Bogotá, COLOMBIA (Agencia Fides, 18/05/2021) - Tras el anuncio de la Conferencia Episcopal de
Colombia (CEC), el domingo 16 de mayo, de que el gobierno nacional y el
Comité Nacional del Paro (CNP) habían manifestado su intención de
iniciar una mesa de negociación, con los obispos y la ONU como
mediadores, se esperaba que la calma volviera al país, pero
lamentablemente no fue así.
Los obispos habían dicho: "En este contexto, hacemos un llamamiento a
mantener la esperanza, como ha dicho el Papa Francisco; a pesar de las
densas sombras, la esperanza es audaz, sabe mirar más allá de las
comodidades personales y eleva el espíritu hacia los ideales y las
realidades más grandes y verdaderas." Los obispos volvieron a proponer
el diálogo, un diálogo en el que haya escucha, encuentro y compromiso
con los demás, porque es el marco adecuado para responder a las
legítimas demandas de todos los ciudadanos y avanzar hacia la
reconciliación y la paz. La Conferencia Episcopal Colombiana también
afirmó que "la violencia, con sus múltiples formas y expresiones, venga
de donde venga, no resuelve nada y produce sufrimiento y muerte".
"Desde esta profunda convicción, expresamos nuestra cercanía y
solidaridad, especialmente por las dolorosas situaciones vividas en los
últimos días, a nuestros hermanos de Cali y Popayán. Que se detenga la
espiral de violencia, con la voluntad y la participación de todos, y que
se abra el camino del diálogo", concluye la declaración de los obispos.
Ayer, 17 de mayo, el Comité Nacional de Paro, formado por sindicatos y grupos de trabajadores, emitió un comunicado en el que acusa al gobierno de "no querer negociar", "ni ofrecer garantías" para las protestas sociales, que comenzaron el pasado 28 de abril y hasta ayer dejaron 40 muertos. "El gobierno nacional no reconoce la gravedad y la magnitud de la violencia estatal contra los manifestantes. No reconoce los casos denunciados por las organizaciones de derechos humanos", reza el texto del CNP, que ha convocado una nueva jornada de paro nacional para mañana miércoles 19 de mayo. Los manifestantes exigen la retirada del proyecto de reforma sanitaria, que incluye la privatización, el refuerzo de la vacunación masiva y una renta básica de al menos un salario mínimo mensual.
En estas horas Monseñor Héctor Fabio Henao, por la Conferencia Episcopal
Colombiana (CEC), el jefe de la misión de verificación de la ONU,
Carlos Ruiz Massieu, y la jefa de la oficina del Alto Comisionado de la
ONU para los Derechos Humanos en Colombia, Juliette de Rivero, facilitan
las negociaciones. El portavoz del Gobierno, el Alto Comisionado para
la Paz, Miguel Ceballos, dijo que "se ha avanzado para garantizar una
movilización pacífica". También hemos entregado una petición concreta a
los organismos de control para que sigan acompañando este proceso."
Ceballos informó que los diálogos continuarán y que la próxima reunión
para buscar el lanzamiento de una mesa de negociación será el 20 de
mayo.