Managua, NICARAGUA (Agencia Fides, 25/03/2019) – "El diálogo no es el espacio para aplastar al
otro, sino donde todos pueden expresar sus ideas, escuchar y tomar la
mejor opción, no al nivel de los participantes, sino por el bien de la
comunidad que siempre busca el bien común", dijo el cardenal Leopoldo
Brenes, arzobispo de Managua, entrevistado por periodistas después de
celebrar la misa del domingo.
El Cardenal, invitado a comentar las palabras del Santo Padre en el Ángelus ("desde el 27 de febrero, se están llevando a cabo importantes
conversaciones en Nicaragua para resolver la grave crisis sociopolítica
que enfrenta el país. Acompaño la iniciativa con oración y aliento para
que las partes encuentren lo antes posible una solución pacífica para el
bien de todos ") ha reiterado firmemente algunos conceptos. En primer
lugar, el diálogo es la única manera, junto con la reunión y la
discusión. Pero este diálogo, agregó el arzobispo de Managua, debe ser
sincero para lograr el bien común. Por eso hizo hincapié en el rol de
control que debe tener la ciudadanía para evitar que el diálogo se
distorsione y, por lo tanto, no dé frutos de justicia, libertad y paz
para Nicaragua.
También el obispo Báez, obispo auxiliar de Managua, quiso resaltar el
interés del Santo Padre, quien según Báez siempre ha seguido la crisis
nicaragüense e insistió en la fuerza de la oración: "La oración hará que
este momento que parece difícil sea provechoso, aunque parece estéril".
Por eso, instó a los nicaragüenses a no perder la esperanza porque los
resultados esperados aún no se han logrado rápidamente. "El cristiano
debe aprender la paciencia histórica, esperar, pero pedir, no demorar
los tiempos, como tampoco no anticipar los tiempos imprudentemente",
aconseja el obispo en las declaraciones enviadas a la Agencia Fides.
Mons. Báez pidió confianza en el enviado especial de la Secretaría
General de la OEA, Luis Ángel Rosadilla, y para el Nuncio Apostólico en
Nicaragua, Waldemar Stanislaw Sommertag, quienes actúan como testigos de
la mesa de diálogo nacional. El Obispo también recordó que el diálogo
debe ser transparente: "No puede ser un diálogo que oculte la voluntad
de los más poderosos que podrían estar detrás de él. Todo debe hacerse
de modo que no haya acuerdos ocultos detrás de las personas".
En conclusión, Mons. Báez definió como "excesivo" el período máximo de
90 días acordado por el régimen de Daniel Ortega con la Alianza Cívica
para liberar a los presos políticos:
"Personalmente creo que es un período excesivo , me parece demasiado
largo ".
La crisis sociopolítica en Nicaragua se inauguró el 18 de abril de 2018,
con protestas contra la reforma del sistema de pensiones, a la que
siguieron otras protestas callejeras violentas y la dura represión
gubernamental. Según organizaciones humanitarias independientes, se han
registrado al menos 325 muertes desde abril de 2018. La Comisión
Interamericana de Derechos Humanos de la OEA habla de más de 500.
Aunque el Diálogo Nacional parece reiniciarse con la presencia de un
representante de la OEA, todavía hay mucha tensión debido a la gran
cantidad de presos políticos, que son más de 600.