Según la nota enviada a Fides por kath.ch, aproximadamente un tercio de los miembros de la Iglesia Católica en Suiza provienen de la migración, una presencia que marca la vida eclesial de muchas maneras. Para atender las necesidades que comporta el multilingüismo y la diversidad cultural, alrededor de 110 misiones o capellanías brindan asistencia pastoral a estos fieles. Cada año se celebran alrededor de 21.000 servicios religiosos en más de 20 idiomas y rituales.
Los datos y la información proporcionados por el informe “Cuidado pastoral para los migrantes en Suiza” se publicaron ayer 25 de marzo después de haber sido debatidos por la Conferencia Episcopal Suiza (CES) y por la Conferencia Central Católica Romana de Suiza (RKZ) que lo encargó. Este documento forma parte de un proyecto sobre el futuro de la atención pastoral de los migrantes, realizado conjuntamente por la CES y el RKZ y examina la situación actual. Hace un balance de cinco aspectos: Diversidad de la realidad pastoral: ¿un problema o una oportunidad?; Futuros modelos y posible evolución de las misiones; Sensibilización de personas para el cuidado pastoral tradicional y en el ministerio de migrantes; Centrar la actividad de la Oficina de Migración en tareas pastorales; Fortalecer el principio de subsidiariedad a nivel de tareas financieras y administrativas; Y una distribución más equitativa de los fondos.
“La iglesia católica está marcada por el sello de la diversidad. Todos los católicos bautizados son parte de ella en igualdad. El cuidado pastoral de los migrantes es un componente fundamental de la Iglesia Católica ... es parte de la Iglesia Católica como institución caracterizada por la diversidad. Un enfoque lúcido de la atención pastoral a los migrantes ofrece la posibilidad de llegar a ser más conscientes de la convivencia entre los fieles y de fortalecerla, así como promover la convivencia basada en el respeto mutuo y la apertura”, asegura el informe.
Los resultados de este extenso y documentado análisis de la situación del cuidado pastoral de los migrantes, con sus fortalezas y debilidades, indican que “se requiere de un cambio, que ya está parcialmente en progreso”, subraya el texto, “pasando de una visión centrada en los problemas para un enfoque dirigido a las oportunidades”. Esto permitiría no solo tener más en cuenta la diversidad lingüística, sino también “la diversidad de las realidades de la vida, la cultura y las tradiciones de los católicos y sus comunidades”. Al mismo tiempo, ofrecería la ventaja de “reforzar la conciencia de pertenecer a la misma Iglesia en todo el mundo”.
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El texto integral del reporte (en francés) -> http://www.ivescovi.ch/