Reynosa, MÉXICO (Agencia Fides, 28/06/2021) - "La gente de Reynosa está herida, conmocionada
y aterrorizada ... lamentablemente estamos acostumbrados a la
violencia, que no debería ser, ya que todos tenemos derecho a una vida
segura y en paz": estas son las palabras de Mons. Eugenio Andrés Lira
Rugarcía, obispo de la diócesis de Matamoros, Tamaulipas, frente a la
muerte violenta de 15 personas, asesinadas por un grupo armado en el
municipio de Reynosa, estado de Tamaulipas el sábado 19 de junio. Aunque
aún no se conoce al autor de esta masacre, se sabe que las víctimas
eran civiles comunes, entre ellos un taxista, un estudiante de
enfermería, algunos trabajadores obreros. Las autoridades informaron
inicialmente que se trataba de un enfrentamiento entre cárteles de la
droga, pero luego quedó claro que se trataba de una acción para sembrar
el terror y dejar un mensaje criminal entre la gente.
Tamaulipas es un estado ubicado en la frontera con Texas, donde desde
hace algún tiempo operan varios grupos dedicados al narcotráfico y
tráfico de personas a Estados Unidos, como el Cartel del Golfo. El
sábado 26 de junio, parte de la población de Reynosa salió a las calles
dando vida a una manifestación en las principales calles de la ciudad,
pidiendo la paz: "Queremos vivir en Paz", se lee en los carteles de los
manifestantes. Aunque fueron cerca de un centenar de personas, los
dirigentes de las asociaciones civiles que organizaron la marcha
destacaron que la gente tiene miedo incluso de salir de casa. Esta
semana hubo un "toque de queda voluntario": nadie en la calle después de
las 5 de la tarde, incluso las tiendas cerraron a esa hora, una señal
de miedo y protección.
Mons. Lira Rugarcía dijo a la prensa que "muchas familias han tenido que
enterrar a sus seres queridos con dolor: padres, hermanos, hijos y
amigos, que les han sido arrebatados injustamente. ¡Es horrible!" El
obispo de Matamoros celebró una misa por las víctimas de la masacre del
19 de junio, el pasado jueves 24 de junio, pero hubo muy poca gente por
miedo. “Es una cosa injusta que pocos tengan que obligar a todos a no
poder salir de casa para ir a trabajar, ir a la iglesia, visitar
familias. No se puede aceptar vivir con miedo. Es un daño emocional,
físico, social. Espiritual y económico "comentó el obispo.
El Santo Padre Francisco, con una carta dirigida a Mons. Lira Rugarcía, firmada por el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, envió su mensaje condenando el hecho violento: "Habiendo conocido la triste noticia del sangriento enfrentamiento que tuvo lugar en Reynosa, en la que han perdido la vida muchas personas inocentes, el Santo Padre renueva su firme condena por este episodio de violencia injustificable”.