Nairobi, KENIA (Agencia Fides, 22/02/2019) - Más de un millón de personas están en riesgo
de padecer hambre y desnutrición en Kenia. Los obispos de Kenia son los
que han dado la voz de alarma en un llamamiento enviadoa la Agencia
Fides que afirma que “en marzo, según las evaluaciones realizadas por la
Iglesia católica, el gobierno, las agencias humanitarias y los informes
de los medios locales, la inseguridad alimentaria afecta a 1.111.500 de
personas. Las zonas más afectadas son Turkana, Baringo, Mandera,
Garissa, Kilifi, Río Tana, West Pokot, Marsabit, Makueni, Kajiado, Kwale
e Isiolo, en los que un total de 865.300 personas necesitan ayuda
alimentaria”.
La situación de seguridad alimentaria en Kenia se ha deteriorado debido a
la escasez de precipitaciones en 2018, que se ha traducido en cosechas
por debajo de la media y en una reposición insuficiente de los recursos
de pastos.
Las temperaturas actuales, más altas de lo normal, han hecho que escasee
el agua de embalses y pozos. Como resultado, la cosecha ha resultado
precaria, el ganado está en riesgo y la producción de leche es baja.
La crisis hídrica y alimentaria pone en riesgo el sistema de salud y
supone un peligro para la paz y la seguridad, porque acentúa las
tensiones entre los agricultores y los pastores por el reparto de los
escasos recursos. “El retraso en las lluvias podría generar una grave
crisis humanitaria en el país y esto requiere una respuesta urgente de
todos”, asegura la declaración. Los obispos lanzan un llamamiento para
enviar ayuda a las poblaciones afectadas, incluidos alimentos, agua,
suplementos nutricionales y piensos.