Hakha, MYANMAR (Agencia Fides, 21/06/2021) - Tras semanas de intensos enfrentamientos
armados, se ha producido una tregua en el Estado de Chin entre el
ejército regular y los combatientes locales de las “Fuerzas de Defensa
de Chin” (CDF). Así lo ha confirmado a la Agencia Fides el padre Timothy
Shing, sacerdote católico local de Mindat, en la diócesis de Hakha, en
el estado birmano de Chin, al este de Myanmar. El sacerdote, junto con
otros párrocos, religiosos y laicos católicos locales, se ha
comprometido a ayudar a los desplazados, que huyeron a causa de los
combates. En los últimos días, los párrocos locales han hecho un
sentido llamamiento para detener la violencia, señalando que “muchos
inocentes están sufriendo y están desesperados” y han pedido ayuda
internacional.
“El ejército y los grupos de resistencia han acordado un alto el fuego, para permitir que los civiles vuelvan a sus casas y que los heridos y enfermos sean transportados y tratados en los hospitales públicos”, señala Don Timothy Shing. Sin embargo, señala que “el ejército birmano no permite que las organizaciones no gubernamentales y otras entidades lleven ayuda humanitaria. Y los civiles que han optado por regresar a sus hogares son por ahora sólo el 20% de los desplazados, ya que siguen temiendo por su seguridad y supervivencia”.
El p. Timothy Shing pide “una tregua definitiva, para salvar la vida de
los civiles y proteger a las mujeres, los niños y los ancianos”,
recordando que la emergencia humanitaria sigue vigente. El sacerdote
comparte el llamamiento de los obispos birmanos para “la apertura de
corredores humanitarios especiales” y agradece al Papa Francisco su
atención a Myanmar y el ulterior llamamiento, lanzado durante el Ángelus
del 20 de junio, para la protección de la población civil que sufre en
el país.