Ouagadougou, BURKINA FASO (Agencia Fides, 16/05/2019) - “No es suficiente un dedo para recoger la
harina. Juntos y en sinergia superaremos la violencia. La gente saldrá
ganando. El Señor está aquí con nosotros y ganaremos”, dijo el cardenal
Philippe Ouédraogo, arzobispo de Ouagadougou y presidente de la
Conferencia Episcopal Burkina Faso-Niger, en su discurso ante la 3ª
Asamblea General Plenaria de la Conferencia Regional Episcopal de África
Occidental (RECOWA-CERAO) celebrada en la capital de Burkina Faso del
13 al 20 de mayo.
En Burkina Faso se cometieron dos ataques muy graves contra la comunidad
católica en 24 horas. El primero el domingo 12 de mayo, contra la
parroquia de Dablo, cuando un grupo armado mató al padre Siméon Yampa y a
cinco fieles (ver Fides 13/5/2019), el segundo fue el 13 de mayo contra
una procesión mariana en Singa, con el la muerte de cuatro fieles y la
destrucción de la estatua de la Virgen (ver Fides 14/5/2019).
En su discurso, el cardenal Ouédraogo agradeció a los invitados por
haber venido a Burkina Faso a pesar del clima de inseguridad. “La
presencia de los obispos de las iglesias hermanas demuestra la viva
solidaridad entre las comunidades de África occidental y el mundo”.
En su saludo a los participantes, Jean Claude Kassi Brou, representante
de la Comunidad Económica de los Estados Africanos del Oeste (CEDEAO)
elogió la intención expresada por la Iglesia de contribuir a la paz y la
cohesión social en la región. Un esfuerzo aún más necesario porque,
como indicó en su discurso del presidente de Burkina Faso, Roch Marc
Christian Kaboré, los terroristas están tratando de desencadenar
conflictos intercomunitarios y ahora también interreligiosos. “Los
cristianos han sido asesinados por su fe por personas que no tienen
moral o ética”, dijo. En el vecino Níger, los terroristas siguen el
mismo modus operandi. El 13 de mayo una treintena de personas armadas
atacaron la parroquia de Dolbel, hiriendo al sacerdote de la parroquia y
saqueando la estructura.
También en Níger, el 14 de marzo, 28 soldados murieron en una emboscada
de un grupo yihadista en la ciudad de Tongo Tongo, en la frontera con
Malí.