NEWS ANALYSIS - Uvira, CONGO (Agencia Fides 26/06/2021) – “Ya sea por las potencias extranjeras (Francia,
Bélgica, EE.UU. u otros), como los países vecinos (Uganda, Ruanda, etc.)
o algunos dirigentes congoleños, señores de la guerra, multinacionales,
ONG, o incluso algunos miembros de la famosa MONUSCO (la fuerza de
mantenimiento de la paz de la ONU, ed.), el Congo, desde su
independencia, siempre ha sido saqueado por sus numerosos y ricos
recursos naturales, especialmente minerales, y luego abandonado en la
pobreza y la inestabilidad”. Según ha explicado a la Agencia Fides Mons.
Muyengo Mulombe, Obispo de Uvira en Kivu del Sur, la República
Democrática del Congo se encuentra en una grave situación a nivel
humanitario, social y político. La nación está pagando un alto precio
por la simple razón de ser rica, quizás la nación con más recursos de la
tierra.
Las regiones del este viven en una emergencia constante en particular
atrapadas entre un conflicto abierto con más de 140 milicias en acción,
el éxodo masivo, el caos y las catástrofes medioambientales.
Entre las voces que se alzan en defensa se encuentra la de Mons.
Muyengo, que comenta: “La situación en las regiones del este sigue
deteriorándose. Los últimos años han estado marcados por los asesinatos y
las masacres también en Ituri. Las operaciones de guerra son llevadas a
cabo por las ADF ugandesas (Fuerzas Democráticas Aliadas, un grupo
terrorista de origen islámico), pero sabemos que también hay dirigentes
políticos congoleños implicados. Recientemente, el presidente Tshisekedi
declaró el estado de emergencia en Ituri y Kivu del Norte y nombró a
oficiales militares para dirigir estas dos provincias durante un mes.
Por lo que respecta a Kivu del Sur, en las altiplanicies de los territorios de Uvira, Fizi y Mwenga -todos ellos pertenecientes a mi diócesis- la situación es dramática: las bandas armadas, tanto nacionales como extranjeras (burundesas y ruandesas), hacen estragos en toda la zona. Casi todos los días vemos la infiltración de elementos procedentes de Ruanda y Burundi, por no hablar de las milicias locales, los bandidos, los secuestradores, los delincuentes locales que se dedican a la destrucción de carreteras e infraestructuras y otros malhechores. Por poner sólo un ejemplo: a principios de mayo, se han producido siete asesinatos sólo en la ciudad de Uvira con la feroz respuesta de la población civil contra algunos de los asesinos. La tensión es enorme y la gente se pregunta por qué el estado de emergencia está en Ituri y Kivu Norte y no en el Sur o en el Norte de Katanga, donde se están produciendo enfrentamientos”. (- continua)