Lahore, PAKISTÁN (Agencia Fides, 29/05/2019) – “En las últimas semanas ha habido un aumento
alarmante de los episodios de violencia dirigidos contra las minorías
religiosas. Condenamos enérgicamente la agresión contra las minorías por
su fe. Estos ataques son intolerables: el estado debe brindar
protección y seguridad a todos los ciudadanos”. Es lo que afirma una
declaración enviada a la Agencia Fides por la Comisión Nacional Justicia
y Paz (NCJP) de la Conferencia Episcopal de Pakistán.
Entre los incidentes mencionados, se encuentra la profanación de cruces
en las tumbas en un pueblo cristiano (Antonioabad) cerca de la ciudad de
Okara. También el 14 de mayo, un cristiano de 36 años, Javed Masih, fue
asesinado por su empleador musulmán en la aldea de Chak 7, cerca de
Faisalabad. El cristiano había decidido cambiar de trabajo. El 27 de
mayo de 2019, un médico hindú, Ramesh Kumar, fue acusado de presunta
blasfemia después de que un hombre afirmara que había suministrado
medicamentos envueltos en un papel que en el que “había impreso versos
del Corán”. El médico fue detenido por la policía para que no fuera
linchado por la multitud.
Hablando sobre la situación, la Comisión Justicia y Paz pide al gobierno
que “adopte inmediatamente medidas para garantizar la seguridad de las
minorías en conformidad con el artículo 36 de la Constitución de
Pakistán”. “El gobierno debe garantizar que los autores de estas
violaciones sean procesados y aplicar la decisión de la Corte Suprema de
2014 en la que se ordena al ejecutivo que promueva y proteja los
derechos legítimos de las minorías religiosas”, dice la declaración. El
texto exige una atención especial “a la seguridad de las propiedades de
las minorías y los lugares de culto”.
El arzobispo Joseph Arshad, presidente de la Conferencia Episcopal de
Pakistán, condena los episodios de violencia y afirma en la declaración:
“Rezo por las víctimas en especial por el alma de Javed Masih y su
familia. Insto al gobierno a tomar las medidas necesarias para
garantizar la seguridad y capturar a los responsables de tales
incidentes”.
“Este tipo de ataques no son aceptables y representan una seria amenaza
para la supervivencia de las minorías en Pakistán. Hacemos un
llamamiento a la implementación del Plan Nacional de Acción para los
Derechos Humanos para salvaguardar los derechos de todos los ciudadanos
de Pakistán de cualquier credo”, señala el padre Emmanuel Yousaf,
Director Nacional de la NCJP.
Cecil Shane Chaudhry, director ejecutivo de la Comisión, añade: “Los
miembros de las minorías religiosas todavía son considerados como
ciudadanos de segunda clase en Pakistán. Todavía luchan por sus derechos
fundamentales que aún deben ser garantizados por el estado”.