros, cerca de nosotros, dentro de nosotros Para un creyente esto, más que una esperanza, es una certeza. Dios está conmigo. La misma que encontramos en esa parábola del Evangelio de Lucas dedicada a la necesidad de rezar siempre. Jesús dice: "¿Dios no hará justicia a sus elegidos, que están clamando a él día y noche, y les hace esperar? Os digo que les hará justicia pronto”. Así es el Señor, así nos ama, así nos quiere. Pero, yo tengo ganas de invitaros, ahora, a rezar todos juntos el Padre nuestro. Y los que no saben italiano, que lo recen en su idioma. Vamos a rezar juntos:
Rezo del Padre nuestro
Saludos en las diversas lenguas
Saludos en francés
Saludo cordialmente a los peregrinos francófonos, en particular al Seminario de la Sociedad Saint Jean Marie Vianney, a los jóvenes y a todas las personas de Francia, Mónaco, Suiza y Bélgica. En este tiempo de Cuaresma, contemplamos a Jesús en Getsemaní, aplastados por el mal, pero abandonados confiadamente a la voluntad del Padre. Dios puede guiarnos por caminos difíciles y dolorosos, pero, -es una certeza-, nunca nos abandonará. ¡Dios os bendiga!
Saludos en inglés
Saludo a los peregrinos de habla inglesa presentes en la audiencia de hoy, especialmente de Inglaterra, Bélgica, Croacia, Noruega, Nigeria, Indonesia, Japón, Singapur, Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos de América. Con fervientes deseos de que esta Cuaresma sea un tiempo de gracia y renovación espiritual para vosotros y vuestras familias, invoco sobre todos el gozo y la paz del Señor Jesús.
Saludos en alemán
Saludo cordialmente a los peregrinos de habla alemana. Desde Viena llega el movimiento interreligioso "Caravana de la Tierra", en una peregrinación por la justicia y la paz. Comprometámonos a descubrir cada vez más profundamente la voluntad de Dios, para nosotros y para nuestras vidas, para nuestras comunidades y para el mundo entero. Intentemos ser ardientes colaboradores de su voluntad salvadora. ¡Buena Cuaresma a todos!
Catequesis y saludos en español
Queridos hermanos:
Continuamos con la catequesis sobre el Padrenuestro, y hoy lo hacemos reflexionando sobre la tercera invocación: «Hágase tu voluntad» que se une a las dos primeras de este tríptico: «sea santificado tu nombre» y «venga tu Reino». Dios siempre toma la iniciativa para salvarnos, y nosotros lo buscamos en la oración, y descubrimos que Él ya nos estaba esperando. Esa es la voluntad de Dios y es lo que pedimos para que se cumpla su plan de salvación.
Como nos dice la primera carta a Timoteo, Dios quiere que todos los hombres se salven. Por tanto, cuando pedimos a Dios «hágase tu voluntad» quiere decir que no nos resignamos a un destino que no conocemos ni compartimos, sino que confiamos en Él, como nuestro Padre, que desea para nosotros el bien y la vida. Las insidias del mundo, que llenan de obstáculos este proyecto, son vencidas por la fuerza de una oración que pide, como el profeta, cambiar las espadas en arados y las lanzas en podaderas.
Si rezamos es porque creemos que estas realidades de destrucción y muerte, pueden ser transformadas en instrumentos para generar fecundidad y vida. Dios tiene un proyecto para cada uno de nosotros, y confiando en Él, nos abandonamos en sus manos también en el momento de la prueba, seguros de que escucha nuestro grito y nos hará justicia sin tardar.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española venidos de España y de América Latina, de modo particular a la Fundación Manos Unidas de España que, desde el compromiso cristiano en su campaña contra el hambre, busca cumplir la voluntad de Dios para que a nadie falte el pan cotidiano ni lo necesario en sus vidas. Pidamos al Señor que nuestro testimonio y nuestra oración, sean el revulsivo para que todos los hombres lleguen al conocimiento de la verdad y se salven. ¡Que Dios los bendiga a todos! Muchas gracias.
Saludos en portugués
Saludo cordialmente a los peregrinos de habla portuguesa, en particular a los fieles brasileños de Ribeirão Preto. Queridos amigos, en el tiempo de Cuaresma, la Iglesia nos recomienda aumentar el tiempo que dedicamos a la oración. ¡Qué esos momentos de diálogo filial con Dios nos ayuden a redescubrir cada vez más su amor infinito por cada uno de nosotros y así convertirnos en instrumentos de misericordia y de paz! ¡Dios os bendiga!
Saludos en árabe
¡Doy una cordial bienvenida a los peregrinos de habla árabe, especialmente los del Medio Oriente! Queridos hermanos y hermanas, San Pablo nos enseña que en nuestra oración debemos abrirnos a la presencia del Espíritu Santo, que reza en nosotros con gemidos inexpresables, para guiarnos a adherirnos a Dios con todo nuestro corazón y con todo nuestro ser. Así, el Espíritu de Cristo se convierte en la fuerza de nuestra oración débil, en el fuego de nuestra oración árida, dándonos la verdadera libertad interior, enseñándonos a vivir afrontando las pruebas de la existencia, con la certeza de no estar solos. ¡El Señor os bendiga!
أُرحّبُ بالحجّاجِ الناطقينَ باللّغةِ العربيّة، وخاصةً بالقادمينَ من الشرق الأوسط. أيّها الإخوةُ والأخواتُ الأعزّاء، يعلّمنا القديس بولس أنّه علينا أن ننفتح في صلاتنا على حضور الروح القدس الذي يصلّي فينا بأَنَّاتٍ لا تُوصَف؛ ليحملنا على اتباع الله بكلِّ قلبنا وكل كياننا. هكذا يصبح روح المسيح قوّةً لصلاتِنا الضعيفة،ونارًا لصلاتنا الفاترة، ويعطينا الحريّة الداخلية الحقيقيّة ويعلمّنا أن نعيش ونواجه محن الحياة مدركين أننا لسنا وحدنا. ليبارككم الرب!
Saludos en polaco
Saludo cordialmente a los peregrinos polacos. Ayer celebramos la solemnidad de San José. ¡Qué la protección que ofreció a la Sagrada Familia sea un ejemplo significativo para nosotros! Como hizo San José, custodiemos a Jesús en nosotros, cuando hoy lo recibimos en la Eucaristía y en la escucha de su palabra. Con el mismo amor, dirijámonos a María pidiéndole ayuda y buen consejo en la vida diaria. Aprendemos de San José la confianza en Dios, la humildad, el valor y la obediencia. Alabado sea Jesucristo.
Saludos en italiano
Doy una cordial bienvenida a los peregrinos de habla italiana.
Me alegra recibir a los Capitulares de los Misioneros de los Sagrados Corazones de Jesús y María; a los participantes en el encuentro promovido por el Movimiento de los Focolares y a los diáconos de la diócesis de Milán.
Saludo a los grupos parroquiales, en particular al de Gesualdo; a las unidades pastorales de San Martino in Campo; a la Universidad Campus Bio-Medico de Roma; a las asociaciones: AIDO de Alessandria, Rosas blancas sobre el asfalto de Senigallia; Ciudadanía activa de Bronte, Coro de las manos blancas de Melissano, y a los institutos escolares: ¡Hay tantos!
Un pensamiento especial para los jóvenes, los ancianos, los enfermos y los recién casados :El camino de Cuaresma, que estamos siguiendo, sea ocasión para cada uno de conversión auténtica, para que podamos llegar a la plena madurez de la fe en Cristo, deseosos por difundir su Evangelio en todos los entornos de la vida en los que nos encontramos.
Llamamiento del Santo Padre por las inundaciones en África
En estos días, grandes inundaciones han sembrado lutos y devastación en varias regiones de Mozambique, Zimbabue y Malawi. Expreso mi dolor y mi cercanía a esas queridas poblaciones. Confío a las muchas víctimas y sus familias a la misericordia de Dios e imploro consuelo y apoyo para los afectados por esta calamidad.
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