Tokio, JAPÓN (Agencia Fides, 22/05/2019) - El gobierno japonés otorgó al cardenal Raffaele
Farina el máximo honor de la Orden del Sol Naciente, la Estrella de Oro y
Plata, por su “contribución al fortalecimiento de las relaciones
amistosas entre Japón y la Santa Sede”. Entre las razones específicas
para el premio otorgado al cardenal salesiano, que es archivista y
bibliotecario emérito de la Santa Iglesia Romana, se cita su valiosa
contribución “a la reorganización de los documentos históricos del
período Edo recogidos por el misionero salesiano padre Mario Marega”, en
relación con el período de la prohibición del cristianismo en la región
japonesa de Bungo.
El período Edo (1603-1868) es la fase de la historia japonesa en la que
la familia Tokugawa tenía el poder político y militar del país. El
período Edo estuvo marcado por una política de aislamiento, durante la
cual hubo auténticas matanzas de cristianos, especialmente en el área de
Nagasaki. Los únicos extranjeros a los que se concedió acceso comercial
en Japón en ese momento eran los holandeses, porque desde el barco De
Ryp habían atacado el castillo de Hara, donde se habían escondido los
cristianos. Durante casi dos siglos los cristianos que sobrevivieron a
la persecución continuaron profesando su fe escondidos. Fue la era de
kakure kirishitan (los cristianos ocultos). A las personas sospechosas
de estar cerca del cristianismo se impusieron a la práctica de los
Yefumi, es decir, pisotear el crucifijo o imágenes de la Virgen María.