Madignano, ITALIA (Agencia Fides, 17/05/2019) - "Todos los días, en la diócesis de Niamey,
al final de cada misa, rezamos por la liberación del padre Gigi
Maccalli. El arzobispo Laurent Lompo compuso una oración por él que
recitamos desde el pasado mes de septiembre, cuando ocurrió el
secuestro". Así lo señaló, en una conversación con la Agencia Fides, el
padre Vito Girotto, hermano del padre Gigi, quien se encuentra en una
misión a Makalondi, situada a 25 km de Bomoanga, donde el padre
Pierluigi fue secuestrado hace 8 meses, el 18 de septiembre de 2018.
Esta oración se leerá en la asamblea en tarde de hoy, 17 de mayo,
durante la vigilia que se celebra en Madignano (Cremona), lugar de
nacimiento del padre Maccalli. El padre Girotto tradujo a Fides el texto
de la oración: "Dios Padre nuestro, tú nos llamas a la libertad. Tu
hijo Jesús se sometió al sufrimiento para quitar el pecado del mundo,
concede a tu siervo Pierluigi, detenido en la cárcel, la libertad que tú
querías dar a todos tus hijos. Dale a nuestro tiempo la gracia de la
paz, te lo pedimos por medio de Jesucristo nuestro salvador y Señor.
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, ayúdanos. San Miguel Arcángel,
protégenos".
"En Níger creemos que el padre Gigi está vivo, pero no sabemos dónde
está. Pensamos, sin embargo, que no está en Níger, sino en otro país del
Sahel. Conociendo a Gigi, por haber colaborado con él en Italia y en
Níger, puedo pensar que, con su serenidad y su capacidad de ver a las
personas y los acontecimientos según el plan de Dios, podrá, sostenido
por nuestra oración, hablar con aquellos que lo supervisan y manifestará
su voluntad de dialogar y comprender por qué han llegado a ese gesto
que lo ha alejado de su querida misión de Bomoanga", añadió el padre
Vito.
El misionero también recordó que "han pasado ocho meses desde la noche
del lunes 17 de septiembre cuando recibí una llamada telefónica,
alrededor de las 10:15 p.m., del padre Dass Arokya quien, en voz baja,
me dijo que los bandidos habían disparado al aire y habían entrado en la
casa del padre Maccalli, probablemente para robarlo. Diez minutos más
tarde me dijo que se había visto obligado a seguir una gran motocicleta
en la que cabían tres personas: dos atacantes y nuestro padre en el
medio. Desde esa noche tuve que dejar Makalondi porque la policía no
podía garantizar la seguridad para los europeos en toda la zona. Cuando
llegué a Niamey esa misma noche, tuve que adaptarme a la nueva
situación. Pensando en las condiciones de vida del padre Gigi, como lo
llamamos cariñosamente, he intentado, junto con los otros hermanos,
mantener viva su memoria en la oración: pensamos y esperamos que siga
vivo".
El padre Girotto continuó diciendo: "A la oración compuesta por nuestro
arzobispo Laurent cada mes le añadimos otra especial. En marzo, dos
pastores protestantes y dos jóvenes de Bomoanga recordaron al padre
Pierluigi como un misionero que ayudaba a todos sin distinción y
especialmente a los niños desnutridos y enfermos; en abril, el Vía
Crucis del Viernes Santo presentó en filigrana el Vía Crucis que padre
Pierluigi vive desde hacía siete meses; en mayo se ha programado una
oración ecuménica con los musulmanes, que no sé si será posible llevar a
cabo, dado el clima de gran inseguridad que se ha acrecentado desde el
comienzo del Ramadán. Esta oración asidua y coral entre cristianos y
otros creyentes nos recuerda que hay docenas de otros nigerinos
secuestrados en la frontera con Nigeria. Son mujeres, niños y hombres de
religión musulmana cuyos nombres no conocemos pero que sufren de falta
de libertad. Sabemos que los más débiles son esclavizados. Con todos
los signos de violencia y muerte procedentes de la cercana Burkina Faso y
los últimos ataques terroristas en Níger, el clima de miedo ha
aumentado, pero la esperanza de la liberación de todos los rehenes del
Sahel no ha disminuido".
"La oración que la Iglesia de los primeros cristianos hizo por la
liberación de Pedro -concluyó el sacerdote y misionero de la SMA- la
presentamos aquí, por todas las personas privadas de libertad. En la
larga noche de la detención de Pedro, la fuerza de la incesante oración
de la Iglesia se eleva a Dios y el Señor la escucha y realiza una
liberación impensable e inesperada, enviando a su ángel. Hoy dirigimos
de nuevo esta petición al Señor, para que salve al padre Pierluigi".