Resumiendo la actividad del año pasado, monseñor Dal Toso dijo que para él “fue, ante todo, un año de conocimiento, tanto de los Directores, como de la actividad realizada. Debo decir que estoy realmente sorprendido y feliz por el enorme trabajo que realizan los Departamentos nacionales en general, especialmente en el campo de la animación. Estoy admirado por el compromiso de muchos directores y por su celo”.
El arzobispo recordó que ocuparse de la formación de los Directores nacionales y del personal de las oficinas ejecutivas nacionales fue una de las prioridades señaladas por la Asamblea General el año pasado, a lo que se ha referido citando los tres seminarios realizados que integran los tres días de formación para los nuevos Directores, -“de forma que la alternancia de los Directores no comprometa el trabajo de la gerencia”-, y la redacción de directrices breves para los nuevos Directores Nacionales. Otra cuestión importante fue cultivar la relación con los obispos de forma “que en los últimos meses he tratado de reunirme con los obispos en varias ocasiones”, dijo monseñor Dal Toso, citando las visitas ad limina o en los encuentros en las sedes nacionales además de las reuniones con un centenar de obispos presentes en el Congreso Misionero Americano (CAM 5).
“El trabajo de sensibilización se hizo más fácil también para la celebración del Mes Misionero Extraordinario en octubre de este año. La preparación de esta celebración nos ha requerido de mucha energía, pero valió la pena, porque el eco es muy positivo y muy fuerte. Significa que todavía podemos contar con la sensibilidad misionera de una parte significativa de la Iglesia” añadió.
El Presidente de las OMP definió la CAM como “un hermoso signo de impulso misionero para todo el continente americano, con la participación de más de 2.500 delegados de toda América”, y ha informado que para la próxima CAM, que se llevará a cabo en Puerto Rico, se tendrán en cuenta los aniversarios de 2022: 400 años de la Congregación, 200 años de las OMP, 100 años de reconocimiento pontificio, para dar al Congreso Misionero una verdadera impresión de misión ad gentes. “Esto es por al menos tres razones: es importante distinguir, no separar, el cuidado pastoral ordinario, de la missio ad gentes; hay vastas áreas de las Américas donde la missio ad gentes todavía es necesaria; La missio ad gentes abre las Iglesias particulares a una visión universal”.
Monseñor Dal Toso compartió algunas de sus preocupaciones con la Asamblea: la necesidad de dar una base teológica sólida a la actividad misionera de las OMP y la tendencia negativa de la disponibilidad financiera, que requiere nuevos métodos de recolección y financiación para poder continuar garantizando el servicio de las OMP.
Mirando al futuro, el Arzobispo aseguró: “Como marca el pontificado del Papa Francisco, estamos avanzando hacia un período de mayor intensidad misionera y necesidad misionera, tanto en los territorios clásicamente ad gentes como en los territorios de más antigua tradición cristiana. Por lo tanto, el papel de las OMP no disminuirá, sino que crecerá, precisamente para mantener vivo el espíritu misionero del cual la Iglesia siempre tendrá una mayor necesidad”. Sobre esto se han mantenido encuentros continentales de las OMP cuyos resultados se analizarán y se tomarán en consideración para futuras actividades.
Tras presentar el trabajo de la Asamblea General, el arzobispo destacó la importancia de la teología de la misión, elegida como un “tema pastoral” porque, -explicó-, “en mis reuniones con el mundo misionero pronto me di cuenta de que se necesita una reflexión más profunda sobre temas cruciales. Sin una verdadera motivación razonada, incluso nuestra actividad de animación sigue siendo limitada”.
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El texto integral de la relación, en italiano -> http://www.fides.org/it/