La Vang, VIETNAM (Agencia Fides, 24/08/2021) - En una época marcada por la pandemia, la
pobreza, la precariedad de la vida y la incertidumbre de cara al futuro,
la Iglesia en Vietnam renueva su acto de consagración de plena
confianza a la Santísima Virgen María de La Vang. Los fieles vietnamitas
no han querido dejar de celebrar la Solemnidad de la Asunción (del 13
al 15 de agosto) en el Santuario de La Vang. En los últimos años, miles
de peregrinos católicos de todo el país y del extranjero peregrinaron al
Santuario y, en un momento especial de devoción, participaron en las
santas misas, rezaron el rezo del Rosario, ofreciendo danzas y flores a
la Virgen, a quien todos los fieles vietnamitas la llaman cariñosamente
la “Madre de La Vang”. Este año, debido al coronavirus, la celebración
fue completamente diferente. No hubo peregrinación y solo se celebró una
misa que presidió el arzobispo de Hue, monseñor Joseph Nguyen Chi Linh,
en el altar mayor de la Madre de La Vang con algunos
concelebrantes. La causa de esta reducción fue la cuarta ola de
coronavirus a la que se enfrenta Vietnam. Millones de fieles vietnamitas
que veneran a la Madre de La Vang, dentro y fuera del país, siguieron
la misa solemne a través de la web y las redes sociales, ya que la
celebración se retransmitió en directo, gracias al compromiso de la
Comisión de Comunicación de la archidiócesis de Hue.
El arzobispo Joseph Linh expresó su tristeza, pero también su esperanza:
“Recuerdo la última misa celebrada el 15 de agosto de 2019 con muchos
obispos y miles de sacerdotes de dentro y fuera de Vietnam, con cientos
de miles de peregrinos vietnamitas que vinieron de muchas partes del
mundo, incluso apostados en lugares incómodos, bajo el calor extremo del
verano en el centro de Vietnam para rezar”. “En las últimas semanas
hemos visto a muchas personas que padecen la enfermedad causada por el
coronavirus, ala personal de primera línea exhausto y a miles de
trabajadores inmigrantes que huyen de la ciudad de Ho Chi Minh, el
epicentro de la ola pandémica. Hoy cada uno de nosotros se pregunta
dónde está la Santísima Virgen María, suplicándole que mire las miserias
de sus hijos y escuche las voces de las lágrimas de Vietnam y de todo
el mundo. Creemos firmemente que Dios bendice a quienes aún confían en
Dios y en la Santísima Virgen María, incluso si están
desesperados por sus difíciles circunstancias. No conocemos el plan de
Dios, pero estamos seguros de que ama a sus hijos y ofrece su vida en la
cruz para salvarnos la vida. En el contexto de la crisis provocada por
la pandemia, todos debemos seguir rezando y manteniendo la fe en Dios
Todopoderoso e invocando a la Virgen María”, concluyó.
La Vang es el centro de peregrinación más grande dedicado a la Santísima
Virgen María en Vietnam e Indochina. Se encuentra en la provincia de
Quang Tri, a unos 50 km al norte de la ciudad de Hue. Alguna vez fue un
lugar remoto cubierto de una densa selva tropical con muchos tipos de
vida silvestre. Se dice que en 1798 la Santísima Virgen María apareció
en la jungla de La Vang para ayudar a muchos fieles locales que allí se
refugiaban cuando huían de la persecución por parte del gobierno.
Mientras sufrían, hambrientos y sedientos, los fugitivos se reunieron
bajo un gran árbol de baniano (higuera de Bengala) y confiaron su
sufrimiento a la Santísima Virgen María mientras rezaban el Rosario. De
repente, se les apareció la Virgen que consoló a los fieles. Además, les
señaló las hojas de un árbol cercano con las que curar sus
enfermedades. Antes de irse, la Virgen dijo: “A partir de ahora, será
aceptada la oración de quien venga aquí a invocar mi nombre y serán
bendecidos”. Desde principios del siglo XX, la Iglesia ha organizado y
celebrado fiestas y solemnidades marianas. Un gran número de fieles han
acudido todos los años a venerar y agradecer a Nuestra Señora de La
Vang, renovando su solicitud de protección al pueblo vietnamita.