Abuja, NIGERIA (Agencia Fides,, 02/09/2021) – “Los secuestros de escolares nos plantean la perspectiva de una generación de jóvenes traumatizados”. Las palabras de los obispos de Nigeria, tras el secuestro ayer, 1° de septiembre, de 73 alumnos de la escuela diurna del pueblo de Kaya, en el Estado de Zamfara, en el noroeste del país, resuenan como una seria advertencia.
La noticia de un nuevo secuestro se produce pocos días después de la
liberación de otros tres grupos de rehenes que habían sido secuestrados
en mayo en el estado federado de Níger, en el norte de Nigeria,
aparentemente tras el pago de un rescate. Desde diciembre, más de 1.000
estudiantes han sido secuestrados en escuelas del norte de Nigeria.
Una situación intolerable según los obispos quienes, en la declaración
publicada al final de su segunda reunión plenaria, denuncian cómo “la
vida nunca ha sido tan barata” en Nigeria.
Además de la lacra de los secuestros de estudiantes y adultos, incluidos
los miembros del clero, los obispos subrayan la violencia generalizada
en la federación nigeriana. “Lamentablemente, a excepción de la guerra
civil, nuestra nación nunca ha sido testigo de una maldad tan
generalizada, con una destrucción incontrolada y un derramamiento de
sangre tan extendido”. “Las matanzas a manos de secuestradores, pastores
asesinos, bandidos y grupos terroristas han convertido a Nigeria en uno
de los países más aterrorizados del mundo”, dicen los obispos, que
piden al gobierno que “asuma toda la responsabilidad por la actual
cultura de la violencia”.
Dirigiéndose a los fieles católicos, los obispos subrayaron que “como
cristianos, estamos llamados a esperar constantemente en Dios que nunca
falla. Por lo tanto, invitamos a los nigerianos a esperar una Nigeria
mejor, sabiendo muy bien que sin esperanza no podemos avanzar como
pueblo”. “Que la Santísima Virgen María, Madre de todo consuelo y Reina
de Nigeria, siga intercediendo por nuestro país”, concluyen.